Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Más funciones, menos ertzainas
La Guardia Civil ofrece seguridad integral en los puertos, abarcando seguridad ciudadana y custodia de instalaciones, lo que requiere destinar, solo a los puertos de Bilbao y Pasajes, alrededor de 340 agentes, 24 horas, 365 días. El Gobierno vasco mantiene a la Ertzaintza por debajo de su dotación prevista. 7.400 agentes para cubrir las funciones de 8.000 y una tasa de reposición negativa, con más jubilaciones que incorporaciones. El propio Departamento de Seguridad prevé que bajemos de los 7.300 en 2026.
Pese al evidente aumento de la criminalidad, tanto en número de delitos, como en su gravedad, cada vez hay menos ertzainas y el porcentaje del presupuesto vasco destinado a Seguridad es menor cada año. La Ertzaintza hoy subsiste exclusivamente porque los ertzainas somos los únicos funcionarios a los que se nos obliga continuamente a meter horas extra. Y, dado que igualmente somos los únicos a los que se paga la hora extra por debajo de la hora ordinaria, se consigue el objetivo de tener una policía muy barata.
Lamentablemente este bajo coste implica que cada vez demos peor servicio. Llevamos años con esta deriva, pese a que, a diario, surgen noticias que evidencian nuestras carencias. Sencillamente no podemos cumplir con lo que se nos exige por una pura falta de personal y de medios.
Podríamos concluir que al Gobierno vasco no le interesa la seguridad y mantiene una preocupante desatención por la Ertzaintza. Una situación que quedaría confirmada por el nulo acercamiento del nuevo Gobierno a los ertzainas. Por eso sorprende que ahora se venda como un gran logro asumir la seguridad de puertos y aeropuertos.
Cambiar el apoyo en Madrid por aumentar las funciones de una Ertzaintza exhausta tiene únicamente interés político y se olvida completamente de lo que debería ser el fin de cualquier policía: la seguridad. Hemos normalizado que lo último que se tenga en cuenta en la toma de decisiones es que seamos efectivos.
Con este panorama nos preguntamos cómo lo vamos a hacer. Hasta ahora la seguridad de estos dos puertos requería de 340 agentes mientras nuestra realidad es que se están cancelando pruebas deportivas y eventos festivos porque la Ertzaintza no tiene personal para cubrirlos. Es inasumible. Insistimos en que somos 600 menos de lo que requieren las funciones que ya tenemos.
Conociendo la forma en la que esta Administración “soluciona” este tipo de problemas, prevemos que la seguridad que la Ertzaintza dará a los puertos se sustentará en enviar un par de patrullas que habrá que restar de la Protección Ciudadana de otros destinos. El control de tráfico de mercancías ilegales o peligrosas, el control de polizones e inmigración ilegal, la protección de miles de contenedores expuestos al robo… Es algo que, si no se ve, no parece existir. También conocemos esa forma de bajar el número de delitos.
Pero en este caso concreto tenemos que las operadoras que trabajan con los puertos vascos exigen seguridad y no basta con decirles que todo está bien. Van a ser estas grandes compañías internacionales las que comprueben si la Ertzaintza va a garantizar su seguridad y la de sus cargas igual que se venía haciendo hasta ahora.
Cuando hablamos de irresponsabilidad política es porque el mismo Gobierno vasco que quiere asumir esta responsabilidad sabe perfectamente que no puede cubrirla. Igual que deberían saber que las grandes operadoras tienen ahí mismo el puerto de Santander, que ya es, y seguirá siendo, uno de los puertos más seguros del estado.
En definitiva, que una decisión puramente ideológica no solo va acentuar la deriva de esta Policía, cada vez más cerca de la incapacidad operativa. Va a suponer un riesgo de muchos millones de euros que van a dejar de llegar a nuestros puertos, para hacerlo a otros que, con toda lógica, sí asumen que para ser seguros hay que tener policías y medios.
Desde Euspel venimos reclamando la ampliación de la plantilla a 9.000 efectivos. Somos testigos de primera línea de cómo estamos perdiendo la seguridad en Euskadi y los más sorprendidos cuando, no solo no crecemos, sino que cada año se reduce el número de agentes y el presupuesto.
Y en una Ertzaintza al límite, asumir competencias de este calado, con una exigencia que parte de varios cientos de agentes y medios materiales que no tenemos, nos parece una temeridad. Una decisión de una gran irresponsabilidad. Concluimos con que, como ertzainas, estaremos encantados y orgullosos de cubrir la seguridad también en nuestros puertos, pero basta analizar cualquiera de los indicadores que hemos descrito en esta nota, todos ellos fácilmente constatables, para tener que asumir que, al menos hoy, la Ertzaintza no está capacitada para hacerlo.
La Guardia Civil ofrece seguridad integral en los puertos, abarcando seguridad ciudadana y custodia de instalaciones, lo que requiere destinar, solo a los puertos de Bilbao y Pasajes, alrededor de 340 agentes, 24 horas, 365 días. El Gobierno vasco mantiene a la Ertzaintza por debajo de su dotación prevista. 7.400 agentes para cubrir las funciones de 8.000 y una tasa de reposición negativa, con más jubilaciones que incorporaciones. El propio Departamento de Seguridad prevé que bajemos de los 7.300 en 2026.
Pese al evidente aumento de la criminalidad, tanto en número de delitos, como en su gravedad, cada vez hay menos ertzainas y el porcentaje del presupuesto vasco destinado a Seguridad es menor cada año. La Ertzaintza hoy subsiste exclusivamente porque los ertzainas somos los únicos funcionarios a los que se nos obliga continuamente a meter horas extra. Y, dado que igualmente somos los únicos a los que se paga la hora extra por debajo de la hora ordinaria, se consigue el objetivo de tener una policía muy barata.