La presión está creciendo contra el alcalde de Hondarribia, Txomin Sagarzazu (PNV), por seguir adelante con el proyecto Zaldunborda, un macrocentro comercial de 28.000 metros cuadrados, 100 tiendas, locales de hostelería, 2.000 aparcamientos y una estación de servicio. “Es muy importante para el avance de la actividad económica y fundamental para la creación de nuevos puestos de trabajo”, ha defendido en los últimos días el regidor, que gobierna con mayoría absoluta y que dio luz verde al plan urbanístico 24 horas antes de que el Parlamento aprobara una ley para limitar ese tipo de grandes superficies.
Por segunda vez en menos de un mes, los tres partidos de la oposición (Abotsanitz, PSE-EE y EH Bildu) han enviado un comunicado conjunto en el que insisten en que “se podía haber optado por otro modelo de desarrollo económico e industrial”, más teniendo en cuenta los condicionantes ambientales de la zona de Zaldunborda que se arrastran “desde 2012”. Las tres formaciones aprecian “mala fe” -las mismas palabras con las que Sagarzazu criticó la actitud de la oposición- cuando “por decreto” el Gobierno local puso “las bases” del proyecto “24 horas antes de que el Parlamento Vasco diera luz verde a la nueva ley vasca”. El hecho de que el texto no estuviera debidamente traducido y tuviera que ser modificado 'a posteriori' muestra, a juicio de estos partidos, que había prisas por resolver el problema.
Por el contrario, el Gobierno de Hondarribia considera “inadmisible” que la oposición utilice “la complejidad de la tramitación administrativa” para “presentar a la opinión pública el cumplimiento ineludible de determinados trámites como el supuesto posicionamiento cierto y definitivo del equipo de Gobierno y de la Alcaldía”. Y pide a los vecinos “que no se dejen engañar por manifestaciones de medias verdades” vertidas contra Zaldunborda.
Sin embargo, las críticas contra el proyecto no se ciñen a la oposición municipal. Además de las asociaciones de comerciantes y ecologistas, en la vecina Irún todos los partidos políticos -incluido el PNV- han pedido a Hondarribia que retire el proyecto. En la misma línea se ha pronunciado en Radio Euskadi el Ayuntamiento de Hendaya (una de las aspiraciones del centro comercial es atraer clientela de Francia). En la Diputación -gobernada por el PNV con el PSE-EE- también ha suscitado dudas el plan.
Por su parte, EH Bildu ha registrado una iniciativa en el Parlamento Vasco para solicitar formalmente la retirada del plan urbanístico en Hondarribia. “Pondría al pequeño comercio de la comarca al borde de la desaparición”, según el parlamentario Iker Casanova. Y añade: “Salta a la vista que el plan del alcalde
de Hondarribia ha generado críticas y desacuerdos incluso dentro del PNV, lo cual es
un indicador más de que estamos ante un proyecto no solo polémico, sino altamente
perjudicial“.