El Gobierno de PNV y PSE-EE y los negociadores de Podemos y Equo han cerrado este jueves otro punto de su acuerdo presupuestario para 2020, quizás el más significativo por su cuantía económica e importancia social. Según consta en las enmiendas y ha confirmado a este periódico Elkarrekin Podemos, la renta de garantía de ingresos (RGI), el salario social para quienes no tienen recursos y que sirve también para complementar pensiones y nóminas bajas, crecerá un 4%, el doble de lo previsto inicialmente por el Ejecutivo y la mitad de la propuesta inicial de la coalición de izquierdas. La dotación económica de la mejora es de 16 millones, si bien al ser un derecho que ha de reconocerse a todos los demandantes que cumplan los requisitos es una partida ampliable.
La RGI básica mensual (hay multitud de modalidades) quedaría con la subida en 694 euros, aproximadamente, por 667 de 2018 y 680 previstos en la propuesta inicial de PNV y PSE-EE. La mejora sigue a otra del 3,5% en 2018 acordada también por el Ejecutivo con Elkarrekin Podemos dentro de las tres leyes tramitadas a principios de año para hacer algunos ajustes y gestionar la situación de prórroga al no contar con un presupuesto vigente para el ejercicio. Es superior al IPC y a la subida de la nómina de los funcionarios (2%).
La subida de estos dos ejercicio, con todo, no palía todos los recortes introducidos en esta prestación desde la etapa de la socialista Gemma Zabaleta como consejera del ramo. Con la ley de 2008 en la mano, la que creó el actual sistema de RGI, una persona sola que cobrara la ayuda básica tendría que percibir 924 euros mensuales (el 88% del SMI en vigor, 1.050 mensuales a 12 pagas).
La medida en torno a la RGI suma 16 millones a los 59 ya comprometidos entre el Gobierno y Podemos/Equo dentro de un paquete de 200 millones que podrá movilizar en enmiendas la coalición y que continúa en negociación hasta que previsiblemente la semana próxima se cierre el acuerdo global. A cambio, nueve de los once parlamentarios de Elkarrekin Podemos se abstendrán en la votación de las cuentas y posibilitarán su aprobación, ya que la tercera pata de la coalición, IU, ya ha decidido que se opondrá al igual que en ejercicios anteriores.