Cuatro ayuntamientos de Bizkaia han iniciado un proceso de OPE conjunta para promover un modelo de Policía alternativo y contar con agentes locales de “cercanía”, que “conozcan el pueblo” en el que van a trabajar y “sepan euskera”. Se trata de los consistorios de Ondarroa, Lekeitio y Markina-Xemein, los tres gobernados por EH Bildu, y también el ayuntamiento de Lemoa, con alcaldía del PNV. Entre sus pretensiones está que estos agentes municipales no lleven pistola, pese a que la ley de Policía vasca de 2019 deja claro que los agentes de los cuerpos de seguridad prestarán sus servicios con armas. Como adelantó este periódico, el Gobierno vasco, de hecho, está preparando un decreto, que puede aprobarse el año que viene, para desarrollar dicha norma y que marcará los plazos para que los consistorios cumplan con la obligación de que sus agentes lleven armas: un año los de más de 5.000 habitantes y cinco para los más pequeños -solo Lemoa tiene menos de 5.000 habitantes-.
Todo apunta a que la intención de estos ayuntamientos chocará de plano con la normativa. “En Euskadi, es obligatorio que los policías lleven armamento desde que se aprobó la ley” en la que se recoge que si algún ayuntamiento decide que no lleven armas, tendría que decidirlo el alcalde, “motivadamente, previo informe de la jefatura de policía local”, tal y como se recoge en el articulado, señalan desde el Departamento de Seguridad. Y ello “siempre que no comporte un riesgo racionalmente grave para la vida o integridad física del personal funcionario o de terceras personas”, como señala la normativa. Es decir, no podrían realizar las labores que ahora se entienden que son las de una Policía local. “Defendemos lo que dice la normativa en vigor: las Policías locales son cuerpos armados y las armas de fuego deben ser proporcionados por la entidad local correspondiente”, insisten desde el Gobierno vasco.
Los alcaldes de estos municipios argumentan que no es necesario que los policías locales de sus pueblos lleven armas de fuego por la baja tasa de delincuencia de estos municipios: “En un modelo policial comunitario no le vemos hueco a las armas de fuego. Hay un nivel de delincuencia bajo. No le vemos mucho sentido”, ha señalado la alcaldesa de Ondarroa, Urtza Alkorta, en Euskadi Irratia. “El 90% de los trabajos que llevan a cabo nuestros policías locales no es de Policía propiamente dicho”, afirma en el mismo sentido la alcaldesa de Markina-Xemein, Iratxe Lasa. “Es una actividad de contacto y ayuda al ciudadano. No se entiende necesario que para eso tengan que llevar armas” afirma. “Ha pasado ya más de dos veces que los policías que llegan de Arkaute no duran ni una semana porque no les parece un trabajo policial como tal”, afirma.
La ley de Policía se aprobó en el Parlamento con los votos del Gobierno, PNV, PSE-EE, y el apoyo del PP, pero con el 'no' de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, por lo que no parece casualidad que tres de los cuatro ayuntamientos estén gobernados por la coalición abertzale, contraria a extender el uso de armas entre los policías locales. Aunque desde los consistorios aseguran que la OPE conjunta se estaba preparando por los equipos de Gobierno anteriores y que tanto Lekeitio como Markina-Xemein estaban gobernados hasta las elecciones por el PNV. En Lemoa sucede a la inversa.
El Boletín Oficial de Bizkaia recoge ya las bases de la convocatoria que se llevará al margen de la que se convoca en Arkaute -la academia vasca de Policía- para el conjunto de la Ertzaintza y Udaltzaingoa y ahora también para Bomberos. En total, salen a concurso seis agentes de Policía Local: tres para Ondarroa, y uno para cada uno de los otros tres municipios restantes, respectivamente. Aunque la convocatoria de OPE salga de los Ayuntamientos y no de Arkaute, un representante de la academia formará parte de los tribunales de los exámenes.
Entre las bases, además de conocimientos comunes a las OPE del conjunto de la Policía local, se establecen pruebas específicas sobre el conocimiento del municipio, callejeros, normas exclusivas del pueblo o eventos y fiestas. Los aspirantes podrán elegir entre la prueba para Ondarroa, Lekeitio, Markina-Xemein o Lemoa, ya que cada municipio exige conocimientos diferentes. Esta prueba deberá hacerse íntegramente en euskera. Es una cuestión que la alcaldesa de Ondarroa reconoce que puede dar lugar a recursos “viendo los ataques contra el euskera” que se están produciendo, en alusión a varias sentencias en los tribunales. “Pero planteamos un examen de B2. En euskera sólo es esa parte del examen, la de conocimiento del pueblo. En el resto podrán elegir”, matiza. “El conocimiento del euskera es del 92% en pueblo, pero el uso real es del 82%”, dice la alcaldesa de Markina-Xemein. “Hay mucha gente en los caseríos a los que les cuesta expresarse en castellano, y sólo usa el euskera. Es imprescindible que una Policía local de cercanía conozca la lengua a la perfección”, señalan.
El Gobierno vasco recuerda que, “haga la selección quien la haga, la formación de las y los agentes de la escala básica debe hacerse en la Academia Vasca de Policía y Emergencias”. “Es el único organismo que, en Euskadi, tiene la capacidad, profesorado y material para formar de una manera homologada y homogénea a las y los agentes”, por lo que estos agentes deberán pasar también por este periodo de formación. “Una vez finalizadas las dos partes, selección y formación, el o la udaltzaina pasa a ser funcionario de carrera de su ayuntamiento que debe solicitar la acreditación como agente de la autoridad al Gobierno vasco, que es quien expide las acreditaciones”, es decir las placas que le reconozcan como agente.