El Gobierno de Urkullu da el penúltimo paso (en solitario) para completar reforma educativa antes de las elecciones

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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La reforma educativa ha superado este miércoles por la tarde en el Parlamento Vasco el penúltimo paso hasta convertirse en una realidad. La mayoría gubernamental, PNV más PSE-EE, ha dado el visto bueno al dictamen definitivo en la comisión de Educación, que incorpora la creación del denominado “Servicio Vasco de Educación” que aglutina bajo un mismo paraguas los centros públicos y concertados y que preserva los modelos lingüísticos A, B y D, el gran caballo de batalla de los últimos meses. EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, que se han ido descabalgando del consenso educativo en diferentes momentos, han votado que no, como también el PP. Ciudadanos ni siquiera ha participado en la sesión y Vox no ha tomado la palabra. Estos dos partidos pequeños tampoco han ido a ninguna de las reuniones de la ponencia que este mes de noviembre ha ido perfilando el articulado.

El 21 de diciembre la ley será promulgada con su aprobación en el pleno. El debate de este miércoles ha durado apenas media hora, la mitad que lo que suelen estirarse las proposiciones no de ley o el equivalente a una interpelación en un pleno de control. Sin embargo, ha durado casi más la parte relativa a las votaciones, que se ha convertido en un nuevo debate tras algunas consideraciones de la letrada, Zelai Nikolas. Por un lado, ha explicado que “País Vasco” se había traducido como “Euskal Herria” cuando Euskaltzandia recomienda “Euskal Autonomía Erkidegoa”. Irónicamente, hace apenas unos meses se aprobó una reforma de la ley educativa anterior precisamente para mejorar su traducción al euskera. Y, por otro lado, Nikolas ha alertado de que las condiciones para optar a financiación pública estaban redactadas de una forma diferente en euskera que en castellano, lo que podría generar un problema de seguridad jurídica. En el texto que manejaba la comisión se apuntaba a que los colegios privados “se basarán” en determinados criterios y la letrada ha presentado otro en el que se ha optado en castellano por un “deberán cumplir” y en euskera por un “beteko dituzte”.

Aquí se ha abierto un gran debate ya que PNV y PSE-EE han querido ventilar el asunto pidiendo que se use como base la versión en castellano. El presidente de la comisión, Aitor Urrutia, también del PNV, ha llegado a decir igualmente que la redacción válida era la castellana. Mientras, EH Bildu ha defendido que ello no era aceptable porque hay grupos que han trabajado con la de euskera como referencia y que no podía despacharse esta disquisición como una simple enmienda técnica. Finalmente, se ha mantenido ese “se basarán”.

PNV y PSE-EE representan el 54% de la Cámara. Es una mayoría absoluta y suficiente. Pero no es ni de lejos el 90% que se deseaba al inicio del camino, cuando antes de la presentación del primer texto el Ejecutivo cerró un acuerdo con los dos principales grupos de la oposición, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU. Pretendía ofrecerse una imagen de gran consenso en contraste con las leyes educativas unilaterales en España.

Los socialistas se han felicitado de que el texto que sale del Parlamento incorpore “modificaciones esenciales” que ellos exigían para preservar el entendimiento dentro del Gobierno. El proceso no fue de fácil gestación y, literalmente, el mínimo compartido se registró en el último segundo posible para presentar enmiendas. La portavoz del PSE-EE, la exconsejera María Jesús San José, no ha entrado en detalles y se ha reservado las explicaciones políticas para el pleno de aprobación definitiva, pero sí ha indicado que tenían un gran “empeño” por introducir esas enmiendas, en probable referencia a la quinta que perpetúa el A, B y D frente al modelo inicialmente planteado de ir a un marco único modulable centro a centro con el euskera como eje y exigencia de salida de B2 en ambas lenguas oficiales al término de la ESO (y B1 en la extranjera).

Por parte del PNV, Gorka Álvarez, tampoco ha entrado a ofrecer ninguna explicación ni sobre los modelos idiomáticos ni sobre el Servicio Vasco de Educación. Sí ha querido dejar claro que la ley no es unilateral del Gobierno dado que incorpora 49 enmiendas de EH Bildu o de Elkarrekin Podemos-IU, además de 26 autocorrecciones de los partidos del Ejecutivo hechas 'a posteriori'. Al segundo de que terminara la sesión, el partido ha facilitado unas palabras de Álvarez en las que indicaba lo que no había dicho oficialmente en la comisión de Educación, que mantenía una puerta abierta a seguir explorando un acuerdo al menos con EH Bildu.

La visión de la oposición

EH Bildu, que además ha llegado a la Cámara con el apoyo del 95% de sus bases (con una participación del 41%) al 'no' al Gobierno, se ha mostrado muy irritada por el resultado del debate. “Más que ilusión hay desilusión en esta comisión”, ha manifestado Ikoitz Arrese sobre el ambiente de la que pretendía ser el principal hito legislativo de la tercera legislatura de Iñigo Urkullu. Ha considerado que “todos los puentes” con la segunda fuerza del país han sido dinamitados “deliberadamente”. Se ha referido expresamente al líder del PSE-EE, Eneko Andueza, quien se felicitó por que EH Bildu no se sume finalmente al consenso. “Dice barbaridades. Ése que quiere ser lehendakari dice que se alegra de que no esté EH Bildu. ¿A quién le entra en la cabeza que quien aspira a ser lehendakari de todas las personas saque pecho de que la segunda fuerza (de momento) de este país se quede fuera? Me parece preocupante e irresponsable”, ha afirmado.

Por parte de Elkarrekin Podemos-IU, Isabel González ha sido muy beligerante y ha considerado que el Gobierno ha “arruinado” el consenso educativo existente antes de iniciarse la tramitación legislativa. Particularmente, ha considerado que el PSE-EE ha “traicionado” la ley anterior, impulsada por el entonces consejero Fernando Buesa -luego asesinado por ETA-, ya que aquella era no de “Educación” sino de la “Escuela Pública”. Sostiene la formación de izquierdas que es una “ocasión perdida para proteger la educación pública” y, además, “en un contexto de caída de la natalidad” que en otras comunidades ha permitido ir reduciendo conciertos. Ha dicho también que el peso de la red privada en Euskadi (50% del alumnado) “no tiene parangón ni en el Estado ni en Europa” y que, ahora, no se van a fijar condiciones para acceder a conciertos, al “Servicio Vasco de Educación”. “Se ha hecho una ley para consolidar el alto grado de privatización de la enseñanza en Euskadi”, ha resumido.

Desde el PP, Carmelo Barrio, ha hecho un último intento para que se retire el proyecto y ha criticado que ninguna de las 56 propuestas de su formación han sido aceptadas. “Se está dando un paso atrás en el sistema educativo”, ha indicado. Ha recordado que “el castellano es la lengua materna de la mayoría” y que no debería quedar arrinconado en el sistema educativo. “Se va a favorecer el fracaso escolar o el éxito de una minoría”, ha considerado Barrio.