La consejera Amaia Barredo ha pasado de criticar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) que frenó el desarrollo de una nueva denominación de origen para los vinos vascos llamada Viñedos de Álava y diferenciada de Rioja a renunciar a pelear por continuar con la tramitación ante el Tribunal Supremo. Aboga ahora por acordar con el sector otras fórmulas de “diferenciación” de los caldos de las bodegas riojanoalavesas. Eso sí, el pleito seguirá vivo porque la entidad alavesa ABRA sí quiere ir al alto tribunal a defender ese modelo separado al que se opone con rotundido el Consejo Regulador de Rioja.
En un comunicado, el equipo de Barredo ha explicado que “ha tomado la decisión de no recurrir en casación el fallo de la sentencia”, que anulaba precisamente los pasos dados por el Gobierno vasco para crear Viñedos de Álava aunque el PNV, políticamente, ha defendido una fórmula menos rupturista, una subdenominación integrada en Rioja. “El Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca de Gobierno Vasco manifiesta su defensa y respaldo a la labor realizada por los técnicos jurídicos en relación con la tramitación del expediente administrativo de Viñedos de Álava/Arabako Mahastiak, actuación que en todo momento ha sido objetiva y transparente, aplicando los principios normativos que regulan la tramitación de la denominación cuestionada. Tras un profundo análisis jurídico y administrativo, se reconoce la existencia de debilidades en la sentencia que pueden infringir algunos supuestos de varios reglamentos, referencias al real decreto y jurisprudencia referida a denominaciones de origen protegida. Sin embargo, y partiendo que el recurso de casación es algo excepcional, cuya admisión está sometida a requisitos muy estrictos porque, entre otros factores, no se pueden discutir cuestiones de hecho sino sólo de derecho y acreditar el interés objetivo para la formación de jurisprudencia, no discutiendo en esta fase de casación los hechos -la valoración de las pruebas-, sino su valoración jurídica, es decir, la determinación de las consecuencias jurídicas que se derivan de tales hechos”, ha argumentado el equipo de Barredo.
Sostiene ahora el Ejecutivo que “es difícil de acreditar el interés casacional objetivo y la conveniencia de un pronunciamiento del Supremo”. Ahora bien, se recalca que se da este paso “respetando la voluntad de la asociación ABRA de recurrir dicha sentencia”. Barredo, conocido el fallo, fue muy dura contra el Superior y recordó que en el caso de los vinos de Burdeos hay diferentes marcas. Sin embargo, ahora se admite “la dificultad de que prospere el recurso” y se pone en evidencia que “el tiempo que puede transcurrir hasta el cierre del proceso judicial” retrasaría la toma de decisiones para el sector. Toca “abrir un proceso de reflexión con el sector que identifique las opciones de mayor consenso que permitan avanzar hacia la diferenciación de la calidad de los vinos de Rioja Alavesa”, aunque asegura que desde la Administración se seguirá “apoyando” a “todas las bodegas” vascas que elaboran vinos de Rioja. La “reflexión” arrancará este mismo mes de diciembre, insiste el Gobierno.
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