Este blog pretende ser la primera ventana a la publicación de los futuros periodistas que ahora se están formando en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU. Son las historias que los propios estudiantes de periodismo proponen a nuestros lectores.
La lucha por la cultura vegana
Iñigo Crespo es el promotor, desde 2009, de la Asociación Cultura Permanente, que defiende a los vegetarianos, una forma de respeto a los ecosistemas naturales y la sostenibilidad de la que participan actualmente 600 millones de personas en todo el mundo. Una cultura que se comenzó a poner en práctica en Japón y Australia en los años 60.
Iñigo Crespo convivió con la cultura vegana durante más de 10 años en India. Cuando volvió a La Rioja, en 2005, quiso traer un pedacito de su aventura indica y creó la Asociación Cultura Permanente, una pequeña organización que defiende los principios de la permacultura. Para ponerla en práctica se necesitaban comprar terrenos donde poder cultivar y esta asociación era una forma de recaudar fondos para conseguir suelo.
En 2009 la asociación creó las “kedadas veggies”, reuniones de amigos, en principio veganos, que se reunían para comer pinchos por la calle Laurel de Logroño. Estas quedadas eran una forma de ahorrar y promover, de una manera divertida, una parte de la permacultura, la dieta vegetariana y sostenible para el mundo. “Las quedadas se hacen con la filosofía de vino ecológico y pinchos vegetarianos”, aclara Iñigo Crespo. Se reunían todos los meses, el día 10, y los grupos eran de entre 50 y 60 personas. Ahora solo se ha limitado a dos o tres encuentros anuales. “La iniciativa gustó tanto que cada vez asistía más gente y acabó siendo imposible entrar en los bares”, justifica.
Estas reuniones se convirtieron también en una forma de que personas vegetarianas y veganas conocieran más recursos para salir a cenar, ya que en España todavía no se ha desarrollado tanto la cultura vegetariana como en otros países. Según la Asociación Vegetariana Española, menos de un 3% de la población española lleva a la práctica los hábitos vegetarianos. En cambio, la India es el país con más personas vegetarianas del mundo, según datos de la ADA, Asociación Americana de Dietética: hasta un 40% de la población hindú.. Según Crespo, en Logroño se está consiguiendo que existan más opciones para personas vegetarianas. “Es difícil para los vegetarianos, pero después de tantos años en Logroño ya nos conocen, y poco a poco están buscando alternativas” afirma Íñigo.
Tener en cuenta a los vegetarianos
En Logroño, una de las capitales más pequeñas de España, con tan solo 151.962 habitantes, se ha conseguido que se tenga en cuenta a los vegetarianos. Iñigo admite que en España “estamos muy retrasados” en este aspecto. “Somos el mayor huerto ecológico y, al mismo tiempo, estamos entre los países que más carne consumen” –asiente- “Esto se debe a la falta de cultura y a la ignorancia”. La Asociación Cultura Permanente no pide que se abandone totalmente la carne, pero les gustaría que el mundo sea más consciente de los beneficios que tiene una dieta vegetariana, tanto para la propia salud como para contribuir en la mejora de los demás. Insisten en que es urgente “vegetalizar” la dieta, primero y lo más importante por la propia salud; segundo y casi tan importante como la salud, la ética; tercero la sostenibilidad y, por último, la solidaridad con el resto del mundo. Estos cuatro valores son los que mueven a la Asociación Cultura Permanente.
Uno de los problemas más frecuentes entre las personas que deciden dejar de comer productos que provienen de animales es la salud. La carne aporta proteínas y vitaminas que, desde el punto de vista de la mayoría de la gente, no te los aportan solamente la verdura y las legumbres. Iñigo resta validez a esta aseveración. En 1971, Francis Moore publicó su libro Diet for a small planet, en el que explicó una serie de estudios realizados que constataban que la legumbre y el cereal proporcionaban una alimentación dotada de todas las proteínas necesarias para el cuerpo humano. Además, en junio de 2003, la Asociación Americana de Dietética, publicó un documento llamado Journal of the Armerican Dieteteci Association, en el que explica que una dieta vegetariana bien planificada es saludable, nutricional y proporciona beneficios para la salud.
Pero no es solo es la salud. Otro motivo para prescindir de la carne los animales. Su sufrimiento es innecesario. “Cuando hablamos de animales lo hacemos como si nosotros no lo fuéramos” -dice Iñigo Crespo- “Ya en su época Darwin dijo que los hombres y mujeres somos animales humanos”. Los neurofísicos que suscribieron la Declaración de Cambridge especificaron que “los animales no humanos, incluyendo todos los mamíferos y pájaros, y otras muchas criaturas, también poseen sustratos neurológicos” que generan conciencia, al igual que en el ser humano.
Jeremy Rifkin
Otro problema que produce la alimentación omnívora es que se necesitan muchos animales para abastecer a todo el mundo y, con ello, terrenos libres para pasto y granjas, que supone deforestación de los bosques. El economista Jeremy Rifkin, asesor de Ecología durante la administración del presidente Bill Clinton en Estados Unidos, asegura que el consumo de carne de vaca es uno de las causas del cambio climático, y la enorme cantidad de alimento que necesitan las vacas no es uno de los peores problemas: “Estamos destruyendo el Amazonas para alimentarlas. Hay que producir 900 Kilogramos de comida para obtener un kilogramo de carne”, argumenta Rifkin.
La Asociación Cultura Permanente no sólo se mueve por esos tres valores; la solidaridad es otro de ellos. Según datos de la ONU en el mundo hay comida para alimentar a 12.000 millones personas, pero aun así una de cada siete personas pasa hambre en el mundo. Jeremy Rifkin ha demostrado que, si no utilizásemos tanto grano para alimentar a animales, podríamos dar de comer a quienes se mueren de hambre. La Asociación Cultura Permanente resalta la ironía que personas del mundo desarrollado estén muriendo por enfermedades causadas debido a una mala alimentación, sobre todo por exceso de comida, cuando hay niños en el Tercer Mundo muriéndose debido a enfermedades causadas por el hambre.
Iñigo Crespo es el promotor, desde 2009, de la Asociación Cultura Permanente, que defiende a los vegetarianos, una forma de respeto a los ecosistemas naturales y la sostenibilidad de la que participan actualmente 600 millones de personas en todo el mundo. Una cultura que se comenzó a poner en práctica en Japón y Australia en los años 60.
Iñigo Crespo convivió con la cultura vegana durante más de 10 años en India. Cuando volvió a La Rioja, en 2005, quiso traer un pedacito de su aventura indica y creó la Asociación Cultura Permanente, una pequeña organización que defiende los principios de la permacultura. Para ponerla en práctica se necesitaban comprar terrenos donde poder cultivar y esta asociación era una forma de recaudar fondos para conseguir suelo.