Euskadi ha notificado este lunes 43 nuevos fallecidos de personas con COVID-19 entre el 28 de abril y el 5 de mayo, además de cinco casos más de fechas previas pero registrados ahora. Ha habido entre uno y diez decesos diarios, todos de personas mayores de 40 años, y está a punto de que se cumplan seis meses desde que se produjo el último día sin ninguna defunción (17 de noviembre). El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) estima, eso sí, que en 27 de esas 48 muertes el Sars-Cov-2 no ha sido la causa principal. En global, ascienden a 6.715 los fallecimientos en la pandemia en Euskadi, 3.430 varones y 3.283 mujeres. Son algo menos del 1% de los 674.499 casos confirmados.
En cuanto a la situación hospitalaria, del 2 al 8 de mayo ha habido 310 personas ingresadas tras haber contraído el virus, un ligero descenso respecto a las 316 de la semana anterior. Sin embargo, es el segundo dato más alto en tres meses. De media, unas 14 personas por cada 100.000 habitantes han precisado en la última semana atención hospitalaria, un parámetro que crece a 35 cuando de los mayores de 60 se trata. Ahora bien, nueve menores de 18 años tuvieron que ser internados la pasada semana, así como 30 veinteañeros o treintañeros. Los hospitales de Osakidetza arrancan la semana con 332 personas ingresadas, por encima de las 318 de la semana pasada y de las 273 de hace dos. En la UCI, en todo caso, la ocupación registra los niveles más bajos desde agosto de 2020 desde hace varias semanas. Ahora mismo son ocho los casos críticos. Desde Semana Santa han oscilado entre cinco y once, aunque el Ministerio de Sanidad atribuye a Euskadi datos más elevados. En todo caso, esta ola fuera de todos los focos de atención está dejando ya niveles de presión asistencial similares a la de delta en el verano de 2021, cuando hubo un máximo de 356 ingresados.
En cuanto a la incidencia conocida, los casos del 2 al 8 de mayo han sido 6.421 por 5.424 del período anterior. La tasa de positividad también escala del 21% al 24%. Hay otros indicadores que alertan de una elevada transmisión comunitaria. Las tasas han subido un 21% en una semana y el R0 marca 1,06. Cuando este indicador supera la barrera de 1 implica que cada infectado multiplica el virus a más de una persona, por lo que se considera que el virus está en expansión. La tasa a 14 días es de 541,90 puntos, que es un nivel de alerta roja aunque ya no se hagan pruebas a todos los casos y contactos ni se apliquen restricciones en función del semáforo de colores. Sí se mide con más precisión la situación en mayores de 60 años y marca ya 1.040,24 puntos. Antes de la llegada de la variante ómicron no se había llegado nunca a tal dato y constituye un riesgo de casi el 20% de letalidad en el caso de nonagenarios y centenarios. Por territorios, los datos sugieren más volumen de casos en Álava que en Bizkaia y que en Gipuzkoa.
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