Hurtado ha considerado necesario abrir un debate sobre esta materia que concluya con un acuerdo político amplio en torno a un modelo vial “integral”, según ha informado la Diputación Foral en un comunicado.
El responsable foral de Infraestructuras Viarias cree que Álava debe afrontar esta reflexión con tiempo “suficiente” para analizar en profundidad la situación actual y el escenario que se abrirá en 2026, cuando finalice la concesión de la autopista A-68.
“Ahora es el momento de iniciar entre todos esta reflexión,estudiar las distintas alternativas y elegir. Álava tiene que tomar sus propias decisiones porque nadie lo va a hacer por nosotros”, ha manifestado.
Hurtado ha destacado que a partir de 2026, los kilómetros de vías de alta capacidad bajo la responsabilidad de la Diputación Foral aumentarán en un 45%, lo que incrementará significativamente los recursos que el Gobierno alavés deberá destinar al mantenimiento de este tipo de vías.
Por ese motivo, ve necesario definir un modelo que garantice la conservación y seguridad de las carreteras, y que permita mejorar las bonificaciones a los usuarios habituales de la AP-68.
El departamento foral de Infraestructuras de Infraestructuras Viarias y Movilidad destinó el año pasado 10,3 millones de euros a la conservación y mantenimiento de los 1.400 kilómetros de la Red Foral de Carreteras.
El Ejecutivo alavés estima que la inversión necesaria para mantener sólo los 175 kilómetros de vías de alta capacidad a partir del año 2026 ascenderá a entre 12 y 13 millones de euros.