La COVID-19, bajo mínimos en las residencias de Gipuzkoa: no ha habido decesos desde mediados de agosto

Las residencias de Gipuzkoa, el único territorio vasco que mantiene actualizada la evolución de la COVID-19 en los centros de mayores, llevan prácticamente un mes sin conocer decesos por esta causa coincidiendo con una desescalada generalizada de la pandemia en la sociedad tras el pico hospitalario y de mortandad de julio. Es más, entre el 26 y el 31 de agosto, según las estadísticas oficiales, no consta que existiera ni un solo caso positivo activo de coronavirus, aunque en los últimos días la incidencia se ha reactivado, a niveles bajos, eso sí.

Desde mediados de agosto, ha habido brotes en Julián Rezola -por partida doble-, Aldakonea y Sanitas Miramón de Donostia, en Iurreamendi de Tolosa, en Sanmarkosene de Errenteria, en Mizpirualde de Bergara y en Santiago de Villabona. Los que se mantienen activos son el de Mizpirualde -tres casos-, el de Santiago -dos- y el de Sanitas Miramón -uno-. Se da la circunstancia de que la residencia de Bergara vive su séptimo episodio de COVID-19 desde el inicio de la pandemia y que seis de ellos se han producido desde diciembre a esta parte, es decir, desde la aparición de la variante ómicron del Sars-Cov-2. Por su parte, el centro de Sanitas en Donostia acumula ocho brotes, cinco en lo que va de año.

Gipuzkoa encara una nueva fase de la pandemia -a la espera de las nuevas dosis de refuerzo- con 421 fallecidos hasta ahora, 168 de ellos en la primera ola. Los positivos totales rondan los 5.000, según las estimaciones de este periódico. En el conjunto de Euskadi ha habido al menos 1.255 decesos en las residencias. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad -con base en los datos del Imserso- eleva esa cifra a 1.374 y remarca que ha habido una muerte en Euskadi en las últimas semanas, probablemente de Bizkaia o Álava, que no hacen públicos sus datos.