Podemos Euskadi, entre la renovación y el continuismo

El proceso de primarias de Podemos Euskadi ha dejado atrás la fase de las etiquetas con las que se cataloga a las candidaturas. La campaña se centra en el debate de los proyectos que las respaldan. Entre las seis personas que aspiran a ocupar la secretaría general se decantan dos con mayores posibilidades de lograrlo: María Valiente que encabeza la lista Denontzat Para Todas y Lander Martínez la de Guztiok Bat. Tienen perfiles humanos distintos y presentan propuestas diferenciadas que facilitan la opción de voto, pero como los programas políticos lo aguantan todo, puede resultar determinante “el análisis concreto de la situación concreta”.

En la breve historia de Podemos Euskadi aparece un episodio trascendental que influye sobremanera en el contexto político y en el ánimo de la militancia: la pérdida en las elecciones al Parlamento Vasco de setiembre de 2016 de más de la mitad de los votos conseguidos tres meses antes en las elecciones generales. Tal revés, justificado desde la dirección del partido como consecuencia del “voto dual vasco”, tuvo repercusiones inmediatas: en vez de Pili Zabala la portavocía del grupo parlamentario Elkarrekin Podemos la asumió Lander Martínez y en el debate de investidura se renunció a presentar candidatura a la lehendakaritza, cediendo desde la primera sesión el liderazgo de la oposición a EH Bilbu. Con tales premisas era inevitable que la imagen pública de Podemos se fuese difuminando, situándose en los sondeos de opinión como cuarta fuerza electoral de Euskadi, por detrás del PSOE.

Arrastrando ese lastre opta Lander Martínez a alcanzar desde la secretaría de organización la secretaría general, sin que en su historial político y asociativo aparezca otra dedicación que no sea ocupar cargos en Podemos Euskadi. El proyecto con el que se presenta es deliberadamente continuista. En los documentos que defiende no hay elementos innovadores significativos. María Valiente aporta a la política la experiencia profesional acumulada en la enseñanza pública, complementada con su actividad en las Juntas Generales de Gipuzkoa. El modelo organizativo que defiende está basado en el estricto cumplimiento de los acuerdos de Vistalegre II. Prioriza por tanto las medidas de participación y control desde la base.

Otro elemento que sin duda influirá en la elección es la concurrencia de cargos. No es posible desempeñar a pleno rendimiento dos cargos de máxima responsabilidad, con sus múltiples derivaciones orgánicas e institucionales. Es una complicación que afecta a Lander Martínez, no a María Valiente. Para acabar con la hegemonía política del PNV tal vez haya que empezar por aplicar un modelo similar de incompatibilidad de cargos. De hecho, la propuesta más asumida y nunca aplicada de la Asamblea Ciudadana de Podemos Euskadi es: “una persona, un cargo”.

El 15 de diciembre, al conocerse los resultados de las primarias, bastará saber si la secretaría general la ocupará María Valiente o Lander Martínez, para poder deducir si en Podemos Euskadi habrá renovación o continuismo, con todas las implicaciones que conlleva esa disyuntiva. De ello depende que se resuelvan las principales carencias del partido: integración de las corrientes en los órganos de dirección, descentralización y reparto de responsabilidades, carisma para ilusionar a la militancia, capacidad de liderazgo para recuperar el apoyo perdido entre la ciudadanía y poder constituir una herramienta de transformación social.

*Luis Alejos es sociólogo, milita en Podemos Euskadi

El proceso de primarias de Podemos Euskadi ha dejado atrás la fase de las etiquetas con las que se cataloga a las candidaturas. La campaña se centra en el debate de los proyectos que las respaldan. Entre las seis personas que aspiran a ocupar la secretaría general se decantan dos con mayores posibilidades de lograrlo: María Valiente que encabeza la lista Denontzat Para Todas y Lander Martínez la de Guztiok Bat. Tienen perfiles humanos distintos y presentan propuestas diferenciadas que facilitan la opción de voto, pero como los programas políticos lo aguantan todo, puede resultar determinante “el análisis concreto de la situación concreta”.

En la breve historia de Podemos Euskadi aparece un episodio trascendental que influye sobremanera en el contexto político y en el ánimo de la militancia: la pérdida en las elecciones al Parlamento Vasco de setiembre de 2016 de más de la mitad de los votos conseguidos tres meses antes en las elecciones generales. Tal revés, justificado desde la dirección del partido como consecuencia del “voto dual vasco”, tuvo repercusiones inmediatas: en vez de Pili Zabala la portavocía del grupo parlamentario Elkarrekin Podemos la asumió Lander Martínez y en el debate de investidura se renunció a presentar candidatura a la lehendakaritza, cediendo desde la primera sesión el liderazgo de la oposición a EH Bilbu. Con tales premisas era inevitable que la imagen pública de Podemos se fuese difuminando, situándose en los sondeos de opinión como cuarta fuerza electoral de Euskadi, por detrás del PSOE.