Tras una segunda jornada consecutiva de contactos entre la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, y los alcaldes de las capitales, Gorka Urtaran de Vitoria, Juan María Aburto de Bilbao y Eneko Goia de Donostia, Euskadi ha decidido recomendar formalmente la suspensión de las cabalgatas de Olentzero y Mari Domingi y de los Reyes Magos, actos masivos previstos para las próximas semanas festivas. Aun con un porcentaje muy alto de la población vacunada y a pesar de ser actos al aire libre, la transmisión de la COVID-19 está en máximos de toda la pandemia, sin visos de remitir y dejando creciente presión hospitalaria. Además, se han detectado ya los primeros positivos de la nueva variante ómicron del Sars-Cov-2, aparentemente aún más contagiosa. Sin embargo, Vitoria al menos ya ha respondido que no suspenderá sus desfiles sino que los “adaptará” para dotarlos de más garantías. En Bilbao, por su parte, se han diseñado nuevas recepciones en interiores, en el Teatro Arriaga y en el Bilbao Arena.
El equipo técnico asesor del Labi (la mesa de crisis de la emergencia sanitaria) plantea que se eviten estos “cuando menos al estilo acostumbrado hasta antes de la pandemia y, en tal caso, adaptando su ejecución y desarrollo al cumplimiento de las condiciones que las circunstancias actuales requieren”. “El panorama actual en Euskadi nos muestra un tensionamiento del sistema sanitario y un incremento de la tasa de incidencia sostenido. Se une a todo lo anterior, la percepción general de relajación en la población para cumplir con las recomendaciones de distanciamiento social, uso de mascarilla e higiene de manos”, sostiene un informe de este Labi técnico, ahora dirigido por la consejera Sagardui.
“La comisión técnico-científica del Labi aconseja a los Ayuntamientos de las tres capitales vascas y a Eudel [asociación de municipios vascos] que eviten la celebración de eventos tales como Olentzero, cabalgata de Reyes y/o cualquier otro acto de similares características al estilo acostumbrado hasta antes de la pandemia, por el riesgo de que la transmisión de la COVID-19 aumente, con las consecuencias ya conocidas que ello tiene sobre el sistema sanitario y sobre la salud de las personas. Dada su naturaleza, en estos eventos se reducen las medidas de prevención contra la COVID-19, tales como distancia social, retirada de mascarilla para la ingesta de alimentos y bebidas en las inmediaciones, o el aumento de desplazamientos”, enfatiza el documento.
Osakidetza asume que tiene “infradiagnosticada” la ola actual a pesar de la incidencia histórica
Y se añade: “Aproximadamente el 4% de las personas que acuden para pruebas preoperatorias dan positivo en la prueba COVID, sin ser conocedoras de ello. Este dato podría poner de manifiesto el infradiagnóstico que se estaría dando en la actual ola pandémica, dado que existe población vacunada que cursa la enfermedad de forma asintomática. Lo anterior redundaría en que la cifra de contagiados sería aún más alta y el riesgo de transmisión mucho mayor”. ¿Cuáles son esos datos? “La situación epidemiológica de la COVID-19 en Euskadi muestra cifras que ponen de manifiesto la gravedad del momento, con 323 personas en planta y 97 ingresadas en UCI (24 pacientes más en UCI desde el 9 de diciembre de 2021). Ya se ha puesto en marcha el plan de contingencia en Osakidetza/Servicio Vasco de Salud, con la reorganización de los servicios asistenciales y desprogramación de algunas cirugías e intervenciones. Es destacable la incidencia acumulada (de 14 días por 100.000 habitantes) en los tres territorios de la comunidad autónoma del País Vasco, siendo ésta superior a 1.000 y con una tendencia de ascenso rápido”.
