Soy Dani Álvarez, presento y dirijo cada mañana Boulevard en Radio Euskadi entre las 6 y las 10 de la mañana. A los 12 años escuché por primera vez a Iron Maiden y me dije “esto es lo mío”. Desde los 22 busco y cuento noticias, y a todas horas escucho Metal. He entrevistado a más lehendakaris (5) que veces he visto a Metallica o he ido a Wacken (4). Decir más sería reiterativo.
Trabajando el Metal cuando nadie regala nada
Quien nunca ha organizado un concierto desconoce por completo el esfuerzo titánico que supone, sobre todo si es la primera vez. El que sólo conoce los conciertos desde la cómoda posición de asistir como público no se imagina lo que hay detrás. El que se ha limitado a pagar una entrada (frecuentemente criticando su alto precio, o el de la bebida, o que no le pongan un masaje de pies incluido) nunca ha sentido ese ridículo que te recorre el cuerpo cuando escribes un email a una banda preguntando cuánto cobran por actuar pensando que se van a reír de ti, y no digamos si es una conversación telefónica con un representante.
Hoy quiero trasladar mi admiración y apoyo a aquellas gentes que desde la base más humilde emprenden proyectos que pretenden llevar la música a su lugar genuino: el directo. Son proyectos que empezaron en conversaciones de bar en las que se sueña con hacer algo grande. Esas razonadas en las que siempre acabamos preguntándonos por qué aquí no podríamos tener un Wacken o un Hellfest. Supongo que vosotros habéis compartido preguntas así con vuestros amigos. Pues bien, por aquí hay muchos soñadores que pasan del sueño a la acción.
Me gustaría que, sólo por unos minutos, os planteeis lo que debe de ser buscar un grupo que se ajuste al dinero que tienes, luego pensar en una sala, alquilar un equipo de sonido, furgonetas para llevar y traer material y personal, comparar precios, reservar hoteles, hacerte autopromoción o pegar carteles. Entre otras mil cosas que no tenías ni idea de que eran imprescindibles. Todo ello pidiendo favores desde el primer minuto. No tienes ni idea de si vas a recuperar el dinero invertido, pero lo que sí tienes claro es que quedarás en deuda con un buen puñado de personas a las que les has pedido favores a cambio de nada.
Todo ello cruzando los dedos para que luego vengan los culosplanos foreros internautas y activistas de Facebook que te acusarán de haber hecho una basura. Tú lo haces para ellos, y ellos se mean en ti.
Desde este próximo fin de semana y hasta mediados de noviembre entre Bizkaia y Gipuzkoa se van a celebrar unas cuantas citas de gente que lo da todo sin esperar prácticamente nada a cambio. Sólo por el amor a la música y al Metal. Así que pensaos si merece la pena acercarse a alguna de estas citas en lugar de escribir la enésima estupidez sobre la nueva canción de Metallica en alguna página de fans usando el Google translator. Os propongo algunas posibilidades, aunque seguro que hay más:
Dimetalfest: en la pequeña localidad de Dima (Arratia, Bizkaia) un grupo de “cuatro locos por el Heavy”, como ellos mismos se autodefinen, van camino de organizar este sábado 24 de septiembre la segunda edición de un festival rural en el que todo el pueblo se vuelca con el ambiente. No hay sólo música: el negro y el cuero recorren los bares desde primera hora, hay comida popular, actividades para niños y autobuses para ir desde Vitoria-Gasteiz y Bilbao. El año pasado hasta la alcaldesa iba con camiseta metalera.
Esta vez, a diez días de la cita se les han caído dos de los grupos del cartel (Lizzies, Black seed) en esos imprevistos que aparecen cuando crees que está todo atado. En un trabajo extraordinario, apenas tardaron unas horas en encontrarles sustitutos. Actuarán In Mute, Jolly joker, In thousand lakes, Eraso, Chivo y Etorkizun beltza
Inkestas: El viernes 30 de septiembre y el sábado 1 de octubre en Sopela (Bizkaia) tendremos otra convocatoria de esas que, no se sabe muy bien cómo, a sus organizadores se les escapan de las manos casi sin tenerlo planificado. El Inkestas va a reunir a varios grupos de estilos muy diversos en medio de actividades que amplifican su impacto y, al igual que en el caso anterior, muestran a la música como un fenómeno multidimensional con exposiciones fotográficas, y los muy útiles juegos para niños que dejan sin excusa a los que tenemos familia.
