Euskadi supera ya los 5.000 fallecidos con coronavirus en una pandemia que suma 100.000 positivos en dos semanas

La cifra oficial de fallecidos con COVID-19 supera ya la barrera de las 5.000 personas en Euskadi tras sumarse a la estadística 43 decesos registrados entre el 24 y el 30 de diciembre, aunque como cada semana el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) considera que alguno de esos casos, en esta ocasión ocho, no murieron por la causa directa del Sars-Cov-2 y sí por otras patologías. Los 5.034 fallecidos representan el 0,23% de la población y el 1,2% de los 417.229 positivos totales registrados en la pandemia. Se da la circunstancia de que 99.933 de ellos se han producido desde el 20 de diciembre, en solamente quince días.

En la última semana ha fallecido un treintañero que había contraído el coronavirus, algo excepcional porque solamente 22 menores de 40 años lo han hecho en toda la pandemia. Asimismo, han perdido la vida dos quincuagenarios, cinco sexagenarios, trece septuagenarios, nueve octogenarios y trece personas de noventa años o más. La mortandad de la COVID-19 es inferior al 0,1% de los positivos en los menores de 50 años, del 0,3% en personas de 50 a 60 años, del 1,3% hasta los 70 años, del 5,2% hasta los 80 años, del 15,1% hasta los 90 años y del 24,5% entre nonagenarios y centenarios. Se da la circunstancia de que en la última semana la gran subida de la incidencia a nivel porcentual se ha dado en personas de 70 años en adelante (con porcentajes de más del 300% en algunos tramos concretos), lo que adelanta una probabilidad de subida de los fallecimientos a corto plazo. Si se mantienen las tasas actuales, 43 mayores que se contagiaron este domingo podrían morir, la misma cifra que en una semana completa.

En cuanto a los positivos, el 24% de los contagios se han concentrado en las dos últimas semanas. El nuevo máximo en 24 horas se tendría que haber notificado en Nochevieja, cuando se alcanzaron los 11.833 casos. Pero ahora Osakidetza solamente envía su boletín de datos dos veces por semana, en lunes y en jueves. El día anterior hubo 11.712 y el siguiente 11.650. Solamente la caída de pruebas de los días festivos ha generado el espejismo de una bajada de casos en las últimas 48 horas, aunque la tasa de incidencia sigue subiendo y aunque las cifras obtenidas en Año Nuevo, por ejemplo, 8.540 infectados de una tacada, son más del doble que las del día de Navidad. Del 27 de diciembre al 1 de enero los positivos notificados fueron 62.366, cuando en el resto de la pandemia el tope semanal llegó a 10.321 (julio de 2021).

No hay un solo indicador que augure un cambio de tendencia o incluso un frenazo. Con los datos de los últimos siete días, la incidencia acumulada el 10 de enero podría aproximarse a 6.000 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Se considera como epidemiológicamente inasumible cualquier valor por encima de 60 y se ha situado la alerta roja en otras olas en 400 ó 500 puntos. La tasa de positividad está en la media semanal del 32,24%, aunque en los dos últimos días ha sobrepasado ya el 36%. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera crítico cualquier valor por encima del 5%. Finalmente, el R0 sigue muy por encima de 1, en 1,45, lo que indica que cada positivo multiplica el virus a más de una persona y sigue expandiendo la cadena de transmisión.

Por territorios, Gipuzkoa supera los 5.000 puntos de incidencia, exactamente 5.130. Bizkaia está en 4.245 y Álava en 3.485. El territorio guipuzcoano podría alcanzar los 8.000 de tasa si se mantiene la velocidad de subida actual. En cuanto a las capitales, Donostia está en 4.806,16 puntos, Bilbao en 4.541,70 y Vitoria en 3.585,44. Solamente las pequeñas localidades de Zambrana (Álava), Lanestosa (Bizkaia) y Gaintza (Gipuzkoa), tres municipios de 251, tienen una tasa por debajo de 1.000 y en ningún caso por debajo de 700. En Gipuzkoa, el 7% de los vecinos de Arrasate-Mondragón, Azpeitia, Aretxabaleta o Bergara se ha infectado en dos semanas y en Oñati esa proporción se dispara al 9,5% de sus 11.300 habitantes.