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Euskadi analizará los modelos balear y catalán antes de decidir sobre su propia tasa turística

Oficialmente, Euskadi analiza ya desde esta semana la implantación de una tasa turística, el gravamen a las pernoctaciones que ya existe en otras comunidades autónomas y en otros países de Europa para compensar los gastos adicionales que generan los viajeros. La mesa del sector analizará los modelos de Baleares y de Catalunya, así como el nonato proyecto de la Comunidad Valenciana parado por el nuevo presidente del PP. El consejero vasco del ramo, el socialista Javier Hurtado, ha admitido que no hay margen en esta legislatura para implantar (en su caso) lo que se decida, pero sí ha confiado en que se puedan sentar las bases de un modelo consensuado para desarrollarlo (en su caso) en el próximo mandato.

Hurtado, que ha comparecido en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno y en solitario, ya que el portavoz está de viaje oficial en Japón, ha recordado que en el pasado la implantación de la tasa fue “ampliamente rechazada”. También ha indicado que no está prevista en el programa de Gobierno de la legislatura y que en los primeros años del mandato la prioridad era recuperar a los sectores por la crisis derivada de la COVID-19 y no otra. “Pensamos que no era la prioridad. Llegamos al Gobierno en un momento de pandemia. El principal objetivo era la recuperación de nuestros sectores y no está contemplada en el acuerdo de Gobierno. Pero siempre estamos abiertos a discutir cualquier propuesta”, ha explicado el titular de Turismo, Comercio y Consumo.

Según ha indicado, Euskadi tiene mucho que decidir en torno a la tasa turística. Para empezar, hay que concretar si es una tasa de recaudación municipal, un tributo foral o un “impuesto autonómico”, como en Catalunya y Baleares. Esto último es algo excepcionalísimo que solamente se ha aplicado en una ocasión, hace ya cuatro décadas y con motivo de las grandes inundaciones de 1983, ya que la competencia fiscal ordinaria en Euskadi es de las Haciendas forales. Otro socialista, Patxi López, trató de rescatarlo en plena crisis financiera pero no logró hacerlo, entre otras cosas por la fuerte oposición del PNV. Y, después, hay que acordar el destino del dinero. ¿Quién lo recaudará? ¿Para qué lo podrá dedicar? Hay que “aterrizar” todas estas dudas, ha insistido Hurtado. “Cualquier iniciativa en este sentido tiene que salir del consenso y debe respetar el Estatuto de Gernika y el Concierto Económico”, ha apuntado también.

La mesa del turismo ha creado un grupo de trabajo específico para analizar este asunto. Se constituyó este lunes. Participan de él las tres capitales y Eudel, la asociación de municipios vascos, como también las diputaciones y las áreas de Turismo y Hacienda del Gobierno vasco. Donostia, que es la ciudad con más tirón de visitantes, ya ha dado el paso de pedir este gravamen con claridad.

Hurtado sí ha pedido que el debate haga también un análisis sobre la situación del turismo en Euskadi. Ha citado que vive sus mejores momentos y que, en cierta medida, ha logrado “desestacionalizar” las llegadas de viajeros. En 2023, han crecido un 15% pero solamente un 2% en julio y agosto. También se ha logrado un mayor porcentaje de extranjeros, con más gasto medio, estancias más largas y no tan pegados al calendario de puentes y festivos de España. Las fuentes consultadas sí recalcan que este tipo de tasas no condicionan la decisión de los viajeros a la hora de optar por un destino o por otro.

El socialista ha ejercido como portavoz 'de facto' del Gobierno ante la ausencia de Zupiria. Ha presentado varias iniciativas de su negociado, como los 80 millones de fondos europeos recibidos para planes de sostenibilidad turística. Sin embargo, ha querido dejar claro que él no podía hablar en nombre del Gobierno, que no era su función. Con todo, sí ha entrado en algunos temas de actualidad. Ha señalado, por ejemplo, que si el lehendakari fuese de su partido, del PSE-EE, habría acudido a las Cortes Generales a la jura de la heredera de la Corona española, la futura Leonor I. Ha indicado que es el “sometimiento” de la monarquía a la soberanía popular y ha recordado que José Antonio Ardanza sí estuvo presente en este mismo acto cuando el actual jefe del Estado, Felipe VI, cumplió la mayoría de edad.