¿Llegará el día en el que se regule la venta y el consumo del cannabis? ¿Cuáles son los beneficios de esa regulación? ¿Y los perjuicios? Con el objetivo de resolver estas cuestiones y realizar un acercamiento a la situación actual del cannabis en el contexto vasco y del resto de España, el Colegio de Médicos de Bizkaia, junto con el Colegio Vasco de Periodistas, organizaron el pasado martes 9 de abril una conferencia titulada “El cannabis y tú”.
En la conferencia, que tuvo lugar en Bilbao, participaron el médico Ángel Uriarte, el periodista y miembro de la Fundación Renovatio Joseba del Valle, el abogado y asesor jurídico de la Federación vasca de asociaciones de Cannabis (EUSFAC) Aitor Brion y el ertzaina de la división de Investigación Criminal Jesús María Herrero.
Actualmente, en Euskadi existen 180 clubes de cannabis que cuentan con alrededor de 7.000 socios. Después de que el Tribunal Constitucional avalará la ley vasca de Atención Integral de Adicciones y Drogodependencias, con la que se busca regular este tipo de asociaciones, el Gobierno vasco está preparando el borrador de la futura norma de desarrollo, que será aprobada vía decreto antes de que acabe esta legislatura.
“En España y en Euskadi se ha hecho mucho trabajo político a favor de la regulación del cannabis, sobre todo, impulsado muchas veces desde la propia sociedad civil, los propios usuarios, los cuales entienden que actualmente las leyes que rigen entorno a las políticas de drogas y, concretamente las leyes que rigen en torno a las políticas del cannabis, muchas veces crean incluso más prejuicios que la propia sustancia en sí”, ha señalado Del Valle, quien ha añadido que aún así no hay que olvidar que “no es una sustancia para nada inocua y tiene sus riesgos” y eso es “otro argumento más para regularlo”.
Según la encuesta de la FAD del año pasado, en España el 52,1% de la población está a favor de la regulación del cannabis y, actualmente, tan sólo el 0,3% de los españoles sitúa el consumo de esta droga dentro de uno de los factores más preocupantes. Las principales preocupaciones de los españoles según esta encuesta son el paro en primer lugar, seguido de Cataluña, la corrupción y en cuarto lugar, las drogas.
“Es necesario un cambio de paradigma porque se ha demostrado que ha sido imposible alcanzar la abstinencia. ¿Qué crearía este paradigma? Se reducirían los gastos tanto policiales como lo que es en el sistema judicial, que en España por ejemplo está totalmente desbordado por el tema del canabbis. Otro de los objetivos sería evitar el mercado negro. Siempre que se está regulando, que el país o el Estado tenga esa capacidad de controlar ese mercado de cannabis, le va a restar potencia al mercado negro, le va a restar potencia a los grupos criminales y va a debilitar el mercado negro. Además, al estar regulado los menores tienen más dificultades para acceder a la sustancia. Desde ese punto de vista, digamos que entendemos que tienen muchos más beneficios que prejuicios el hecho de poder regularlo”, ha explicado Del Valle durante su intervención en el congreso.
Para el doctor Uriarte, “el cannabis no es el problema, el problema es la ignorancia sobre el cannabis”. A causa de este desconocimiento, ha asegurado, se relaciona el cannabis tan solo con fines medicinales o recreativos, cuando “eso es sólo una parte de lo que es la planta”, ya que se puede consumir a través de infusiones, fumar, con aceites para cocinar o aceites preparados, así como para crear diferentes productos derivados del cáñamo que podrían sustituir a productos más contaminantes. Ha señalado que a pesar de que “hay muchos intereses” para que la regulación de estas sustancias “no se dé, hay que hacernos abiertos de mentes”, puesto que se trata de una cuestión que, según ha incidido, apoya dos de cada tres estadounidenses y, a nivel político, el debate ha llegado a convencer hasta algunos republicanos.
Según los datos de la Ertzaintza aportados por Herrero, en el año 2018 incautaron por la vía penal 187 kg de cannabis y en la vía administrativa 17,5 kg. Durante el primer trimestre de 2019 llevan incautadas 15.000 plantas.
Herrero ha explicado que el consumo de estas sustancias en lugares públicos es “totalmente ilegal”, pero su tenencia en un espacio privado, siempre que se demuestre que es para consumo propio, “no incurriría en ninguna ilegalidad”. En este sentido, Del Valle ha criticado que la falta de regulación genera “cierto desequilibrio”, ya que es legal un cultivo “que se pueda justificar como consumo propio” pero no hay una cantidad concreta de consumo que se considere legal y “cada consumo es diferente”.
A pesar de los argumentos a favor de la regulación del cannabis, han querido subrayar la necesidad de un sistema de prevención y educación para los jóvenes, ya que son los más vulnerables a esta problemática y “lo ilegal para ellos muchas veces es un incentivo” y eso es “una consecuencia clara de la falta de información”. Por último, han señalado que al explicar los beneficios de la regulación de la sustancia no “están banalizando” pero que, están de acuerdo en que “los políticos no tienen que rehuir el debate”.