El delegado del Gobierno de España en Euskadi, el socialista Denis Itxaso, ha parecido asumir con resignación que no se dilucidará “a corto plazo” la importante conexión ferroviaria de alta velocidad entre la 'Y vasca' y Navarra. Aunque había ganado enteros la opción Vitoria-Pamplona y estaba previsto cerrar ya en otoño el trazado definitivo, el Ejecutivo foral navarro se descolgó con una propuesta para avanzar hasta Alsasua y volver a estudiar la alternativa por Ezkio/Itsaso, en Gipuzkoa, la idea original cuando se concibió el AVE en esta zona.
“El hecho es que el Gobierno de Navarra ha solicitado estudios que van a llevar tiempo. Eso va a aplazar la decisión final. No se piden si no es para que se incorporen al expediente”, ha explicado Itxaso a los periodistas en una rueda de prensa para la presentación de las inversiones en Euskadi de los presupuestos del Estado para 2023. “Tenía la esperanza de que en otoño fuera a dilucidarse este debate. Ahora están sobre la mesa dos alternativas. Si se van a hacer una serie de análisis, será para que contribuya a la toma de decisiones”, ha apostillado. La cuestión es muy controvertida y divide no solamente a los socialistas sino al PNV y al PP-UPN en función del lugar en que se pregunte.
El Gobierno no es capaz de dar una explicación desde hace tiempo de por qué esa conexión, si no está decidida, siempre se presupuesta en la casilla correspondiente a la provincia de Álava. Sin embargo, al mismo tiempo en la parte de la 'Y vasca' que construye el Gobierno vasco y que luego abona el Estado con un descuento en el Cupo consta también financiación para la denominada “Estación Ezkio” que adquiere su sentido por una supuesta conexión con Navarra vía Gipuzkoa aunque también tendría las funciones de apartadero.
Itxaso también ha quitado hierro a que las cuentas retrasen definitivamente de 2026 a 2027 la finalización de las obras del AVE, un plazo al que luego se le añaden las pruebas hasta la inauguración definitiva. Ha explicado que ya públicamente se hablaba de “finales de 2026 o principios de 2027”. “Apenas hay novedad”, ha apuntado Itxaso, que recordado el compromiso de que los primeros convoyes entren en Vitoria y Bilbao (en Basauri, más precisamente) con soluciones provisionales para no condicionar la puesta en marcha a los grandes soterramientos en ambas áreas metropolitanas.
En todo caso, ha preferido quedarse no con el pasado sino con el futuro. “Esto va a representar un salto de primera magnitud. El pasado no lo podemos cambiar, pero sí podemos hacer mayor inversión para alcanzar las fechas y los compromisos que hemos puesto”, ha indicado para ironizar en euskera que toca “dar alta velocidad a las inversiones”.
El consejero autonómico del ramo, Iñaki Arriola, ha admitido también en Radio Popular que no es un retraso que les pille por sorpresa. Él procede del ala socialista del gabinete de Iñigo Urkullu. Del PNV es Pedro Azpiazu, titular de Economía y Hacienda. Sobre los retrasos, ha señalado que son ya cuatro décadas de espera del AVE. “Significa que no se ha dado la debida importancia a las inversiones en Euskadi”, ha opinado.
Euskadi recibirá 712,5 millones en inversiones, un 18%. En esta cifra se suman los descuentos en el Cupo, además de las partidas directas de los diferentes ministerios. El grueso, más de 500 millones, es para infraestructuras ferroviarias, pero no solamente las obras del AVE. Con todo, Itxaso ha querido hacer ver que la aportación del Estado no es solamente ésta. Ha dicho que es el “mejor aliado” de la sociedad vasca en esta incipiente crisis por la guerra en Ucrania y ha destacado el “despliegue récord de medios” del “Gobierno de coalición progresista”. No solamente ha apuntado a “la inversión más alta en once años” sino que también ha enumerado subidas para 587.000 vascos pensionistas, 43.000 beneficiarios del IMV con mejoras del IPC, 21.500 vacos que cumplen 18 años y optan a 400 euros para cultura, 50.000 beneficiarios del bono social término en Euskadi y 108.000 beneficiarios por las bonificaciones al transporte.
Asimismo, ha citado las obras de la nueva cárcel de Gipuzkoa, en Zubieta. Aunque la competencia sea ya del Gobierno vasco el acuerdo de transferencia incluía que el Estado continuaría terminando estas obras para luego ceder el edificio a la Administración autonómica a cambio del viejo presidio de Martutene, que a su vez será revertido a la ciudad de Donostia para planes urbanísticos. Itxaso estima que estará finalizada la obra civil “a mediados de 2023” con una inversión adicional de 19 millones de euros, ha indicado que el Gobierno central adelantará otros cinco millones para equipamiento y que, una vez se hagan las pruebas, se podrá inaugurar definitivamente.