Euskadi cierra un 2023 de calor extremo: 2,5 grados más en Álava y récords de temperaturas en Bizkaia y Gipuzkoa

2023 ha sido un año de fenómenos meteorológicos extremos y muy cálido, por mucho que el frío habitual del cierre del año pueda alterar la percepción. Hasta el 11 de diciembre y según el banco de datos de Aemet, la temperatura máxima de promedio en Álava ha crecido en 2,5 grados en relación a los datos de los últimos 50 años, llegando al segundo año más caluroso de la serie estadística. Solamente cinco provincias en España han tenido un registro más elevado. En Bizkaia y en Gipuzkoa la subida no ha sido tan brusca pero en ambos casos se cerrará el año con temperaturas más altas desde que hay cifras. Se pueden consultar aquí los datos de España en un especial interactivo del equipo de datos de elDiario.es.

Dos años extremos en Álava

En el caso de Álava, basado en datos de la estación meteorológica del aeropuerto de Foronda, 2022 y 2023 han sido los ejercicios más calurosos desde 1976. Y con gran diferencia. Son ya diez ejercicios consecutivos con temperaturas por encima del promedio y, desde el cambio de milenio, solamente cinco años han quedado por debajo, 2004, 2007, 2008, 2010 y 2013. Las subidas de 2022 y 2023 pueden ser consideradas extremas al superar ampliamente los dos grados. La último, en concreto, es de 2,5 grados.

A lo largo del año ha habido varios episodios destacables. En octubre, por ejemplo, el mes arrancó con máximas de 33 grados, doce por encima de la media para la época del año. Todavía en el puente de El Pilar se superó la barrera de los 30 y en noviembre hubo topes de 20. La ola de calor de finales de agosto dejó registros por encima de los 40 y 16 por encima del promedio. En el arranque de mayo también se bordearon los 30 y hubo un 'gap' de doce grados. El propio 1 de enero de 2023 tuvo una máxima próxima a los 20 grados. Solamente el final de enero y principio de febrero y un período en mayo fueron claramente más fríos que lo previsto. Es conocido que en las fiestas de Vitoria, donde también hubo una jornada abrasadora, se aplicaron por primera vez alertas propias de las olas de frío y nieve contra el calor, es decir, suspensión de eventos y peticiones de limitar las salidas a la calle. No consta que se batiera ningún récord de bajas temperaturas, al menos hasta el 11 de diciembre.

Bizkaia, segundo año de récord

Bizkaia ha presentado una subida de 1,7 grados con respecto al promedio de sus registros meterológicos. Los 21,6 de media de las máximas hacen de 2023 el ejercicio más cálido de siempre. Los datos, además, son de una estación en Bilbao que no ofrece los picos de la provincia. Se da la circunstancia de que 2022 ya fue el ejercicio más cálido también, siempre según Aemet. En la última década, solamente 2021 ha quedado por debajo de los promedios.

Que 2023 empezara con 25 grados en plena Navidad ya daba una pista de cómo sería el año. A mediados de febrero se volvieron a rozar esos mismos 25 grados. Y ya en marzo se superó por vez primera la barrera de 30. Aquel día 29 de inicios de primavera dejó 13 grados por encima del promedio habitual esperable a tenor de los datos acumulados durante décadas. Ese 'gap' subió a 14 a principios de mayo, cuando se tocaron los 33. El 23 de agosto batió todas las plusmarcas meteorológicas. Con 44 grados en el mercurio se superaron claramente los 39,3 del récord anterior y los 26,3 de media. Casi todo el otoño ha sido más templado que lo normal. En octubre, por ejemplo, hubo casi 37 de máxima. El mismo 11 de diciembre, el último día con datos, dejó más de 20 grados, seis por encima de lo normal.

Gipuzkoa, también en máximos

Solamente cinco provincias en España han tenido mejores datos que Gipuzkoa en 2023. Pero, con todo, las temperaturas máximas han escalado 1,4 grados de promedio y el ejercicio que se acaba es el más cálido desde que hay registros meteorológicos. Como en el caso de Bizkaia, este récord sigue al ya obtenido en 2022 por los mismos motivos. Los datos guipuzcoanos proceden de la estación de Hondarribia y no reflejan los fenómenos mucho más extremos vividos en el interior, particularmente en verano, donde no existe el efecto termorregulador del mar.

La máxima anual se fija en 37 grados. Fue el 14 de julio y pulverizó los 34 de tope en esa época del año. Son 13 más que la media en ese momento del año. La ola de calor de finales de agosto también elevó en tres grados las plusmarcas anteriores y en más de diez los promedios, aunque no fue tan intensa como en Álava o Bizkaia. Pero ha habido episodios extremos todo el año. Sirvan dos ejemplos: en mayo hubo máximas por encima de 33, cuando el promedio era de 19; y en noviembre se alcanzaron los 27 grados el 13 de noviembre, batiendo claramente el récord en esa fecha.

El calor se ha traducido en menos precipitaciones y en menos agua embalsada. Los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro muestran que con la excepción de esta última semana de 2023, todo el ejercicio ha habido menos nivel en los pantanos vascos que en la media de los diez últimos años. No obstante, el año se cierra con niveles satisfactorios. Los embalses de Álava están en el 72%, cuando el promedio es del 74%. Son los más relevantes porque de ese sistema se abastecen Vitoria y el área metropolitana de Bilbao. Los de Gipuzkoa rozan el 80%.