El lehendakari ha condenado esta mañana de la manera “más absoluta” el ataque en un centro cívico vitoriano por el que una persona que recriminó unos insultos racistas de otra persona acabó en el hospital. Iñigo Urkullu no ha querido relacionar el hecho con la campaña que el alcalde Javier Maroto ha realizado en contra de determinados minorías de inmigrantes a los que acusa de aprovecharse de las ayudas sociales, de no querer trabajar y de optar a un “sueldo vitalicio” con las ayudas.
“Mi condena más absoluta”, ha señalado el lehendakari, al tiempo que ha considerado el ataque de “absolutamente denigrante”. Preguntado por si la campaña de los populares vascos puede estar dando alas a este tipo de ataques, Urkullu ha sido muy cuidadoso y ha dicho expresamente: “no voy a alentar la polémica. Sobre esto está ya todo dicho”, en alusión a los debates que se han producido en el Parlamento vasco y en otros foros.