AzzuRock Fest: En pleno centro del Bilbao turístico de jersey al cuello y gintonic con angostura hay un garito con una casta especial (de la buena): el Azzurro Rock Pub. Entrar en él es siempre una sorpresa. Nunca sabes si te encontrarás un concierto, un karaoke, una fiesta de disfraces o cualquier actividad extravagante surgida del cerebro de su alma máter, un tipo llamado Sergio cuyo cerebro es tan especial como su larga melena plateada. Su bar ha sido objeto de una Ópera Rock y también de un festival, el AzzuRock fest, que este año da un paso adelante: será en el Kafe Antzokia el sábado 1 de octubre con The Name, Los brazos y un nuevo proyecto musical, Kunashir, con ex integrantes de Celsius y Autostereo.
El Festival Metal Norte es casi un clásico del panorama gipuzkoano. La marca Metal norte es un recopilatorio de bandas noveles, una web de noticias y acontecimientos relacionados con el Heavy Metal y varias cosas más que crecen año a año, como el festival que durante el fin de semana del 7 y el 8 de octubre reunirá en la sala Niessen de Errenteria a grupos como Hamlet, Leize o Flitter. Cuando uno alcanza la séptima edición es que ya empieza a pensar en cosas grandes con una base razonable.
Halloween Metal Fest de Bermeo: Spookypheria Productions (que ya hay que ser retorcido para ponerse ese nombre) son un grupo de chavales de Bermeo que no saben estarse quietos. Les da igual un festival de cine gore que una fiesta ochentera o un festival de Metal, la cosa es estar enredando y creando fiesta. El año pasado pude conocer el Halloween Metal Fest y os puedo asegurar que merece la pena. No sólo porque se hace en un recinto excelente, el Kafe Antzokia del pueblo, sino porque la salud mental de los asistentes es digna de estudio: disfraces, numeritos, diversión y buen ambiente. Este año será el 12 de noviembre y cuentan con un cartel muy cañero y dos joyas que no son fáciles de ver por aquí: los pamploneses Diabulus in Musica, con su fantástica cantante Zuberoa Aznárez, y Overdry.
Insisto, seguro que hay muchas más alternativas, pero estas son una buena muestra. Estar en alguna de ellas es no sólo una buena oferta de ocio, también es una manera de darle las gracias a quienes sacan días de su tiempo libre para visibilizar el Metal. Una pregunta me queda pendiente: ¿Qué seríamos capaces de hacer si se reunieran todas estas fuerzas y cabezas pensantes? Ahí lo dejo.
Quien nunca ha organizado un concierto desconoce por completo el esfuerzo titánico que supone, sobre todo si es la primera vez. El que sólo conoce los conciertos desde la cómoda posición de asistir como público no se imagina lo que hay detrás. El que se ha limitado a pagar una entrada (frecuentemente criticando su alto precio, o el de la bebida, o que no le pongan un masaje de pies incluido) nunca ha sentido ese ridículo que te recorre el cuerpo cuando escribes un email a una banda preguntando cuánto cobran por actuar pensando que se van a reír de ti, y no digamos si es una conversación telefónica con un representante.
Hoy quiero trasladar mi admiración y apoyo a aquellas gentes que desde la base más humilde emprenden proyectos que pretenden llevar la música a su lugar genuino: el directo. Son proyectos que empezaron en conversaciones de bar en las que se sueña con hacer algo grande. Esas razonadas en las que siempre acabamos preguntándonos por qué aquí no podríamos tener un Wacken o un Hellfest. Supongo que vosotros habéis compartido preguntas así con vuestros amigos. Pues bien, por aquí hay muchos soñadores que pasan del sueño a la acción.