El lehendakari, Iñigo Urkullu, no tiene aún fecha para la relajación de las restricciones en vigor para controlar la expansión de la COVID-19 aunque Euskadi cumple ya los dos requisitos que se autoimpuso la mesa de crisis de la pandemia, el organismo conocido como Labi, en su última reunión del 31 de mayo y que hizo suyos Urkullu. El primero, el más simbólico, es que la tasa de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes en 14 días baja ya de 150, un registro desconocido desde que el 15 de agosto de 2020 se decretó por segunda vez la emergencia sanitaria. El segundo, el más relevante por sus implicaciones, es que Euskadi ha desactivado por vez primera desde el 3 de noviembre el escenario de alerta 3 sobre 5 de las UCI, que ahora pasan a escenario 2 sobre 5 y con un 22% de casos de COVID-19 en las 261 camas disponibles.
El matiz es que el tercer condicionante que marcó Urkullu era que las medidas puestas en marcha entonces tendrían una duración de veinte días, que no expiran hasta este domingo. Ello llevaría los cambios a después de este fin de semana, a como mínimo el lunes, aunque el Labi que acuerde esas medidas nuevas podría reunirse ya a finales de esta semana. Oficialmente, el mensaje que han trasladado a los medios de comunicación el consejero-portavoz, Bingen Zupiria, y la titular de Salud, Gotzone Sagardui, es que “se necesitan unos días” para “consolidar” esa “tendencia” a la baja. Además, se han escudado en que antes de Labi tendría que producirse una reunión de los asesores científicos y técnicos que emita un dictamen favorable a los cambios. Se da la circunstancia de que hace exactamente un año sí se optó por adelantar el final del estado de alarma aunque había rebrotes en los hospitales de Vitoria y Bilbao.
Según se enumeró hace dos semanas, cuando entró en vigor el actual paquete de restricciones, los cambios serían: 1) Ampliar de las 00.00 horas hasta las 01.00 horas los horarios de hostelería y actividades culturales; 2) Ampliar aforos en comercio, recintos feriales, mercadillos, eventos culturales en exteriores y centros de culto; 3) Ampliar los aforos máximos en eventos como teatros a 600 en interior y 800 en exterior; 5) Ampliar de cuatro a seis del número personas por mesa en la hostelería; 6) Abrir las sociedades gastronómicas; 7) Ampliar a 10 personas los grupos que pueden practicar deporte en interiores; 8) Permitir público en eventos deportivos como los estadios de fútbol con un aforo del 60% o, en su caso, 800 personas en interior o de 1.200 en exterior; 8) Permitir una ampliación de los grupos de personas en actividades turísticas; y 9) Ampliar el aforo al 60% en exteriores de piscinas, jardines, terrazas de hoteles y campings.
Lo mismo que no se han ofrecido fechas y concreciones tampoco se ha negado en ningún momento que esta flexibilización se vaya a producir. De hecho, Sagardui ha hablado de “prudencia” -su palabra fetiche desde que llegó al cargo en medio de la pandemia- pero también de “buenas noticias” o de datos “esperanzadores”. La consejera de Salud solamente ha fruncido el ceño preguntada por la posibilidad de que en España las mascarillas desaparezcan en exteriores. Ha insistido en que habría que modificar una normativa estatal ahora mismo en vigor y vinculante y, aunque ha admitido que toda la sociedad “ansía” que llegue ese momento, sus apelaciones a la prudencia están unidas a la recomendación de mantener por el momento las vías respiratorias tapadas en la calle. Esta medida en Euskadi cumplirá un año a mediados de julio, ya que fue adoptada justo después de las elecciones autonómicas del 12 de julio.
La variante delta “no tiene una progresión especialmente alarmante”
En datos, Osakidetza ha notificado este martes 142 nuevos casos positivos de COVID-19, lo que eleva a 210.202 personas los infectados totales con un diagnóstico confirmado. Representan solamente el 1,8% de las muestras recogidas, una proporción muy baja e indicativa también de que se ha reducido ostensiblemente la transmisión comunitaria. Los casos se reparten en 83 en Bizkaia, 35 en Gipuzkoa y 20 en Álava, a los que se añaden cuatro o de otras procedencias o sin residencia conocida. Solamente Bizkaia y con 152 tiene una tasa por encima de ese umbral que se ha considerado como adecuado para relajar medidas. En el mapa local, son 3 de 251 los municipios en alerta roja. Uno es Azkoitia, en Gipuzkoa, y dos están en las Encartaciones, Ortuella y Zalla. Sagardui ha dicho que ello se explica por un brote en un centro educativo de la zona en el que se ha tenido que hacer un cribado, aunque no ha precisado el número de contagios.
La consejera sí que ha remarcado que 150 es un paso pero no la meta, ya que el umbral epidemiológico asumible está fijado en 60 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Los municipios que cumplen ese requisito son Amurrio en Álava, Balmaseda, Elorrio y Lekeitio en Bizkaia y Aretxabaleta, Deba, Eibar, Elgoibar, Hernani, Legazpia, Mutriku y Zumarraga en Gipuzkoa. Esta semana, además, han aparecido 13 nuevos casos de la variante delta del Sars-Cov-2, importada de India. Son 36 en total desde que aparecieron los primeros importados de un buque de pabellón noruego y tripulación india. “Como ven, no ha habido una progresión especialmente alarmante”, ha manifestado Sagardui preguntada por esta variante que está condicionando la desescalada en países como el Reino Unido.
En cuanto a la situación asistencial, Euskadi supera siete meses de alerta 3 de 5 en la UCI. Concretamente, el 3 de noviembre se habilitaron ya 287 camas y se dio ese salto. El tope en esta fase llegó entre finales de abril y principios de mayo, con 195 casos críticos de coronavirus en intensivos. Ahora las camas abiertas son 261. El ideal, según Sagardui, sería que los hospitales bajaran a su dotación habitual, 219 o escenario 1. “Pero vamos avanzando”, ha enfatizado. Son 155 las personas ingresadas en total, 30 en las últimas 24 horas. 59 de ellas están en la UCI frente a 89 de hace dos semanas. En planta, en ese mismo período, se ha bajado de 164 a 96 ingresos.
Respecto a los avances de la campaña de vacunación, la consejera ha indicado que ahora quienes están siendo llamados para recibir la primera dosis son las personas de alrededor de 45 años. Un 57,6% de la población diana tiene al menos una dosis y el 38,4% ha completado la pauta fijada para la marca que se la inoculado. Los suministros previstos para esta semana son 112.320 unidades de Pfizer (una reducción del 12% respecto a la previsión y ha llegado el 50%, 18.700 de AstraZeneca, 14.400 de Moderna (ya han llegado) y 6.100 de Janssen. Por otro lado, 31.424 personas se han descargado ya el denominado 'pasaporte' COVID que recoge datos de vacunación, pruebas negativas o anticuerpos para poder viajar por Europa. Próximamente se irán establecimiento más facilidades para su obtención de modo que esté plenamente operativo cuando exige la UE, el 1 de julio.
En nuestros especiales interactivos, se pueden consultar todos los datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi, sobre los positivos y fallecidos en todas y cada una de las residencias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el avance día a día de la campaña de vacunación. También tenemos mapas con los brotes más destacados.