Los críticos de EA denuncian la llegada de expedientes de expulsión a su líder, Maiorga Ramírez, y cuatro dirigentes
Una instructora de Eusko Alkartasuna (EA, partido integrado desde el inicio de la coalición EH Bildu), la expresidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Lohitzune Txarola, ha notificado a cinco representantes del sector crítico del partido un expediente con hasta siete posibles faltas muy graves y, por lo tanto, con posibilidad de acabar en expulsión. Son el líder de esta corriente, Maiorga Ramírez, miembro también de la Mesa del Parlamento de Navarra, los coordinadores de Álava, Gipuzkoa y Navarra, Iratxe López de Aberasturi (edil en Vitoria), Mikel Goenaga (edil en Zarautz) y Miren Aranoa, y la responsable en Pamplona, Esther Korres. Fuentes de los denunciados insisten en subrayar en que desconocen el hecho que origina el expediente.
Este episodio, conocido este viernes, es el enésimo capítulo de la batalla interna que se vive en EA, cuyo sector crítico entiende que el histórico partido fundado por el lehendakari Carlos Garaikoetxea en 1986 como escisión del PNV se está quedando diluido en la izquierda abertzale. En estos meses, se ha discutido sobre el reparto de cargos pero incluso sobre la posición política en lo tocante a la “condena” de actos de violencia. Ramírez planteó en las primarias de 2019 una candidatura alternativa a la representante oficial y ahora secretaria general, Eva Blanco, aunque fue anulada por no cumplir con el requisito de avales. Sin embargo, una reciente sentencia ha estimado que se vulneraron los derechos políticos de esta plancha. Los críticos exigen una repetición inmediata de esas elecciones internas, “poner urnas en los alkartetxes”.
Ramírez ofreció el martes en Donostia una rueda de prensa sobre esta pugna y con sus exigencias. 72 horas después, ha vuelto a comparecer. “Desgraciadamente, hoy tengo que anunciar que ya he recibido la respuesta de Eva Blanco: la apertura de un expediente disciplinario de expulsión, notificado mientras se estaba produciendo aquella rueda de prensa. Está enmarcado en un macrosumario que afecta también a la coordinadora de Navarra, la coordinadora de Álava, el coordinador de Gipuzkoa y la coordinadora de Pamplona, todos ellos elegidos democráticamente, un afiliado un voto, por la afiliación de EA”, ha señalado Ramírez. Y es que este sector niega la legitimidad a Blanco. Considera que su cargo es “en funciones” por haber salido de unas primarias ahora anuladas y que no tiene más competencias que las de organizar un proceso interno.
Según los críticos, los expedientes son una “aberración”, un ejemplo de “actitud dictatorial” por parte de Blanco. “No le importa el daño reputacional permanente que causa a EA, un partido que nació para hacer respetar los derechos, no para vulnerarlos, y ser ejemplo de democracia interna”, han añadido los críticos, que subrayan que otra de sus dirigentes, Begotxu Olaizola, ya estaba expedientada. Formalmente, este grupo apela también a que Arnaldo Otegi como coordinador y EH Bildu como organización sean “neutrales” en los debates de uno de sus integrantes. Componen también la coalición Sortu, Alternatiba (escisión de IU) e independientes, ya que Aralar optó por disolver sus estructuras y pasar a ser 'bilkides'.
Desde el partido, se ha respondido con un comunicado con titular ya elocuente: “Ante las falsas afirmaciones de Maiorga Ramírez”. EA explica que la secretaria general “no ha incoado ningún expediente” ya que se trata de un procedimiento de oficio tras la denuncia de afiliados. Tampoco se especifican los motivos exactos. Sí se indica que se han denunciado acciones que podrían contravenir los estatutos y el reglamento disciplinario, “aprobados democrática y mayoritariamente por la afiliación”. Otras fuentes consultadas indican que no se pueda dar por hecha la expulsión porque lo que se ha hecho es iniciar el expediente y no hay conclusiones y lamentan que se sitúen fuera sin confiar en el trámite de alegaciones que se ha abierto. Además, el sector oficial recalca que la secuencia temporal no es como la dibujan sus adversarios, que la comunicación no es una “respuesta” a la comparecencia pública sino una coincidencia por tratarse de un asunto previo al que ahora se dado curso.
Sobre la situación política, el equipo de Blanco sostiene que “el partido está en un proceso congresual”, denuncia que se extiendan “sospechas de trampeo” por parte de los críticos y lamentan que este sector haya judicializado la vida interna en EA. “Llegó el partido a los tribunales, ha alargado todos los trámites, ha recurrido todas las sentencias y, de hecho, es quien a día de hoy mantiene a dos miembros de la actual Ejecutiva Nacional encausados por la vía penal”, señala la dirección sobre quien es su principal cargo institucional en Navarra y el segundo de todo el partido tras la propia Blanco, vicepresidenta en el Parlamento Vasco.
Voces de ambas partes sostienen que el conflicto está muy enquistado. Además, está trufado de acusaciones que han pasado de lo político y orgánico a lo personal en algunas ocasiones. El congreso podría celebrarse en febrero o marzo de 2022. El anterior fue en 2017. En él, los críticos disputaron la secretaría general pero venció Pello Urizar, quien con su dimisión en 2019 reabrió la pugna. El lehendakari y fundador, Carlos Garaikoetxea, se ha pronunciado a favor de Ramírez y defiende que EA no puede quedar disuelta en EH Bildu, que debería reformularse como coalición de partidos. “Lo de Hamaikabat fue mucho menos que esto”, reflexiona una fuente de EA mencionando una escisión surgida cuando se produjo el acercamiento a la izquierda abertzale, un grupo liderado por Iñaki Galdos que acabó próximo al PNV en algunos casos o alejado de la política en otros.
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