El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha notificado 61 decesos de personas con COVID-19 entre el 4 y el 10 de marzo (entre 6 y 14 al día, casi nueve de promedio), a los que suman otras 26 defunciones de semanas previas. De ese total de 87, sin embargo, las autoridades sanitarias estiman que 56 no han tenido el Sars-Cov-2 como causa principal del 'exitus letalis'. Así las cosas, las muertes totales en la pandemia ascienden a 6.311, el 0,98% de los 640.936 casos positivos totales confirmados.
Por edades, esos nuevos decesos son de una persona cuarentañera, de tres quincuagenarios, de nueva sexagenarios, de doce septuagenarios, de 31 octogenarios y de otros tantos nonagenarios o centenarios. En estos dos tramos de edad la letalidad es del 10,7% y del 19,8%, respectivamente. 4.256 de los 6.311 fallecidos totales tenían más de 80 años.
Estos datos llegan en un contexto de subida de la incidencia, un escenario común a muchos países de Europa como Alemania, Italia o Países Bajos y que dura ya dos semanas en el caso vasco. Del 7 al 13 de marzo los casos detectados han pasado de 4.676 a 5.177, un 10,71% más. Además, este lunes se han notificado 428 nuevos infectados, un 2,45% más que el mismo día de la semana anterior. La positividad o proporción de positivos en relación al número total de pruebas asciende del 14,66% al 15,26%. En los últimos días se ha rozado nuevamente el millar de casos en 24 horas con los 927 del jueves pasado.
La tasa de incidencia marca 453 puntos por 417 de hace una semana. Gipuzkoa pasa de 433 a 518 en el mismo período. Euskadi nunca ha llegado a salir de la denominada alerta roja por alta transmisión comunitaria, cualquier dato por encima de 400. El R0, eso sí, baja a 1,01 después de haber estado más alto, aunque sigue en parámetros de riesgo (salvo en Bizkaia). Este indicador mide los casos que origina cada positivo. Por edades, se aprecia una fuerte subida en niños no vacunados (hasta cinco años), con porcentajes de hasta el 40%. Son los treintañeros los que más casos acumulan (más de 600 de tasa) y en los nonagerios los datos están muy por encima de la media, con el consiguiente riesgo de defunción.
En los hospitales, del 7 a 13 de marzo han ingresado 145 pacientes con COVID-19 por 177 del período anterior. Sin embargo, este domingo fue, con 31 hospitalizados, el peor día desde el 1 de marzo. Son 202 las personas ingresadas frente a las 190 de hace una semana. De ellas, 26 están críticas en la UCI, nueve menos que el pasado lunes. Las salidas de intensivos se dan o por altas o por decesos y no hay detalle que ofrezca más luz al respecto. Por edades, cuatro menores han sido ingresados en los últimos días pero el 71,8% tienen de 60 años en adelante.
elDiario.es/Euskadi
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