Una nueva ventana desde la que mirar al mundo a través de las historias y la mirada del periodista Iñaki Makazaga (Vitoria, 1982). 'Piedra de Toque' es un blog especializado en viajes, montaña y cooperación, donde el contenido no solo se lee, sino que también se escucha.
Navegamos en la goleta Atyla para unir Canarias, las Azores y Bilbao al estilo del siglo XVIII
Un solo golpe de aire sobre las velas le basta a la goleta Atyla para comenzar a navegar. Construido íntegramente en madera, este barco escuela permite a los que navegan en él vivir las mismas sensaciones que tenían los marineros del siglo XVIII. Diseñada con los mismos cánones de esa época, transporta en el tiempo a los viajeros para disfrutar de esa misma experiencia.
Aprovechamos que el periodista y guía de viajes Xabier Bañuelos se encuentra a bordo de la goleta para comprobar cómo es la vida en alta mar. Y conectamos con él desde 'Piedra de Toque' a punto de unir las Azores con Bilbao, tras haber navegado ya desde Canarias a las Azores. En total, vivirá en este barco de 30 metros de eslora lo que se tarda en culminar las 3.000 millas náuticas necesarias para completar la ruta.
Construido a finales de los 80 para dar la vuelta al mundo por la ruta de Magallanes y Elcano, la goleta Atyla es ahora el único barco escuela de estas características construido en España. Con base en Bilbao, atracado frente al Museo Marítimo Itsasmuseum, desarrolla un proyecto de innovación social que permite a los que navegan en él desconectar de la tecnología, aprender conceptos básicos de navegación y convivir con una tripulación internacional durante los días que dura la travesía.
Así lleva desde 2014 y por la misma cubierta desde la que ahora contempla el mar Xabier Bañuelos han pasado ya miles de alumnos de todo el mundo. “La experiencia es maravillosa hasta cuando mareado te quieres morir”, explica Bañuelos, a punto de comenzar su regreso a Bilbao.
Un barco es un buen lugar para conocerse a uno mismo: aquí tienes que aprender a sufrir y a disfrutar. Vives un viaje por el interior y otro por el exterior
Al haber sido construido con las técnicas del siglo XVIII, obliga a toda su tripulación a estar las 24 horas pendiente de gobernarlo de manera manual. “Cada cuatro horas realizamos un relevo de la tripulación de guardia y nos exige estar en todo momento dispuestos para todo: a vivir sorpresas como avistar ballenas, por un lado, y a resistir a las rutinas más tediosas, por otro”, explica, para reconocer a continuación que está encantado.
“Un barco es un buen lugar para conocerse a uno mismo: aquí tienes que aprender a sufrir y a disfrutar. Vives un viaje por el interior y otro por el exterior”, relata Bañuelos, mientras surca en esta singular goleta una ruta habitual de todos los barcos que realizaban la transoceánica con paradas en Canarias y las Azores.
Escucha ahora el podcast y descubre las sensaciones que está viviendo Xabier Bañuelos en este gran barco de madera:
Un solo golpe de aire sobre las velas le basta a la goleta Atyla para comenzar a navegar. Construido íntegramente en madera, este barco escuela permite a los que navegan en él vivir las mismas sensaciones que tenían los marineros del siglo XVIII. Diseñada con los mismos cánones de esa época, transporta en el tiempo a los viajeros para disfrutar de esa misma experiencia.
Aprovechamos que el periodista y guía de viajes Xabier Bañuelos se encuentra a bordo de la goleta para comprobar cómo es la vida en alta mar. Y conectamos con él desde 'Piedra de Toque' a punto de unir las Azores con Bilbao, tras haber navegado ya desde Canarias a las Azores. En total, vivirá en este barco de 30 metros de eslora lo que se tarda en culminar las 3.000 millas náuticas necesarias para completar la ruta.