La prevalencia de los convenios autonómicos frente a los estatales, una reivindicación histórica del nacionalismo en materia laboral por el blindaje que supone para los convenios pactados en Euskadi, estuvo este miércoles a punto de ser realidad, pero el complicado juego de mayorías que tiene ahora el Congreso de los Diputados devolvió la medida a la casilla de salida. El decreto aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 19 de diciembre para modificar el Estatuto de los Trabajadores en la línea que pactó el PNV con el PSOE en el acuerdo de investidura, estaba incluido en el paquete laboral que modificaba el subsidio por desempleo y que Podemos decidió tumbar, y por lo tanto, decayó en las votaciones. Hoy la legislación en esta materia sigue siendo la misma con la que se finalizó el año pasado y el PNV advierte: “Estaremos vigilantes para que la medida vuelva al Consejo de Ministros”.
Los nacionalistas no quieren enfrentarse a que se produzca ningún cambio en el texto que está pactado con el Ministerio de Trabajo, “punto por punto”, por lo que no aceptarían ninguna vía de aprobación que alterara lo pactado. “Estamos seguras y seguros de que en cuanto el Gobierno español apruebe de nuevo el Decreto-ley en materia de subsidios o cualquier otro en materia de Trabajo la prevalencia estará presente en el texto legislativo”, ha señalado la diputada Idoia Sagastizabal. En este sentido, desde el PNV esperan que entre en vigor cuanto antes, porque “si no había problema en que se metiera este miércoles pasado, no habrá problema en que se apruebe en cuanto haya un nuevo decreto”, dicen, sobre todo porque las discrepancias que han llevado a Podemos a votar en contra no estaban relacionadas con esta medida, sino con los cambios en el subsidio por desempleo. No obstante, han vuelto a “exigir” al Gobierno central un “cambio de actitud” a la hora de negociar sus iniciativas con los grupos parlamentarios que lo apoyan y ha pedido al Ejecutivo que “llegue al Congreso con los deberes hechos”.
Pero lo cierto, es trata de una cuestión que lleva muchos años dando vueltas y que de entrada parte con la oposición de plano de la CEOE, pese a que en Euskadi concita el acuerdo de todos los agentes sociales, incluida la patronal, aunque con matices. La última vez que estuvo a punto ser aprobada y se quedó a las puertas fue en la aprobación de la reforma laboral en 2022. El PNV votó en contra por este motivo. Y por eso, os sindicatos nacionalistas ELA y LAB, que son los que han capitaneado esta reivindicación porque forma parte de sus ideario del Marco Vasco de Relaciones Laborales, al margen de la legislación estatal, ven con escepticismo que se haya vuelto a quedar sin la aprobación definitiva y no descartan movilizaciones si no se da el visto bueno definitivo a la medida.
“Exigimos a PNV y EH Bildu que, en sus relaciones con el Gobierno español, la prioridad de los convenios vascos sea una cuestión imprescindible. En caso contrario, ELA mantiene su disposición a organizar movilizaciones y huelgas”, advierte el responsable de negociación colectiva del sindicato, Pello Igeregi, que señala que si el PNV puso este tema como condición para apoyar la investidura gracias a “las luchas y huelgas llevadas a cabo por ELA y la clase trabajadora vasca”. Igeregi ha criticado que “el Gobierno español tiene la costumbre antidemocrática de tramitar las diferentes medidas mezclándolas en el mismo decreto, lo que supone aprobar o rechazar el texto en su totalidad, sin posibilidad de modificación”, por lo que ha exigido que “se vuelva a debatir la prioridad de los convenios propios sin mezclarla con otras medidas, y mucho menos con recortes”.
Ohiana Lopetegi, responsable de Negociación Colectiva de LAB va más allá y apuesta porque el PNV y EH Bildu, aprovechen el hecho de que el decreto haya decaído para “mejorarlo” porque tiene “claroscuros”. “Creemos que los convenios vascos no se blindan al cien por cien frente a los estatales”, señala Lopetegi, que cree que debe cerrarse la puerta a que haya diferentes interpretaciones. En el texto que se iba a aprobar se establece la prevalencia del convenio autonómico sobre el estatal, siempre que sea mejor para los trabajadores. “Pero no se especifica que es un convenio mejor: el salario, las condiciones, los horarios, ... Está abierto a interpretaciones”, asegura. “Blindar la negociación vasca” es una prioridad para LAB, dice, y cree que debería serlo también para PNV y EH Bildu.
