No es que el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, al valorar la primera ronda de conversaciones con todos los partidos vascos para intentar cerrar un acuerdo que dé “estabilidad” al futuro Ejecutivo vasco, haya elegido ya pareja de baile para formar gobierno. De hecho, el PNV tiene vocación de seguir hablando con los dos partidos que le han manifestado su disposición a asegurar con sus votos la “gobernabilidad” -EH Bildu (18 escaños, con los que tendría mayoría absoluta) y PSE-EE (9 escaños, con los que no alcanzaría la mayoría de 38 escaños necesaria).
Pero sí considera que lo andado con los socialistas -con los que mantiene pactos de gobierno en las tres diputaciones y las tres capitales vascas- y el acuerdo de reactivación económica cerrado la pasada legislatura con el PSE-EE y su “nítida predisposición a dar estabilidad a las instituciones vascas” y al Ejecutivo autonómico allana el acuerdo con ellos.
Y , además, Ortuzar ha querido colocar como elemento previo a cerrar un acuerdo con EH Bildu: hacer un “diagnóstico común” sobre lo que ha supuesto para la convivencia los 50 años de violencia de ETA. Y deberá hacerse “antes”, ha precisado el líder peneuvista, de seguir acordando con EH Bildu la gobernabilidad o acuerdos de país en torno al “nuevo estatus” o el autogobierno vasco. “Antes deben despejar esa cuestión”.
La mochila de ETA, de nuevo, es un claro “obstáculo” para ese pacto entre peneuvistas e izquierda abertzale. Ortuzar ya mantuvo numerosas reuniones al más alto nivel con los líderes de Sortu (Hasier Arraiz, ahora inhabilitado por sentencia judicial) la pasada legislatura para desatascar todo lo relacionado con el reconocimiento del daño injusto causado y que matar siempre estuvo mal. Pero no tuvo éxito. Gráficamente ha recordado ese proceso de conversaciones al señalar que “llegamos a proponer 25 redacciones alternativas” a Bildu. El PNV no está dispuesto a cerrar acuerdos sin que Sortu despeje esta cuestión previamente y Ortuzar ha aclarado que “hay que llamar a las cosas por su nombre”.
Desconfianza con EH Bildu
Es cierto que en la reunión que mantuvieron la pasada semana con la delegación de EH Bildu -liderada por Arnaldo Otegi, el PNV les ha visto con “posiciones bastante abiertas” en torno a este asunto, pero advierte que es un trabajo que le compete a la izquierda abertzale. Aunque también ha reconocido que, hasta ahora, las relaciones con la coalición independentista han estado presididas por la “desconfianza”.
Esta cuestión previa que el PNV reclama a Bildu allana y da alas al acuerdo con los socialistas de Idoia Mendia, que esta tarde reúne a su Comité Nacional. Y sobre todo el hecho de que el PNV valora la disposición de los socialistas vascos de comprometerse con la “gobernabilidad” en Euskadi y de dotar de “estabilidad” al Ejecutivo vasco. ¿Está el acuerdo hecho? Para nada. Y de hecho la dirección del PSE tiene que debatir antes hasta dónde está dispuesto a llegar en aras a esa estabilidad.
Además, el tema del “nuevo estatus” y una posible consulta marcan las diferencias entre socialistas y peneuvistas, algo que requerirá mucho trabajo, según ha admitido Ortuzar al valorar la ronda con los cuatro partidos.
El PNV, por su parte, tampoco ha aclarado en esta primera ronda de reuniones -que tendrá continuidad las próximas semanas, ya que los peneuvistas quieren tener cerrada su política de pactos antes de que finalice noviembre- qué tipo de acuerdo quiere: pacto de legislatura, gobierno de coalición, pero sí ha señalado que busca un “gobierno sólido y estable” y que se cierren acuerdos en diversas materias legislativas y también para el presupuesto de 2017. Para intentar lograrlo, los peneuvistas abrirán una segunda ronda con EH Bildu y PSE e intentar “dotar a Euskadi de un gobierno fuerte y abierto”.