El Parlamento Vasco, en el día posterior al Día de la Memoria, que desde que se creó en 2010 nunca ha suscitado unanimidad política, ha aprobado este jueves una resolución de tres puntos que “rechaza” los “actos de reconocimiento con ostentación pública a los presos de ETA”, los conocidos como ‘ongi etorri’. Desde el “respeto” a una “memoria crítica” -se puede leer en el texto acordado- se insta a quienes los promueven a que desistan “por sensibilidad hacia las víctimas y al dolor de sus familias”. El pronunciamiento, sin embargo, no ha sido unánime -EH Bildu ha votado que no- y ha quedado eclipsado por un debate protagonizado por el líder de Sortu y parlamentario de la coalición, Arkaitz Rodríguez, quien ha asegurado que “los 'ongi etorri' no son actos de homenaje ni enaltecimiento” sino de “bienvenida” a “personas que han cumplido sus penas” tras “una apuesta inequívoca por las vías pacíficas”. “Son actos de reintegración de esas personas en su entorno familiar”, ha añadido para poner el énfasis mucho más en la excarcelación de los “presos políticos”, en la tortura y en la violencia del Estado. “Ustedes no pretenden la construcción de la paz y la convivencia”, ha sentenciado.
El debate lo había promovido la coalición PP+Cs. En realidad, era una iniciativa de septiembre que llevaba tiempo en ‘stand by’. En ella se aludía a que “en las últimas semanas” -en referencia al mes de agosto- se habían multiplicado estos actos y se señalaba la supuesta falta de firmeza del delegado del Gobierno, el socialista Denis Itxaso. “Ayer, hoy y mañana los homenajes continúan”, ha enfatizado para dar actualidad al debate el representante de Ciudadanos y de la coalición PP+Cs, José Manuel Gil, que ha considerado que este tema “tendría que haber estado resuelto desde hace mucho tiempo”. Significativamente, ha reconocido que en EH Bildu hay posiciones diferentes sobre la violencia de ETA y les ha invitado a que lo que rechazan en la “intimidad” lo digan públicamente. “Les animo a ser valientes”, les ha emplazado Gil, que ha asegurado que “la historia” reconocerá ese paso de la izquierda abertzale.
Pero el debate ha cambiado el paso con la intervención de Rodríguez. Por este orden, ha mencionado a 400 “víctimas del Estado” -de las que “el 77% no tiene reconocimiento”-, a más de 4.000 torturados, a 'Pertur' y a 'Naparra', cuyos cadáveres no han aparecido, a 200 presos de ETA “todavía bajo una política penitenciaria de excepción, criminal y vindicativa en muchos casos ilegal”, a 16 familiares de los reclusos fallecidos en accidentes de tráfico por desplazamientos a las cárceles alejadas de Euskadi, a los crímenes franquistas, a Billy El Niño, al “carnicero de Sevilla” -por el dirigente golpista Queipo de Llano- y hasta a la festividad del 12 de octubre, por “ensalzar” a los torturadores de la Guardia Civil. Ha calificado todo ello de “lacerante, sangrante y humillante” mientras ha negado que los 'ongi etorri' lo sean para las víctimas. Finalmente, ha denunciado que la propuesta para rechazar estos actos es “criminalizadora” y busca señalar a la izquierda abertzale. Ha recordado que el 18 de octubre, en Aiete, él mismo y Arnaldo Otegi se dirigieron a las víctimas y que los recibimientos a presos de ETA se han reducido o, al menos, limitado al ámbito privado. De 35 excarcelaciones en 2021 solamente dos han trascendido, ha dicho Rodríguez (datos que también comparte la asociación de víctimas Covite). En un segundo turno, ha reconocido que ETA ha ejercido la violencia y “provocado sufrimiento” pero ha añadido que ya no existe ese factor en la ecuación mientras la violencia del Estado no ha sido reconocida y desactivada.
Así las cosas, los parlamentarios de EH Bildu han votado 'no' al texto alternativo planteado por PNV, PSE-EE y Elkarrekin Podemos-IU a la versión original de PP+Cs, que usaba el verbo “condenar”. Eso sí, finalmente sus representantes sí se han avenido a apoyar esta resolución, como también la única representante de Vox, Amaia Martínez Grisaleña. Se da la circunstancia de que este mismo tema ya se votó el 22 de febrero de 2018 y el 3 de octubre de 2019 con la abstención y el voto en contra de EH Bildu, respectivamente. En aquella ocasión no estaba la ultraderecha representada en la Cámara. El documento incluye un “llamamiento a las instituciones públicas, los partidos políticos y los agentes sociales a redoblar los esfuerzos para promover activamente entre la ciudadanía vasca la deslegitimación del uso de la violencia como recurso para la imposición totalitaria de proyectos políticos, tanto en el pasado como en el presente y futuro”.
El portavoz del PNV, Iñigo Iturrate, ha lamentado que la izquierda abertzale haya abierto tanto el “gran angular” en el debate hasta el punto de “desenfocar” su verdadera esencia. “Parecería que diez años son suficientes para compartir este mínimo [de rechazar la humillación a las víctimas]. ¿Cuántos años más tienen que pasar para que podamos pasar esta página?”, se ha preguntado. “No se puede avanzar con un relato de parte”, ha añadido el nuevo líder del PSE-EE, Eneko Andueza, que ha recordado que un 'ongi etorri' puede dar a entender que los homenajeados, en vez de terroristas, son “héroes”. Se da la circunstancia de que, tras las palabras de Rodríguez, el primer mensaje de réplica de PP+Cs ha mirado a los socialistas y no a EH Bildu, aunque luego sí ha precisado que “el 92% de las víctimas son de ETA” y que “el 95% de los asesinatos” se han producido “después de la muerte de Franco” para refutar los datos de Rodríguez. Desde la bancada de Elkarrekin Podemos-IU, Íñigo Martínez ha recordado que el PCE organizó en Euskadi el primer acto contra la violencia en 1978 y que no es tolerable una “desconexión” entre la política y la ética.
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