Este jueves ya hubo un primer encuentro en vista de la situación epidemiológica y de que otras ferias como las de Santo Tomás en Bilbao o Donostia han quedado ya canceladas. Pero no hubo consenso más allá de seguir debatiendo la cuestión. Las fuentes consultadas admiten que no es una decisión sencilla por las implicaciones sociales, particularmente para el público infantil, así como también por la evidencia de que sí se están celebrando con normalidad conciertos o partidos en recintos cerrados, donde la ventilación es menor y el riesgo mayor. De hecho, hasta hace 48 horas el alcalde donostiarra había defendido que se podían hacer con algunas “adaptaciones”. Desde Salud, que venía presionando para que los ayuntamientos dieran un paso en esta dirección, se ha buscado siempre una decisión homogénea -también en relación con municipios más pequeños- para evitar que unas suspensiones provocaran movimientos de personas hacia donde se mantenía la agenda.
De hecho, Vitoria ha respondido no con una suspensión sino con una “adaptación”. “Las visitas de Olentzero-Mari Domingi y los Reyes Magos no serán como eran hasta antes de la pandemia, pero todos desfilarán por nuestras calles. Habrá cabalgatas, de mayor recorrido para evitar aglomeraciones, sin recepciones ni saludo saludo final y con mascarilla”, ha escrito en Twitter el alcalde Gorka Urtaran tras la petición del Gobierno vasco. “Tanto en la cabalgata de Olentzero y Mari Domingi como en la de sus Majestades de Oriente, unos eventos al aire libre, se ampliará el recorrido de ambas para que la ciudadanía pueda dispersarse y así pueda evitar aglomeraciones. Además, no se lanzarán caramelos y se recordará previamente a la ciudadanía la obligación del uso de la mascarilla en todo momento”, ha enfatizado el Ayuntamiento en un comunicado en el que sí anuncian otras cancelaciones y explican que habrá pasaporte COVID en los actos que sean en recintos cerrados.
“Olentzero, Mari Domingi y los Reyes Magos van a estar en Bilbao”, ha respondido el regidor de Bilbao, Juan María Aburto. En su caso, ha anunciado recepciones en espacios interiores, el Teatro Arriaga en el caso del carbonero y Mari Domingo y el Bilbao Arena en el caso de Melchor, Gaspar y Baltasar. “Llenando de ilusión y alegría los corazones de los niños de Bilbao”, ha apostillado. Ha explicado que este plan es de “común acuerdo” con las autoridades sanitarias. “Responsabilidad pero sin quitar ni un ápice de ilusión ni de esperanza”, ha enfatizado en un mensaje de vídeo Aburto, que llevaba mascarilla en todo momento.
En Donostia, el desfile de Olentzero y Mari Domingi se celebrará con medidas de seguridad “específicas encaminadas a garantizar que el desfile se desarrolle conforme a los criterios establecidos para actividades al aire libre”, ha apuntado el Ayuntamiento en un comunicado que recoge Europa Press. Estas medidas, sin embargo, todavía no se han concretado. Olentzero y Maridomingi recogerán las cartas de los niños que aún no las hayan enviado y estarán igualmente presentes en todos los barrios de la ciudad.
Euskadi vive un contexto de la transmisión comunitaria más fuerte jamás conocida en la pandemia. La tasa de incidencia acumulada de este viernes es de 1.083 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días y son ya dos días seguidos de récord de positivos en 24 horas (tres en menos de una semana). La ocupación hospitalaria es más alta que en la ola de verano y también que en la pasada Navidad. Por ello, además de estas decisiones quirúrgicas, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado que la próxima semana hará públicas “recomendaciones” para que las reuniones navideñas tengan un número reducido y estable de asistentes.
No obstante, siguen sin llegar restricciones como tal. Urkullu ha insistido en que no hay margen competencial para tomar algunas medidas. Insiste, por ejemplo, en la obligatoriedad del uso de la mascarilla en todo momento, también en exteriores y con distancias, una regulación fijada desde junio por una normativa común estatal. Pero no menciona otras fórmulas ya utilizadas en olas anteriores como el control de aforos y horarios. Hasta el momento, el único cambio sustancial es la exigencia del pasaporte COVID para el acceso al grueso de actividades de ocio, incluidas las deportivas, así como para visitas a hospitales, residencias o prisiones.