Educación ajustará el decreto vasco de planificación para blindar el pacto con la oposición y evitar una crisis de Gobierno

Casi tres meses después de que los dos partidos del Gobierno en Euskadi, PNV y PSE-EE, y las dos principales fuerzas de la oposición, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, sellaran un pacto educativo que consideraron histórico al aglutinar al 90% de los parlamentarios y que deberá cristalizar en una nueva ley educativa y en otros desarrollos normativos, este lunes por la tarde en el Parlamento Vasco se ha reunido la comisión de seguimiento del acuerdo que sienta a los cuatro partidos y también al consejero de Educación, Jokin Bildarratz. Habían surgido desavenencias en torno al decreto de planificación escolar, que regula por ejemplo las ratios de alumnos en la escuela pública y en la privada concertada -que copa casi el 50% del alumnado- e incluso los socialistas, según se ha conocido ahora, se oponían a la formulación planteada por el PNV. La reunión ha concluido con el compromiso de Bildarratz de que retocará esa normativa para que atienda a la “letra” y al “espíritu” del pacto, que desea dar más protagonismo a la enseñanza pública, promesa que ha parecido satisfacer a socios de Gobierno y oposición.

“Total calma”, ha querido tranquilizar la portavoz educativa del PNV, Leixuri Arrizabalaga, que ha querido resaltar que el decreto conocido era un “borrador” y que, además, había sido planteado meses antes de que se cerrara el acuerdo. “Lo que se ha presentado no tiene nada que ver con lo que se presentará finalmente”, ha asegurado la representante peneuvista, que ha destacado que “por supuesto” que la oposición podrá hacer “aportaciones”. Sobre la crisis con el PSE-EE -que ya se exhibió en los primeros documentos previos al pacto en torno al peso de la pública-, Arrizabalaga ha respondido lo siguiente: “El PSE-EE, con el que gobernamos conjuntamente, es un partido diferente al mío, con su propia ideología. Hemos tenido nuestras divergencias y, como siempre, volveremos a llegar a acuerdos y consensos, como hemos hecho hasta ahora”.

A preguntas de los periodistas, el socialista José Antonio Pastor solamente ha admitido la existencia de diferencias con el borrador de planificación de centros de Bildarratz ya que se ha guardado el detalle por la “discreción necesaria”. “Hay algunos detalles con los que no estamos de acuerdo. Esperemos que sean modificados”, ha señalado. Más clara ha sido, desde la oposición, Miren Gorrotxategi, jefa de filas de Elkarrekin Podemos-IU. Ha explicado que el texto plantea ahora que la Administración vasca garantizará una plaza en un centro sostenido “con fondos públicos”, lo que implica igualmente a la concertada. Ha remarcado que lo acordado es que se hable de “centros públicos”, sin matices. La coalición ha recalcado su apuesta por la “esencialidad” de la enseñanza pública y ha recalcado que el lehendakari en persona les prometió que el Gobierno sería “leal” a los puntos acordados en el pacto educativo.

EH Bildu ha optado por no entrar en detalles sobre la reunión aunque previamente se había quejado igualmente por este primer decreto tras el pacto. Pero sí ha hecho un alegato para blindar el acuerdo ya que existen, a entender de Ikoitz Arrese, intereses “mediáticos” y “políticos” para que se rompa. “Es todo lo contrario a lo que pretende EH Bildu”, ha dejado claro. Arrese, preguntado por más detalles, no ha dado nombres de esa oposición ni ha querido entrar en honduras. Sí ha dejado claro que el pacto es solamente el “inicio” de un “camino largo” que ha de ir quemando etapas. De hecho, el próximo lunes el consejero Bildarratz desgranará en la Cámara el calendario para el completo despliegue del pacto.

Entretanto, invitada por Elkarrekin Podemos-IU, horas antes de la reunión la Plataforma a favor de la Escuela Pública Vasca ha indicado que el documento pactado por PNV, PSE-EE, EH Bildu y la propia coalición que les ha citado sentó como un “jarro de agua fría” porque la escuela pública “no está cómoda”. No es la primera voz en esa dirección, ya que en la misma línea han ido mensajes de Ehige (federación de los AMPA) y Steilas (mayoritario entre los docentes de la pública). “Como las herramientas existen y no se han usado, nos cabe la duda de si con la nueva ley se van a usar. Nos gustaría tener confianza, pero hace seis años empezamos a denunciar la segregación y a día de hoy está peor”, ha indicado Matías Cordero, su portavoz, en relación a las promesas para potenciar el sistema público frente al privado, que en Euskadi tiene la doble pata de los centros religiosos y de las ikastolas.