EH Bildu abre la puerta a abandonar su participación en Gogora, el único foro unitario de memoria en Euskadi

El consejo de dirección del Instituto de la Memoria (Gogora), presidido por el lehendakari, se había configurado como una especie de oasis en el que todos los partidos políticos, desde EH Bildu al PP, se sentaban juntos para hablar de políticas sobre ETA, los GAL, las víctimas policiales o la Guerra Civil y el franquismo. Es algo que nunca lograron las sucesivas ponencias creadas en el Parlamento Vasco tras el final del terrorismo en 2011, por ejemplo, como tampoco se consigue en las conmemoraciones anuales del 10 de noviembre. En esta legislatura y tras renegociar el acuerdo de coalición, el PNV ha pasado el control de esa cartera al PSE-EE, con María Jesús San José como consejera y Alberto Alonso como director de Gogora, que han relevado a Nerea Melgosa y Aintzane Ezenarro, respectivamente. Este equilibrio queda ahora en entredicho al haber manifestado EH Bildu en una rueda de prensa celebrada minutos después de la designación de los cinco vocales independientes del consejo que se “replanteará” su “actitud” e incluso su “presencia” en Gogora, en palabras de Julen Arzuaga.

Con el cambio de legislatura, el Parlamento está procediendo a poner a punto los diferentes organismos y nombramientos que le corresponden. En el caso de Gogora, este miércoles se votaban en comisión los cinco asientos cedidos por ley a independientes y este jueves el pleno nombrará a los que corresponden a los partidos como tal, siempre que tengan grupo propio (es decir, Sumar y Vox no tienen posibilidad de acceder al consejo). La nueva normativa vasca de memoria histórica hizo que pasaran de tres a cinco estas plazas para expertos, víctimas o académicos. Los partidos del Gobierno, PNV y PSE-EE, que técnicamente podrían haber copado los cinco puestos al gozar de mayoría absoluta, comunicaron a EH Bildu que le cederían un asiento para uno de sus dos candidatos independientes. Los socialistas dirigen la cartera y querían tener dos nombramientos y el PNV, como fuerza mayoritaria, no quería ser menos. Eso solamente dejaba un quinto puesto para la coalición abertzale aunque tenga tantos escaños como los nacionalistas (27) y quince más que los socialistas (12).

Y se han votado las candidaturas. Han salido adelante las dos candidatas del PNV, María Jauregi -hija del exgobernador civil socialista de Gipuzkoa asesinado por ETA y de Maixabel Lasa, exdirectora de Víctimas con Juan José Ibarretxe y Patxi López- y Eider Landaberea -de la Universidad de Deusto-, los dos del PSE-EE -Josu Elespe, hijo también de otra víctima de ETA- y José Antonio Pérez -historiador- y el primero de los dos de la dupla de EH Bildu, el prestigioso forense Francisco Etxebarria, que entre otros casos fue clave para esclarecer el crimen fundacional de los GAL, el de Lasa y Zabala. Jauregi, Elespe y Etxebarria eran ya los tres vocales independientes de la anterior legislatura propuestos por los mismos partidos que ahora. Ha quedado fuera Pilar Garaialde, de Egiari Zor e hija de un asesinado de la ultraderechista Triple A en 1982. Las votaciones se han realizado a mano alzada. PNV y PSE-EE han apoyado con sus votos a Etxebarria y no a Garaialde. La coalición abertzale, de su lado, ha votado en contra de la entrada de Pérez en Gogora, aunque la previsión era una abstención.

Acto seguido, Arzuaga ha comparecido en la sala de prensa del Parlamento y ha criticado que se haya quedado fuera la única víctima que no era de ETA. “Discriminan otra vez a las víctimas de Estado”, ha afirmado el parlamentario de EH Bildu, que es precisamente el vocal de la formación en Gogora. Ha calificado de “vergonzoso” el resultado de las votaciones y ha remarcado que ellos sí han apoyado a quienes eran víctimas del terrorismo, Elespe y Jauregi. “Las víctimas de ETA estaban ya en Gogora -y está bien- pero PNV y PSE-EE han querido expulsar a las víctimas del Estado”, ha agregado. Entiende que este gesto “gravísimo” ahonda en la consideración de este grupo como víctimas “de segunda” y ha mostrado su temor por el nuevo “carácter” que adoptará Gogora tras el cambio político de esta legislatura, aunque su director, Alonso, trazó una gran relación de complicidad con miembros de EH Bildu en su etapa anterior en el Parlamento. Como final a su comparecencia, Arzuaga ha afirmado que analizarán si cambian su “actitud” o incluso si renuncian a su “presencia” en el instituto.

El PNV, tras la comparecencia, ha manifestado que “había un acuerdo” con EH Bildu para mantener a quienes ya formaban parte del consejo, incluido Etxebarria. Según fuentes de las formaciones gubernamentales, no obstante, se les dejó la opción de que 'decidieran' a quién enviaban a Gogora en función del orden en que presentara la lista con dos nombres por si querían primar otra opción.