Euskadi y su obra interminable: 2033 como mínimo para completar los accesos de la alta velocidad a Bilbao
La primera línea de AVE se inauguró en España para la Expo de Sevilla, celebrada en 1992. En el caso vasco, las obras de la denominada 'Y vasca' de alta velocidad que pretende conectar las capitales arrancaron en 2006. Hoy, 31 y 17 años después, el consejero de Transportes, Iñaki Arriola (PSE-EE), ha confiado en tener completadas en 2033, dentro de diez, las obras del túnel de acceso a Bilbao, pero aún no hay concreciones sobre la nueva estación en Abando. También está en el aire la llegada soterrada a Vitoria y en obras el 'nudo' de Bergara que conecta las tres ramas de la 'Y', un punto de paso imprescindible. Aunque es evidente que el AVE irá a Madrid por Burgos, no se conoce cómo se hará la conexión de Pamplona y Francia ha pospuesto su TGV hasta la frontera en Irún. Ni siquiera la fórmula provisional de que el tren de Bilbao se quede en Basauri o que a Vitoria llegue en superficie garantiza que se cumpla la última fecha de inicio del servicio que se puso encima de la mesa, la de 2027.
“En esta obra sobran estimaciones”, ha reconocido este martes el consejero Arriola, que ya ocupó ese mismo cargo entre 2009 y 2012 y se despidió dando 2016 como fecha de finalización de las obras. Arriola ha comparecido tras el Consejo de Gobierno para presentar la encomienda de gestión aprobada la pasada semana por el Gobierno central para que sea Euskadi el que ejecute buena parte de las obras de los accesos a Bilbao. Costarán unos 280 millones, de los que cerca de 230 los adelantará el Ejecutivo autonómico. Eso sí, la factura total la abonará la sociedad estatal Adif, con la que se harán liquidaciones trimestrales.
Esto es una novedad. El Gobierno vasco también recibió una encomienda para adelantar las obras de Gipuzkoa, que son las más avanzadas de toda la 'Y vasca' ya que solamente queda en obras un “tajo” -en palabras de Arriola- entre Hernani y Astigarraga. Asimismo, avanzan “a buen ritmo” las obras de la nueva estación central de Donostia. Pero entonces, allá por 2006, se acordó que Euskadi adelantaba la financiación y que luego el equivalente se descontaba del Cupo, la aportación anual de las Haciendas forales al Estado.
Según se ha explicado en la documentación escrita del Consejo de Gobierno, “el convenio [de los accesos a Bilbao] contará con una vigencia de diez años prorrogables otros siete y su cumplimiento será analizado a través de una comisión de seguimiento que se reunirá al menos una vez al año”. Es decir, las obras terminarían en 2033 pero el peor de los escenarios las llevaría a 2040. “Y luego queda lo gordo, la nueva estación de Bilbao. No confundamos. Todo tiene que ver pero no es lo mismo”, ha puntualizado Arriola sobre otro megaproyecto consistente en eliminar la actual playa de vías para soterrar la estación de Indalecio Prieto, que es el nombre oficial de lo que todo el mundo conoce como Abando. De hecho, la Diputación de Bizkaia ni siquiera ha concretado si va a poner financiación para costear parte de esta infraestructura.
En el caso de Vitoria, aunque el PNV ha defendido que “muy pronto” los Gobiernos central y vasco cerrarán una encomienda como la de Bilbao, Arriola ha preferido ser más prudente. El estudio informativo aún está en tramitación, ha dicho. “Nos gustaría que se aprobara cuanto antes. Pero no depende de nosotros. El estudio informativo lo tiene que aprobar el Ministerio [de Transportes] y tiene que tener la declaración de impacto ambiental que hace el Ministerio de Transición Ecológica”, ha apuntado. Eso sí, “para ganar tiempo” se buscó ir avanzando en otra fase, la del proyecto “básico” sin esperar a terminar la primera. Pero es imposible poner fechas.
Arriola, en todo caso, entiende que la red “troncal” puede estar terminada en 2027 y “dar pie a que se ponga en marcha el servicio”. Ha asegurado que ya nadie duda de que esa inauguración será con toda la infraestructural sin terminar, aunque a él en el pasado le cayera un “chorreo” por sugerirlo. Sin embargo, esos plazos no son cerrados. En 2024 sí se espera la finalización de todo el ramal de Gipuzkoa y en 2025 que la estación de Atotxa en Donostia presente ya su nueva cara. Pero el 'nudo' de Bergara son obras que gestiona el Estado directamente y el calendario no está tan claro. Además, desde la finalización de la infraestructura hasta la circulación de los AVE, Ouigo o similares puede haber un gran lapso. Y es que hay que hacer obras para la denominada “superestructura”, esto es, vías, catenarias, elementos de seguridad y otros servicios básicos. Por supuesto, se requieren también pruebas. Y no se descarta que haya que reacondicionar algunos tramos que llevan terminados más de una década y que se han quedado abandonados estos años. De hecho, un cambio en la normativa de seguridad ya obligó a reformar túneles ya finalizados antes de su inauguración.
Lo más tangible de la 'Y vasca' es que hay ya lista una estación en la pequeña localidad guipuzcoana de Ezkio/Itsaso. En un inicio, se pensó en ese punto como conexión hacia Navarra y luego se diseñó una ruta alternativa entre Vitoria y Pamplona. Desde hace unos meses, ante la falta de acuerdo político y las pugnas territoriales, se optó por la decisión salomónica de volver a realizar estudios técnicos de la sierra de Aralar, la que separa Gipuzkoa de Navarra.
Lo que sí parece más próximo en el tiempo es que los Gobiernos central y vasco acuerdo el traspaso de Cercanías. De hecho, el propio Arriola ya presentó el pasado año en el Parlamento un detallado descargo de en qué se estaba trabajando y confirmó que hasta 2028 los trenes de Renfe sí o sí seguirían prestando el servicio. El PNV ha apoyado la investidura de Pedro Sánchez a cambio, entre otras cosas, de que esto esté resuelto en tres meses. Arriola, ante el inicio de un nuevo mandato en el Estado, ha confiado en que el trabajo “avanzado” cuando Raquel Sánchez era ministra siga con Óscar Puente.
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