La patronal vasca Confebask y los cuatro principales sindicatos vascos -es decir, además de ELA y LAB, CCOO y UGT- firmaron un acuerdo en 2017 en el marco de la mesa de diálogo social vasca que establecía la prevalencia de los convenios vascos sobre los estatales. Por eso, tanto patronal como UGT y CCOO criticaron en su momento que el PNV no apoyara la reforma laboral por este motivo, que consideraban que ya estaba salvaguardado, aunque no fuera en el Estatuto de los Trabajadores, y no dieron demasiada importancia al hecho de que el acuerdo del PNV con el PSOE lo volviera a poner sobre la mesa.
A nivel nacional ni a CCOO ni a UGT les ha gustado que el PSOE se saltara el cauce del diálogo social en este tema y se pactara directamente con el PNV. En Euskadi, CCOO ha considerado que el acuerdo “podría contribuir a consolidar los efectos jurídicos de la prevalencia de los convenios vascos que ya se garantizaba a través del acuerdo interprofesional de estructura”, sin despreciar los convenios estatales, “que dan cobertura a las trabajadoras y trabajadores sin convenio en otros ámbitos, y que son necesarios con una articulación adecuada con los convenios de carácter autonómico”. De igual forma, UGT-Euskadi considera que esta prevalencia ya estaba recogida en el acuerdo suscrito en la Mesa de Diálogo social. Es decir, que esté o no el Estatuto de los Trabajadores a los convenios vascos no les afecta demasiado. No obstante, hay que tener en cuenta que la medida que se iba a aprobar en el Congreso es para todos los convenios autonómicos, no sólo para los vascos, donde las correlaciones de fuerzas son distintas y la situación laboral es diferente a otras comunidades autónomas. Como norma general, los convenios vascos son mejores que los estatales. Algo que no tiene por qué ser igual en otras autonomías.
La patronal vasca Confebask no es tan beligerante como ha sido la CEOE contra la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales. De hecho, fuentes de los empresarios vascos señalan que desde que suscribió el acuerdo en 2017 con los sindicatos vascos “no ha habido ningún problema en este sentido en la negociación colectiva”. “Con ese acuerdo que suscribimos con los sindicatos ya creemos que está salvaguardada esa prevalencia, por lo que el hecho de que ahora haya decaído o no, no tiene ningún efecto inmediato”, señalan. Otra cosa, dicen, qué es lo que pase a partir de ahora, si es que se les consulta para elaborar un nuevo decreto o no, por lo que consideran que “hay que esperar antes de valorar lo que pasa”. Pero insisten: “Hasta ahora no ha habido ni un problema con esto”.
Se da la casualidad de que este mismo jueves ELA, LAB, CCOO y UGT han criticado que las patronales del sector están bloqueando la constitución de una mesa negociadora de un convenio vasco de industria química y han anunciado que realizarán movilizaciones para denunciar la postura de las patronales. En un comunicado, ELA ha recordado que en junio anunció su voluntad de activar la negociación del sector de químicas en Euskadi y Navarra y, tras meses de trabajo, los sindicatos ELA, CCOO, LAB y UGT alcanzaron un acuerdo para convocar a las diferentes patronales vascas y a la propia Confebask para iniciar la negociación del primer convenio autonómico para el sector de químicas. Sin embargo, según ha explicado ELA, ante la citada iniciativa, las diferentes patronales de Euskadi y la estatal FEIQUE comunicaron el pasado 26 de diciembre mediante un escrito su rechazo a componer la mesa y su adhesión al convenio estatal de químicas.
“Las diferentes patronales vascas, que aseguran estar comprometidas con el país y su sociedad, apuestan por la estatalización de las condiciones laborales, lo que supone bajos salarios, largas jornadas y precariedad”, ha denunciado. ELA ha criticado que las patronales se “aferren” al convenio estatal de químicas y cree que, con su actitud, “desprecian a miles de personas trabajadoras”.