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OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

El Oasis Vasco

En El Oasis Vasco somos gente honrada y el responsable de la lucha contra el fraude en la Hacienda en Bizkaia acabó en la cárcel por beneficiar a cerca de 200 contribuyentes. La Diputación de Bizkaia se retiró de la acusación del juicio poco antes de su celebración y, según cuenta El Correo, no descarta actuar legalmente contra el funcionario que destapó aquel caso y que ha denunciado nuevas irregularidades. Somos tan honrados que el jefe de la oficina tributaria de Irún también terminó en la cárcel por malversar fondos públicos. Tan honrados que una empresaria tuvo que grabar conversaciones privadas para acudir a la Fiscalía a denunciar que dirigentes del PNV le estaban reclamando comisiones ilegales y que entraba “dentro de lo normal”. Tan honrados que, en Alonsotegi, los vecinos se manifiestan con el lema “Stop Corrupción”.

En El Oasis Vasco somos muy emprendedores, aunque es mucho mejor emprender con el dinero de los demás, y a poder ser con el dinero de todos. Y así en Epsilon se montó una empresa con 90.000 euros de capital social y se consiguieron casi 50 millones de euros de dinero público que terminaron en nada. Y con el fallido coche eléctrico Hiriko fueron 17 millones de euros más en subvenciones. En El Oasis Vasco somos tan emprendedores que, bueno, son cosas que pasan, aunque algunos jueces y fiscales se hayan empeñado en investigarlo.

En El Oasis Vasco somos de hábitos tan austeros que, con un poco de suerte, si te llama el Gobierno vasco para que trabajes de asesor puedes llegar a cobrar más que Mariano Rajoy de presidente del Gobierno. O incluso puedes conseguir formar parte de una sociedad pública unipersonal de dudosa utilidad en la que llevar una vida a cuerpo de visa oro. Tan austeros que hay políticos que invitan (del bolsillo público) a angulas y ¿menhir? de ostras a quienes prestan dinero a las instituciones. Tan austeros que si tu cercanía al Poder te coloca en el Consejo de Administración de Euskaltel, puede que te lleves un bonus millonario por la salida a Bolsa.

En El Oasis Vasco luchamos tanto contra la corrupción que no tenemos Fiscalía Anticorrupción, ni una unidad policial especializada en fraude y delitos económicos equiparable a la UDEF (que reclaman sindicatos y expertos universitarios en la lucha contra el fraude). Luchamos tanto contra la corrupción que los pocos fiscales y jueces que se atreven a poner en cuestión al Poder son criticados en público por el Poder, y apenas tienen medios para hacer su trabajo. Luchamos tanto contra la corrupción que PNV y PSE bloquean comisiones de investigación.

En El Oasis Vasco tenemos medios públicos independientes y transparentes, por lo que supongo que será casualidad que el actual presidente del PNV, Andoni Ortuzar, haya sido el director general de EITB durante 9 años. Y que también lo haya sido Iñaki Zarraoa, después alcalde de Getxo con el PNV. Y que también lo hayan sido Josu Ortuondo y José María Gorordo, ambos alcaldes de Bilbao con el PNV. Tenemos medios públicos tan independientes que hay tertulianos que han sido vetados, y a Urkullu la pregunta más complicada que le han hecho en ETB no ha sido de un periodista sino de una mujer mayor a la que habían estafado con las preferentes. Tenemos medios públicos tan independientes que los problemas que afectan al Poder aparecen, muchas veces, perfumados, reducidos, escondidos e incluso ignorados. En El Oasis Vasco tenemos medios públicos tan independientes que también los medios privados tienen miedo a ir demasiado lejos en sus informaciones sobre el Poder.

En El Oasis Vasco no hay puertas giratorias, por eso cuando Ardanza dejó de ser lehendakari fue designado presidente de Euskaltel. Y Josu Jon Imaz fue a Petronor. Y el consejero de Hacienda, Alfonso Basagoiti, terminó de consejero en el BBV. En El Oasis Vasco no hay puertas giratorias porque en las sociedades públicas ni siquiera hay puertas: se entra directo y sin llamar.

En El Oasis Vasco no tenemos bancos malos aunque Kutxabank y Laboral Kutxa aplicaran cláusulas suelo en algunas hipotecas y un juzgado les haya dicho que es ilegal. No hay bancos malos aunque en Euskadi los bancos sigan desahuciando, cobren comisiones irregulares y hayan colocado preferentes de forma ilegal.

En El Oasis Vasco somos tan buenos gestores que mejor no se te ocurra mirar en los libros de contabilidad del Bilbao Exhibition Center ni preguntar demasiado por los sobrecostes del Tren de Alta Velocidad. Somos tan buenos gestores que, si hace falta, se fuerza la ley para favorecer a los equipos deportivos profesionales de fútbol y baloncesto. Tan buenos gestores que casi nadie hace caso a las recomendaciones del Tribunal Vasco de Cuentas para acabar con las irregularidades.

En El Oasis Vasco es mejor no escribir artículos de este tipo, así que paro aquí y otro día cuento más.

En El Oasis Vasco somos gente honrada y el responsable de la lucha contra el fraude en la Hacienda en Bizkaia acabó en la cárcel por beneficiar a cerca de 200 contribuyentes. La Diputación de Bizkaia se retiró de la acusación del juicio poco antes de su celebración y, según cuenta El Correo, no descarta actuar legalmente contra el funcionario que destapó aquel caso y que ha denunciado nuevas irregularidades. Somos tan honrados que el jefe de la oficina tributaria de Irún también terminó en la cárcel por malversar fondos públicos. Tan honrados que una empresaria tuvo que grabar conversaciones privadas para acudir a la Fiscalía a denunciar que dirigentes del PNV le estaban reclamando comisiones ilegales y que entraba “dentro de lo normal”. Tan honrados que, en Alonsotegi, los vecinos se manifiestan con el lema “Stop Corrupción”.

En El Oasis Vasco somos muy emprendedores, aunque es mucho mejor emprender con el dinero de los demás, y a poder ser con el dinero de todos. Y así en Epsilon se montó una empresa con 90.000 euros de capital social y se consiguieron casi 50 millones de euros de dinero público que terminaron en nada. Y con el fallido coche eléctrico Hiriko fueron 17 millones de euros más en subvenciones. En El Oasis Vasco somos tan emprendedores que, bueno, son cosas que pasan, aunque algunos jueces y fiscales se hayan empeñado en investigarlo.