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Cien años de Néstor Basterretxea, artista al que le ilusionaba desde “diseñar sillas” hasta “dar forma a la mitología vasca”

Néstor Basterretxea (a la izquierda), con el escultor y poeta Jorge Oteiza, amigo suyo, en 1979

Rubén Pereda

Vitoria —

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El 6 de mayo de 2024 se cumplirán cien años del nacimiento del polifacético artista vasco Néstor Basterretxea, que cultivó campos tan dispares como la pintura, la escultura, el diseño y la dirección de cine. La marcada fecha se va a conmemorar a lo largo de los próximos meses con una larga lista de actividades, entre las que se cuentan el lanzamiento de una página web y de una línea cronológica interactiva, así como exposiciones, monográficos sobre su obra y también la restauración y el acondicionamiento de una de su autoría que se encontró perdida en el monte hace no mucho tiempo. “El gran cometido de este centenario será el de repasar, releer y reinterpretar su trabajo”, ha destacado este viernes Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco, una de las instituciones que, junto con el Parlamento Vasco, la Diputación de Álava y otras más, han impulsado codo con codo con la familia todo el plantel de actividades.

Dos de los hijos de Basterretxea han trazado, mezclando euskera con castellano, un recorrido por la vida del artista, desde su nacimiento en 1924 en Bermeo —hijo de “madre activista y padre del PNV que vivía pensando en la política”— hasta que fue componiendo sus últimas obras y finalmente falleció en julio de 2014. “Tuviste una gran imaginación que te llevaba a territorios más seguros donde la belleza se imponía sobre todo lo demás. Os escapabais de aquellos muros y os echabais al monte con la ingenua ilusión de que venceríais las miradas del alguacil y de toda la familia y llegaríais a Bilbao”, han rememorado. “Con mucha fe te hiciste ateo”, le han dicho, y han destacado cómo tuvo en la mente y en las manos “el poder transformador del arte”, que le permitió “descubrir otro lenguaje y otras preguntas, pero sobre todo que el cambio era necesario”. Basterretxea fue un niño del exilio, pues la Guerra Civil lo condujo a Argentina, donde, según sus hijos, la diáspora le recordaba a sus orígenes. Allí entabló amistad con el escultor y poeta Jorge Oteiza, que también sorteó la contienda en el refugio de América del Sur, y cultivó una admiración y un amor por él que nunca se apagaría, según el relato de sus hijos.

El arte, entendido en todas sus acepciones, marcó la vida de Basterretxea. “Un color, una raya, todo lo que parecía ingenuo e inerte se convertía en elementos de una estética personal que rescataba significados nuevos. Utilizando la intuición, conspirabas para escapar del caos”, han recalcado sus hijos. Ramiro González, diputado general de Álava, ha subrayado la importancia de celebrarlo en el centésimo aniversario de su nacimiento “por su incuestionable compromiso con la cultura y el arte de este país”. “Dejó su impronta en todos los empleos que desarrolló en vida, desde el arte hasta la representación institucional”, ha alabado. En esa misma línea, Zupiria ha significado que fue capaz de desarrollar un lenguaje propio y que también quiso “incidir en la vida cotidiana” a través del diseño de “muebles y objetos, de espacios para vivir”. “La obra de Néstor Basterretxea no se entiende sin atender a su compromiso con el arte y su país. Entendía el arte como una herramienta al servicio de su pueblo”, ha dicho.

El año 2024 va a estar marcado por una larga lista de actos conmemorativos, que irán desde el lanzamiento de una página web dedicada al artista y de una línea del tiempo con los hitos de su biografía conectada con un mapa que situará sus obras geográficamente hasta la presentación de programas audiovisuales y exposiciones. Desde el 10 de mayo hasta el 22 de septiembre, el museo Artium de Vitoria presentará el archivo del artista, mientras que el Museo de Bellas Artes de Bilbao le va a dedicar desde el 28 de febrero hasta el 26 de mayo una exposición que se centra en su actividad como diseñador y arquitecto. Irún va a centrarse en la relación que el artista tejió con la localidad guipuzcoana entre 1957 y 1975, y el Museo de la Máquina Herramienta de Elgoibar organizará talleres creativos, proyecciones y coloquios. Ya en otoño, su obra estará también presente en la ciudad estadounidense de Reno y en la argentina de Buenos Aires. Una escultura titulada 'Araba' y desaparecida a comienzos del milenio se rescató hace dos años en la cima del monte Aratz y ahora, restaurada y acondicionada, se va a exponer en el municipio alavés de Asparrena. Se puede consultar en este enlace el programa completo, con la fecha y una breve explicación de todas las actividades.

“Tu oficio fue tu suerte”

“Tuviste tus patrias, por las que te afanaste con cientos de ideas que fueron definiendo tu camino multidisciplinar”, han ahondado sus hijos, que han rememorado cómo se “ilusionaba” con retos tan dispares que iban desde “diseñar una silla” hasta “dar forma a la mitología vasca”. Bakartxo Tejeria, presidenta del Parlamento Vasco, ha querido celebrar la “íntima relación” que une a la Cámara con el artista, pues en 1979 se encargó de confeccionar una escultura arbórea que desde entonces caracteriza a la institución. “En el Parlamento Vasco, casa de la palabra y la ley, los parlamentarios seguimos tomando acuerdos reunidos bajo este roble de siete ramas, creación de Basterretxea. 'Izaro' es la expresión del legislativo de Euskadi y, como el árbol de Gernika, representa el árbol de la verdad”, ha apuntado.

“Tu oficio fue tu suerte”, le han recordado sus hijos, y han señalado cómo se afanaba durante “tantas y tantas horas de trabajo sintiendo que no había tiempo que perder”, incluso cuando luego la censura eclesiástica borrase de un plumazo sus primeras pinturas murales. “Cien años son mucho tiempo para los sueños que nacen viejos, pero no para los que nos han acompañado hasta aquí”, han apostillado.

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