El sector público vasco ha vivido este martes su tercera huelga en cinco meses en un intento de presionar al Gobierno autonómico para que atienda sus reivindicaciones, entre otras, que todas sus condiciones se decidan en Euskadi, que se acabe la temporalidad y que su salario suba de entrada un 10% para recuperar el poder adquisitivo perdido años atrás. Los sindicatos han calificado el seguimiento como “masivo”. A las puertas de las elecciones del 21A, esta convocatoria que sigue a las de octubre y diciembre ha estado cargada de avisos para este Gobierno vasco y los partidos que lo sostienen, pero también para el que salga del resultado de las urnas. “El seguimiento de este nuevo paro tiene que hacer recapacitar al Gobierno vasco actual, al futuro y a los dirigentes de las diferentes instituciones y partidos políticos”, han señalado. “Después de esta jornada haremos una reflexión y si no son atendidas nuestras peticiones, seguiremos con las huelgas”, han advertido.
De entrada, las centrales convocantes -ELA, LAB, CCOO, ESK y Steilas, porque Satse se ha descolgado y UGT no se ha sumado a ninguna- han demostrado su fuerza en las calles de las tres capitales vasca, con miles de manifestantes, y han valorado el “seguimiento mayoritario” en todos los sectores, pero especialmente en Educación, con una media del 60% de seguimiento: Entre los profesores, del 65%, en Haurreskolak del 75% y en cocina y limpieza por encima del 60%. También se ha dejado notar con fuerza en los transportes públicos, y diferentes administraciones. Se ha notado menos el paro en Osakidetza. De entrada, porque el sindicato mayoritario entre la enfermería, Satse, se ha descolgado del paro, aunque sí se sumó en las dos anteriores. Y además los servicios mínimos decretados por el Gobierno vasco han sido muy estrictos. De hecho, los sindicatos los han denunciado ante los tribunales por considerar que atentan contra el derecho a la huelga de los trabajadores.
Frente al seguimiento mayoritario que han defendido los sindicatos, el Gobierno vasco ha minimizado el efecto del paro con unas cifras que lo reducen al 32,8% en Educación, al 9,83% en la Administración general (Lakua), al 4,44% en Osakidetza -y al 2,52% en el personal laboral del Departamento de Seguridad, porque la Ertzaintza no tiene derecho a hacer huelga. Las cifras distan mucho de las ofrecidas por los sindicatos, pero mejoran las del paro de diciembre en Educación, cuando el Gobierno vasco contempló un seguimiento del 31,7% en Educación. No así en la Administración general en el 7,75% en la Administración general, y del 5,53% en Osakidetza. En Seguridad el seguimiento ha sido mayor ya que en diciembre se quedó en el 1,01%.
El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, que se ha solidarizado con los ciudadanos que han sufridos los efectos del paro, ha vuelto a ratificar, como ya se hizo desde el Ejecutivo en las dos convocatorias anteriores, una en octubre, y otra en diciembre, que los sindicatos carecen de razones para esta huelga. Es más, ha señalado que “muchas de las cuestiones que están siendo planteadas o bien no tienen que ver con el sector público o no se ajustan a la realidad. No aceptamos en ningún caso la acusación de privatización ni la denuncia de que se esté produciendo un deterioro de las condiciones”, ha rechazado. El PNV tampoco ve razones para el paro y el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, ha visto claramente “una acción concertada para desgastar al PNV de cara a las elecciones”. Y ha señalado que el funcionariado vasco tiene las mejores condiciones del Estado.
Frente a ello, desde los sindicatos han vuelto ha exigir al Gobierno y a los partidos políticos que tomen nota del clamor de los funcionarios con estas huelgas. Han recordado que la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores es ya del 20% en la última década, el tiempo que llevan sin renovar los convenios. Además, han criticado la “falta de voluntad negociadora por parte del Ejecutivo”. “Después de tres convocatorias de huelga no han tenido ni tan siquiera la voluntad de llamarnos a una reunión para hablar sobre la reivindicaciones”, ha señalado Igor Eizagirre, responsable del sector público de ELA. “Esto es una cosa insólita, eso no pasa en el sector privado”, ha señalado. “No nos llama el Gobierno vasco, no nos llama a las diputaciones, no nos llama Eudel y los partidos políticos tampoco se ponen en contacto para hablar sobre las cuestiones que afectan al sector público de este país. Nos parece inaudito”, apunta.
