La decisión del Gobierno vasco de incluir al lobo en el Catálogo de Especies Amenazadas de Euskadi con la categoría de 'especial interés' ha levantado ampollas en algunos sectores, como era previsible. La organización agraria de los baserritarras profesionales de Euskadi-ENBA ha pedido al Ejecutivo de Vitoria que rectifique y que no no incluya en ninguna de las categorías del Catalogo de Especies Amenazadas porque considera que este animal y el pastoreo “son incompatibles”.
Hasta el punto de que ENBA ha relacionado directamente la protección al lobo con el mantenimiento del queso de denominación de origen Idiazabal. ¿Por qué? Pues porque el lobo es un peligro para la ganadería extensiva, “especialmente para el pastoreo” y, con ello, para el “mantenimiento del monte, de los pastos montanos y del patrimonio gastronómico, con el queso de Idiazabal a la cabeza”. El queso Idiazábal se elabora en el País Vasco y en Navarra íntegramente con leche de oveja de las razas Latxa y carranzana
El grado de protección adjudicado al lobo le sitúa al nivel del gato montés, el armiño, el gavilán común o el martín pescador, e implica la elaboración de planes de gestión y seguimiento por parte de las diputaciones para mantener la especie.
Según la asociación agraria, la evolución de la población de lobos en la península ibérica se encuentra en un “estado de conservación favorable y por ello no está incluido en el Catálogo Español de Especies Amenazadas”. Por eso, le resulta “incomprensible” el “empeño de determinados grupos ecologistas” en introducir el lobo en el catálogo vasco. “No corre ningún peligro como especie”.
En cambio, el partido EQUO Berdeak considera insuficiente la protección otorgada al lobo dada la situación “tan delicada” por la que atraviesa en la comunidad autónoma vasca. El partido verde aspiraba a que esta especie fuera catalogada como en peligro de extinción en Euskadi, ya que su supervivencia es “poco probable”.