“Mientras se siga hablando de un desaparecido, no estará desaparecido del todo”. El autor de la frase es Sergio y es el hermano de Borja Lázaro, fotógrafo vitoriano desaparecido la La Guajira de Colombia hace ahora nueve años, a comienzos de 2014. Tenía entonces 34 y ahora habría cumplido los 43. Como cada año una vez pasado el día de los Reyes Magos, su familia organiza actos en su Vitoria natal. En esta ocasión, el formato elegido ha sido un pequeño concierto en un local del barrio de Judizmendi con la presencia del alcalde de la ciudad, Gorka Urtaran, y del diputado foral de Políticas Sociales, Emilio Sola, además de familiares y amigos.
“Uno de los motivos es volver a sacar a la luz el caso y que no decaiga. Es una manera de recordarle y de hacer visible también la esperanza que tiene la familia en conocer qué pudo pasar”, indica Sergio Lázaro, que repite en más de una docena de ocasiones en la entrevista la palabra “esperanza”. “La mantenemos. Queremos saber lo que pasó esa noche” en Colombia, afirma con rotundidad.
Sin embargo, admiten que “no ha habido ningún avance en la investigación” en los últimos tiempos. Las pesquisas están capitaneadas por las autoridades locales aunque con colaboración por parte de la Embajada de España en Colombia, de la Policía Nacional y de la Ertzaintza. De hecho, según explica Sergio Lázaro, su madre pudo comunicarse con el embajador en Bogotá, Joaquín de Arístegui, hace unos pocos días. El diplomático publicó también un mensaje en Twitter con motivo del aniversario. “Hoy, en el noveno aniversario de su desaparición en La Guajira (Colombia), un recuerdo muy especial para nuestro compatriota Borja Lázaro. Es necesario saber qué pasó: la Embajada seguirá trabajando para aclarar lo ocurrido”, prometió. “Mantener vivo el recuerdo. Mantener la esperanza de que un día vuelva. Mantener la fuerza y la fe tras nueve años de la desaparición de Borja Lázaro”, ha afirmado también Urtaran.
Forman parte también de asociaciones cívicas de apoyo a las familias de desaparecidos y agradecen el trabajo de Paco Lobatón, popular hace unas décadas por un programa televisivo sobre la materia en TVE. Los Lázaro no se olvidan de otras familias, como la del bilbaíno Sabino Llona, que ahora tendría 52 años y que desapareció en Florida, en Estados Unidos, a los 33. “Sigue habiendo esperanza. Hay que seguir trabajando”, clama la familia Lázaro sobre su caso y sobre los de todos los que algún día desaparecieron.
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