Datos por sectores según los sindicatos
En la educación pública no universitaria, cifran el seguimiento de la huelga en el 65%. Han parado prácticamente toda su actividad centros com Errekabarri, Toki Eder o Umandi en Vitoria y la Escuela Garazi de Legutio en Álava; las Ikastolas Zubieta o Aitor e Ibaia en Donostia; el Koldo Mitxelena de Errenteria; el J.A. Moguel de Eibar, o el IES Mendata de Deba en Gipuzkoa; y la escuela Atxuri de Bilbao, el IES o las escuelas Jose Etxegarai de Basauri en Bizkaia.
En el caso del personal de Educación Especial, afirman que “el incremento de los servicios mínimos y la confusión de última hora ha condicionado totalmente el seguimiento”. Pese a ello se han sumado a la huelga se han sumado a la misma, entre otros, en la escuela Altza de Donostia y en el edificio de ferrerías de Amara Berri o en Gainzuri de Urretxu en Gipuzkoa; en la escuela Basurto de Bilbao, en la escuela Mendia de Balmaseda o en las escuelas Zabalarra de Durango y José Etxegarai de Basauri en Bizkaia; y en las escuelas Salburua y Zabalgana de Vitoria en Álava.
En cuanto al personal de Cocina y Limpieza, el seguimiento ha sido en general de más del 60% de la plantilla y en las haurreskolak, la huelga ha contado con el apoyo de cerca del 75% de la plantilla. En la UPV/EHU, la actividad académica también ha sido muy escasa, siendo en muchos lugares los servicios mínimos para los exámenes las únicas actividades prestadas.
En el ámbito municipal y foral, afirman que el seguimiento de la huelga “ha sido muy amplio”, sobre todo en los ayuntamientos más grandes de las diferentes comarcas entre los que destacan los de las tres capitales: Donostia, Vitoria y Bilbao, entre otros servicios están cerrados, bibliotecas, polideportivos, centros cívicos etc. En Gipuzkoa; Hernani, Astigarraga, Arrasate, Zarautz, Tolosa, Orio, Beasain, Oñati, Ordizia, Anoeta, Azpeitia, Bergara, Urretxu, Usurbil, Lazkao, Zizurkil, Itsasondo, Idiazabal, Sasieta mankomunitatea,Legorreta, Debagoieneko mankomunitatea, Urretxu Zumarraga euskaltegia, Soraluze, Garbitania zero zabor. Bizkaia: Barakaldo, Ortuella, Trapaga , Markina, Bermeo, Lekeitio, Atxondo, Elorrio, Gernika, Basauri (poldeportivo y casa de cultura cerrado), Igorre, Getxo, Lemoa, Orozko Galdakao, Berriz eta Arrigorriaga (polideportivo cerrado), Maruri, Erandio. Araban: Agurain, Laudio eta Amurrio.
En Osakidetza señalan que llos servicios mínimos establecidos “han condicionado totalmente el seguimiento de la huelga. De hecho, a miles de trabajadores y trabajadoras se les ha negado el derecho de huelga con la imposición de unos servicios mínimos del 100%. Es especialmente llamativo que en el día de hoy, se imponga el servicio del 100% en servicios como el PAC cuando de manera habitual muchos de ellos abren sus puertas sin personal facultativo”.
Al igual que en anteriores convocatorias, la incidencia de la huelga está siendo mayor en Atención Primaria, sobre todo entre el personal de atención al paciente. Destacan el Centro de Salud de San Martin en Gasteiz; Zorroza, Bolueta y Casco Viejo en Bilbao; o Buenavista y Mamariga en Ezkerraldea.
En los hospitales, los servicios mínimos tienen un mayor impacto y por ello el seguimiento está siendo menor. Aún así, en el Hospital de Zumarraga los quirófanos están cerrados, y el cierre también alcanza a un quirófano del Hospital Alto Deba, y a los quirófanos de traumatología del Hospital Txagorritxu, donde tampoco se han realizado isteroscopias; o al personal de recepción del servicio de Neurología, Neurocirugía y Traumatología del Hospital Universitario Araba. También está cerrado el servicio de Rayos del Hospital de Gorliz; o el servicio de celadores de rayos del Hospital Basurto; y los conductores del Hospital Zamudio.
En cuanto a los medios de comunicación y transportes públicos, en la radio y televisión pública solo se están emitiendo los informativos dentro de los servicios mínimos establecidos. En cuanto al transporte destacan el seguimiento en Euskorren y Metro Bilbao. El seguimiento en la Administración General y en la Administración de Justicia ha sido mayor que el de la anterior convocatoria, pero desigual por ámbitos y territorios. En el ámbito de las y los trabajadores del Estado el seguimiento ha sido más modesto. Sobre el seguimiento en las sociedades públicas, destacan que los trabajadores de la Orquesta Sinfónica de Euskadi OSE han secundado la huelga, por lo que se suspende el concierto de este martes en Pamplona.