Un mes después del asesinato de una mujer en Vitoria que tenía riesgo extremo, el Departamento de Seguridad modificará la relación de puestos de trabajo de la Ertzaintza para aumentar en un 40,8% la plantilla que se ocupa del seguimiento y evaluación de los expedientes de violencia de género y violencia doméstica. Así, de 70 plazas se pasará a 100. Cada agente dedicado a esta materia podrá ver reducida su carga de trabajo, de media, en un 29,33%. En concreto, se pasará de los 75,6 casos de media por agente a 53,7 expedientes, en función de los datos aportados por Seguridad.
Según ha explicado el Gobierno en un comunicado, los equipos que se van a reforzar trabajan en todas las comisarías de la Ertzaintza y “se dedican única y exclusivamente a atender a las mujeres víctimas de estas violencias, pero, además, cada agente de protección ciudadana dedica una parte de su jornada laboral diaria a actuaciones y seguimiento de los casos de violencia contra las mujeres de su demarcación”. La evaluación del riesgo de cada mujer se clasifica en cuatro niveles (básico, moderado, alto y especial), en base a los cuales se asignan las medidas de protección adecuadas. En la actualidad, la Ertzaintza tiene registrados 5.370 expedientes, de los que 233 se consideran casos graves con riesgo especial o alto para las víctimas.
Esta medida se suma a “otras más estructurales y organizativas que irán en la misma dirección”, según ha explicado el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, en declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press. También se está acometiendo la revisión de la herramienta para evaluar el riesgo de las mujeres que son víctimas de violencia machista que se había diseñado “hace tiempo”, con el objetivo de “ponerla al día y para incorporar los indicadores que han aflorado” desde su puesta en marcha. Por otro lado, ha recordado que en la última Junta de Seguridad con el Ministerio de Interior se acordó reforzar la cooperación entre policías y “el cruce de información” en estos casos. El consejero ha subrayado que la violencia machista es “un motivo de preocupación importantísimo” y ha advertido de que es “un cáncer insoportable e incomprensible a estas alturas”.