Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Un trabajo en equipo, un pacto de país
“Él nunca me agredió físicamente, pero hay cicatrices que tardan más en curarse… Cuando tenía una cena de trabajo, me decía 'no sé qué tienes que hacer ahí'. No admitía que tuviese una vida fuera… Me dijo ”o tus amigas o yo“… Era abrir yo la boca y todo parecerle mal… Y vas haciéndote cada vez más pequeña”.
Estos son algunos de los testimonios reales de mujeres mayores que han participado en la campaña creada por Emakunde para este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra Las Mujeres. Son testimonios que nos muestran las muy diversas maneras de ejercer la violencia contra las mujeres, así como la diversidad de las mujeres que pueden ser víctima de la violencia machista. También nos muestran una realidad: que tan solo hace unas décadas el problema de la violencia contra las mujeres era un problema personal, doméstico, que se ocultaba bajo un manto de normalidad en una sociedad en la que las mujeres debían pedir permiso a sus maridos para salir al extranjero, para trabajar o para abrir una cuenta corriente. Y que hoy se ha convertido en un problema social ante el que el conjunto de la ciudadanía está cada vez más sensibilizada.
En este contexto, las administraciones públicas nos enfrentamos al problema de la violencia contra las mujeres conscientes de su complejidad y de que no hay atajos ni fórmulas mágicas que vayan a solucionarlo de la noche a la mañana. Sabemos cuál es el origen de esta violencia: la desigualdad estructural de mujeres y hombres en nuestra sociedad. Y sabemos que es indispensable trabajar en igualdad para poder construir una sociedad libre de violencia contra las mujeres. También somos conscientes de que la desigualdad afecta a todos los ámbitos de nuestra vida. Es por ello que ponemos todo nuestro empeño en trabajar de manera transversal y coordinada entre los departamentos del Gobierno, las diputaciones, los ayuntamientos, las asociaciones… Y es que el trabajo por la igualdad y por una vida libre de violencia contra las mujeres es un trabajo en equipo.
Necesitamos un gran pacto de país por una sociedad libre de violencia contra las mujeres. Con este objetivo hemos aprobado la nueva propuesta de modificación de la Ley vasca para la Igualdad, que va a suponer un refuerzo de los recursos económicos, humanos y técnicos para el desarrollo de las políticas de igualdad. Por ello este Gobierno ha apostado también esta legislatura por la creación por primera vez en la historia de un departamento de Igualdad, que está dispuesto a reforzar la coordinación interdepartamental e interinstitucional para hacer frente al enorme desafío que supone la violencia estructural contra las mujeres. Estamos corriendo una larga maratón, una carrera de larga distancia, en la que la clave es el trabajo de sensibilización con los y las más jóvenes, desde la convicción de que si en los centros de enseñanza no educamos en igualdad, la desigualdad seguirá siendo contagiosa.
Seguiremos trabajando en el corto plazo para ofrecer una atención integral a todas las víctimas de la violencia contra las mujeres, con especial atención a las que se encuentren en situación de mayor vulnerabilidad, y seguiremos reforzando la sensibilización y la prevención para impulsar el necesario cambio de valores en nuestra sociedad.
“Ahora me toca vivir”, concluye una de las víctimas de violencia que han tomado parte en nuestra campaña del 25 de Noviembre. Desde el Gobierno Vasco vamos a hacer todo lo posible por impulsar un pacto de país que permita que así sea, que ninguna mujer tenga que vivir en nuestra sociedad bajo la amenaza de sufrir violencia por el hecho de ser mujer.
“Él nunca me agredió físicamente, pero hay cicatrices que tardan más en curarse… Cuando tenía una cena de trabajo, me decía 'no sé qué tienes que hacer ahí'. No admitía que tuviese una vida fuera… Me dijo ”o tus amigas o yo“… Era abrir yo la boca y todo parecerle mal… Y vas haciéndote cada vez más pequeña”.
Estos son algunos de los testimonios reales de mujeres mayores que han participado en la campaña creada por Emakunde para este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra Las Mujeres. Son testimonios que nos muestran las muy diversas maneras de ejercer la violencia contra las mujeres, así como la diversidad de las mujeres que pueden ser víctima de la violencia machista. También nos muestran una realidad: que tan solo hace unas décadas el problema de la violencia contra las mujeres era un problema personal, doméstico, que se ocultaba bajo un manto de normalidad en una sociedad en la que las mujeres debían pedir permiso a sus maridos para salir al extranjero, para trabajar o para abrir una cuenta corriente. Y que hoy se ha convertido en un problema social ante el que el conjunto de la ciudadanía está cada vez más sensibilizada.