Las sirenas han vuelto a sonar en Gernika un 26 de abril y los supervivientes, cada vez menos fruto del paso inexorable del tiempo, siguen recordando el olor a “carne quemada” de aquella tarde de 1937. Además de los actos institucionales anuales, en el octogésimo séptimo aniversario del bombardeo de Gernika, acometido durante la Guerra Civil por las aviaciones de la Alemania nazi y de la Italia fascista que apoyaban al bando franquista sublevado, la noticia más relevante ha llegado del lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu. En la recta final de su mandato, ha visitado el convento de las clarisas de la villa para anunciar que el Gobierno vasco ha alcanzado un acuerdo con la Iglesia católica para la adquisición de ese inmueble protegido por una cantidad de 3,6 millones de euros. El edificio, ubicado al lado de la Casa de Juntas y del árbol símbolo de los fueros vascos, acogerá el ampliado Museo de la Paz, que pasará a denominarse Museo del Bombardeo.
Solamente la nave central de ese convento de Santa Clara es más grande que el emplazamiento actual del centro memorialístico, ubicado junto al Ayuntamiento de Gernika. Además, las instalaciones disponen de un gran jardín para visitas y otros usos. Es un lugar “lleno de historia y de significado”, ha solemnizado Urkullu, que ha visitado el edificio con varios consejeros como Nerea Melgosa, Bingen Zupiria, Pedro Azpiazu y Olatz Garamendi y con otras autoridades encabezadas por el alcalde, José María Gorroño, y donde se ha encontrado con el obispo de la diócesis de Bilbao, Joseba Segura, y con hermanas que antes residían en ese convento y que ahora están dispersas en Álava, La Rioja o Burgos. Significativamente, el lehendakari en funciones ha destacado que este museo forma parte de la “estrategia de fortalecimiento de la comarca de Urdaibai” mientras que el programa del PNV para las elecciones vascas y el candidato Imanol Pradales tienen una apuesta decidida para impulsar otro museo en la zona de Busturialdea, un segundo Guggenheim que Urkullu siempre ha mirado con más distancia.
“Protegemos un lugar importante para nuestra historia. Creemos que la mejor manera de reforzar la dignidad y el atractivo del Museo de la Paz es trasladarlo a este entorno con las reformas, adaptaciones e inversiones necesarias para ello”, ha dicho Urkullu, que ha recordado que fue una de las pocas zonas no afectadas por la lluvia de bombas incendiarias de la aviación nazi, que tenía su cuartel general en Vitoria y en el alto mando militar Wolfram von Richthofen su responsable.
Ya por la tarde, Urkullu ha compartido tiempo también con el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres. Es el segundo año en que un miembro del Gobierno de España participa en los actos conmemorativos, después de la visita de Félix Bolaños. Ha llevado una ikurriña en la solapa de su chaqueta y se ha mostrado encantado de departir con las personas mayores que vivieron en primera persona lo ocurrido en 1937. Después ha colocado flores con la bandera de España en el cementerio. Aunque desde partidos como el PNV se ha pedido al Estado que pida perdón por los hechos, la España legítima en 1937, la republicana, ya denunció el bombardeo desde el primer momento y, además, encargó a Pablo Picasso el cuadro que ha hecho mundialmente conocidos estos hechos, el 'Guernica'.
En unas palabras desde la villa, Torres ha calificado de “bulo colosal” el ataque a Gernika, ya que el franquismo trató de “silenciarlo”. “Lo que ocurrió merece el reconocimiento de todos los demócratas y, por tanto, la restitución de esa verdad, que es lo que dice también la ley de Memoria Democrática. Estamos ante un acto de democracia, de libertad, de reposición, de restitución de la verdad y de apoyo a las víctimas”, ha señalado el ministro recordando que la villa ha sido declarada lugar de memoria conforme a la normativa de 2022.
En la localidad, como cada 26 de abril, se han celebrado diferentes homenajes más allá de la ofrenda floral principal en el cementerio y con el alcalde Gorroño como anfitrión un año más aunque prometió que iba a dejar el cargo. La jornada ha incluido el tradicional recuerdo al periodista George Steer, que documentó los hechos como reportero de guerra, al alcalde entonces, José de Labauria, y en general a los fallecidos y combatientes. Como es costumbre, a mediodía se ha celebrado una comida con los supervivientes. También se han entregado los Premios Gernika por la Paz. En 2024 han reconocido al grupo 'Combatientes por la Paz', descritas por el Ayuntamiento como “personas palestinas e israelíes” ahora unidas con un objetivo compartido de poner fin a la violencia. Y también a 'Los justos del Mediterráneo', que apoya el rescate de refugiados en alta mar.
Asimismo, con motivo del aniversario, se han organizado “visitas guiadas gratuitas al refugio antiaéreo de Astra”, informa el Ayuntamiento. “Esta iniciativa, que se desarrollará del 27 de abril al 11 de mayo, tiene como objetivo dar a conocer este importante patrimonio histórico y garantizar la transmisión de la memoria colectiva a las nuevas generaciones. El refugio de Astra, uno de los mejor conservados de la época, ofrece una oportunidad única para comprender el horror del bombardeo y la crudeza de la Guerra Civil”, añade. Las reservas se pueden formalizar en la Oficina de Turismo o en el 946255892 (por teléfono) o en el 646347553 (WhatsApp).