El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha notificado 57 fallecimientos más en la semana del 19 al 25 de abril, muy por encima de los 42, 39, 29 y 43 de las anteriores. Eso sí, aunque aparezcan en la estadística, se considera que ocho de esos decesos no han tenido la COVID-19 como causa directa. Por vez primera desde principios de marzo ha vuelto a haber días, en este caso dos, con más de diez muertes en 24 horas. Desde agosto, solamente en una jornada no se han registrado fallecimientos, el 19 de marzo, aunque también desde entonces no se actualiza esta información más que una vez por semana. Son ya 4.187 las personas que han perdido la vida a lo largo de la pandemia, el 2,16% del total de los 193.236 casos diagnosticados hasta este jueves.
Los fallecidos, por edades, son 34 personas de más de 80 años, 16 de 60 a 80 años y 5 más jóvenes, aunque ninguno por debajo de los 40. Aunque la pandemia está contenida en las residencias y entre las personas más mayores por la vacunación -de los 6.203 casos detectados en ese período apenas 216 fueron de mayores de 80 años-, es previsible que la letalidad crezca todavía más por la alta ocupación de la UCI. Alrededor del 15% de los internos mueren y este jueves vuelve a marcarse el máximo de casos críticos de COVID-19 desde el verano, 192 pacientes.
La presión hospitalaria, de hecho, continúa siendo el gran punto negro de la evolución epidemiológica en Euskadi. Tras dos jornadas con menos pacientes ingresados en UCI -aunque nunca se concretó si por mejorías o por fallecimientos-, en las últimas 24 horas hay ocho personas más de nuevo. En total, los ingresados son 719, tras una jornada con 83 hospitalizaciones. En la última semana, el 8,6% de los internos en la red de Osakidetza eran mayores de 84 años -un porcentaje que ha caído a la mitad en un mes-, el 51,7% personas de 60 a 84 años, un 31,7% de 40 a 59 años -ha crecido nueve puntos en ese período- y un 8% menores de 40 años.
Todas las previsiones apuntan a al menos dos semanas de altísima presión hospitalaria aunque la tasa de incidencia se contenga o incluso descienda. Se interpreta que los contagios empeoran después de una o dos semanas, por lo que el efecto del pico de esta ola podría no haber llegado aún a la red asistencial. En todo caso, como ha reseñado el lehendakari, Iñigo Urkullu, el volumen de positivos parece hallarse ya en situación de meseta y en puertas de un posible descenso de la que en Euskadi ha sido la quinta y no la cuarta subida, ya que hubo oleadas en marzo, agosto y noviembre de 2020 y después de Navidad.
Vitoria y Álava salen de la alerta roja
Este jueves es el segundo día consecutivo en que cae la tasa de incidencia acumulada a 14 días, aunque sea apenas 2,91 puntos y siga en niveles de alerta roja, 537,89 cuando el umbral crítico es ya 400. En tres de los últimos cinco días ha habido una ligera mejoría. Otras curvas sí que apuntan ya a una caída más clara. Es el caso de la tasa en mayores de 65 años, la franja de población de mayor riesgo. También uno de los tres territorios y una de las tres capitales han dejado atrás la alerta roja, aunque por la mínima en ambos casos (397 y 398, respectivamente). De esta manera, quienes primero vieron cómo se les aplicaban mayores restricciones las podrán ver relajadas este lunes si se consolida la tendencia. Esas medidas implican cierres perimetrales de ámbito municipal y provincial y limitaciones al consumo en el interior de la hostelería salvo para desayunos o comidas. Además, el R0 está por vez primera desde el 10 de marzo por debajo de 1, lo que implica que cada persona no multiplica la infección a más de una persona y se precisan dos positivos para generar un caso. Suele ser el mejor termómetro para mostrar una contracción de la pandemia.
Pese a todo, el volumen diario de positivos es aún muy alto. Euskadi ha notificado este jueves 876 nuevos contagios de COVID-19 y la tasa de positividad es del 7,3%, cuando más allá del 5% ya se considera que es indicativo de altísima transmisión comunitaria. Los casos se reparten en 412 en Bizkaia, 386 en Gipuzkoa y 70 en Álava, así como otros ocho de otras procedencias o sin domicilio conocido. La pandemia ha crecido un 1% en la última semana y Gipuzkoa sigue siendo la provincia con peores números. Su tasa sigue por encima de 700. En el plano más local, Bilbao también ha iniciado un camino de lento descenso -pero aún con un nivel próximo a 600- y Galdakao, por el contrario, es la única localidad que ve empeorada su posición y pasa a un escenario de alerta roja en las últimas horas.
En cuanto a los colegios, continúa un centro cerrado, la Bizilore Eskola Aktiboa de Azkoitia. Lleva ya una semana sin actividad. En otros 84 de Bizkaia y Gipuzkoa hay casos de coronavirus y están abiertos pero con 130 aulas clausuradas. Son el 0,87% del total de la red universitaria en estos territorios. No hay datos de Álava esta semana porque la mayoría guardan puente por San Prudencio.
En nuestros especiales interactivos, se pueden consultar todos los datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi, sobre los positivos y fallecidos en todas y cada una de las residencias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el avance día a día de la campaña de vacunación. También tenemos mapas con los brotes más destacados.