“¿Está a favor de paralizar el proyecto PERI 1 FERROCARRIL y poner en marcha el estudio de una alternativa viable que cuente con un proceso de participación ciudadana?”. Ésa es la pregunta a la que tendrán que responder los vecinos de Durango este domingo, 14 de marzo, en el primer referéndum popular de su historia de ámbito local. Contestando a esa pregunta se decidirá si paralizar el mayor proyecto urbanístico de la localidad para reducir o eliminar por completo las cinco torres de 18 alturas con 554 viviendas previstas en el corazón de la villa o continuar con él.
EH Bildu, en el Gobierno, ha pedido el “sí” a sus vecinos: “Nos encontramos ante la gran oportunidad de diseñar un nuevo proyecto realista. La solución pasa por acordar un proyecto consensuado con la ciudadanía de Durango”. También partidarios del “sí”, han dejado claro que “votar no, abstenerse o no ir es seguir afirmando el proyecto de las torres y eso no defiende el interés general de Durango”. En la oposición, el PNV, ha apostado por la abstención ya que un “sí” supondría “la ruptura del acuerdo” con ETS y “la expropiación de la parcela de 60.000 metros cuadrados supondría para el Ayuntamiento tener que pagar una indemnización valorada en 266 millones de euros al Gobierno vasco”. Mientras que el PSE ha definido la consulta como “una farsa” en la que no participarán por ser un “engaño a los vecinos y vecinas de nuestro pueblo”.
“Esta no es una consulta creada por el Ayuntamiento, sino que ha sido un mandato popular hecho al Ayuntamiento con un apoyo de casi 4.000 vecinos y vecinas. Nosotras hemos puesto todos los mecanismos a nuestro alcance para que la ciudadanía pueda participar directamente en un proyecto crucial para el futuro de nuestra localidad”, ha enfatizado la alcaldesa, Ima Garrastatxu.
Pero, ¿qué consecuencias puede llegar a tener la paralización del macroproyecto? Este proyecto de urbanización fue diseñado hace más de 15 años en los más de 60.000 metros cuadrados del solar que en diciembre de 2012 quedaron libres tras el soterramiento del tren y el traslado de las instalaciones ferroviarias fuera de Durango. En su momento, eso supuso eliminar una línea de ferrocarril que dividía el pueblo en dos. Ahora, se ha abierto el debate de si tiene sentido edificar las cinco torres de viviendas o en su lugar es mejor crear otro proyecto puesto que ya ha sido recurrido el convenio económico que había entre el Ayuntamiento de Durango y Euskal Trenbide Sarea (ETS), ente público dependiente del Gobierno vasco, que entre otras funciones tiene encomendada la realización de nuevas infraestructuras ferroviarias y su conservación y es el administrador de los terrenos que son propiedad del Gobierno vasco.
El origen del referéndum se remonta a 2018 cuando se creó la plataforma ciudadana Erabaki con dos objetivos: el primero “que la ciudadanía esté bien informada, porque este gran proyecto en el centro de Durango nos afecta a todas y todos” y, el segundo, que una vez que se tenga la información, “sea toda la población de Durango la que decida qué se va a hacer en esa zona mediante una consulta popular vinculante”. Desde entonces, se han recopilado más de 3.000 firmas que apoyan que se lleve a cabo el referéndum que tras tres años tiene fecha. “El objetivo de dicha consulta será cambiar el proyecto actual (conocido como PERI Ferrocarril) y decidirlo entre todas las duranguesas y durangueses, en base a las necesidades y carencias de Durango y sus habitantes”, señalan desde Erabaki.
Mientras que el anterior equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Durango, formado por PNV y PSE no contemplaba en su agenda la realización de la consulta, EH Bildu y Podemos incluyen en sus programas electorales de las elecciones municipales de 2019 la realización del referéndum. Tras los resultados de las elecciones, los grupos que por aquel entonces estaban en la oposición obtienen mayoría de concejales por lo que presentan un acuerdo para formar Gobierno. En él, se contempla la realización de la consulta.
24.741 durangarras mayores de 18 años tendrán el derecho a voto en una jornada en la que solo se podrá votar en un único lugar, el edificio Landako Gunea, que se abrirá a las 9.00 horas y se cerrará a las 20.00 horas. Durante la jornada, se comunicará los datos de participación a las 14.00 horas y a las 18.00 horas. Para fomentar la participación, el Ayuntamiento ofrecerá un servicio de autobús todo el día y el parking de Landako será gratuito los primeros treinta minutos. “En este equipo de gobierno queremos desarrollar una gobernanza participativa en la que las y los durangueses tengan la palabra no solamente cada cuatro años”, ha asegurado la alcaldesa, Inma Garrastatxu.
Para el evento, el Ayuntamiento ha solicitado 51 voluntarios que participarán en el proceso, en una jornada que arrancará a ocho de la mañana, una hora antes del inicio de las votaciones, y concluirá una vez finalice el recuento de votos tras el cierre de mesas electorales a las ocho de la tarde. Además, cada voluntario recibirá una remuneración de 85 euros. Sin embargo, cabe recordar que la votación no es vinculante.
elDiario.es/Euskadi
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