El Gobierno vasco ha unido sus fuerzas con la patronal vasca Confebask y sus tres territoriales, para presionar al Gobierno de Pedro Sánchez en la puesta en marcha de PERTE regionales que permitan a Euskadi realizar una gestión directa de las ayudas europeas. En concreto, han elaborado una propuesta concreta de proyectos vascos para gestionar de forma directa 1.047 millones de euros de subvenciones MRR (Mecanismo de Recuperación y Resilencia) aún no ejecutadas. El consejero Pedro Azpiazu, acompañado de la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, ha insistido en que el plazo de ejecución se agota, algo que viene recordando desde hace meses, por lo que “se corre el riesgo de inejecución”. En concreto, el plazo de ejecución del MRR concluye en 2026, por lo que “transcurrido su ecuador si la fórmula de gobernanza no varía existe un serio riesgo de inejecución, lo que obligaría a devolver a Europa los fondos no utilizados”.
“Sería un fracaso y una pérdida de oportunidad de históricas dimensiones”, ha señalado Azpiazu. “Es momento de hacer de la colaboración efectiva una virtud con enormes efectos positivos para el tejido económico vasco, que será el principal afectado por la pérdida de estos recursos europeos”, ha dicho. Por su parte, Tamara Yagüe ha asegurado que “una gestión más ‘descentralizada y cercana’ puede suponer una vía adicional para favorecer el completo aprovechamiento de unas ayudas europeas, históricas en su cuantía y en su objetivo transformador. No podemos permitirnos el lujo de perder un solo ‘euro’ por algo que podría resolverse con una participación más activa de las comunidades autónomas en su asignación, gestión y distribución”.
En concreto, la propuesta que el Gobierno vasco trasladará al central y también a la Comisión Europea, propone destinar a las comunidades autónomas el 65% de los fondos de los PERTE estatales que aún no están distribuidos, un total de 11.792,57 millones de euros, de forma que desde Euskadi se gestionara el 8,88% de esta cuantía, que es el porcentaje que se corresponde con el peso del valor añadido bruto de su industria respecto al total del Estado según los datos del INE. En total, 1.047,18 millones de euros.
“Hoy, tres años después de plantear a la e General del Estado la figura de PERTE regional, en colaboración con la patronal vasca Confebask y sus tres organizaciones territoriales Cebek, Sea y Adegi, damos un paso adelante más, de manera proactiva, colaborativa y constructiva, de cara a lograr que esta inédita apuesta de Europa por la inversión se materialice de forma transformadora”, ha señalado Azpiazu, que ha considerado que “sería estupendo que se sumen más comunidades autónomas” a la petición, porque este no es un tema exclusivamente vasco, y transciende a la política.
Esta demanda se da dos meses después de que la Comisión Europea haya aprobado la adenda española al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), mediante la cual se movilizan la totalidad de recursos asignados a España de los fondos Next Generation, se contemplan más de 10.000 millones de transferencias adicionales (7.700 millones de euros del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y más de 2.600 millones del programa REPowerEU) y hasta 83.000 millones en préstamos. De este modo el PRTR de España podrá movilizar en torno a 162.700 millones de euros en transferencias y préstamos en el periodo 2021-2026.
Azpiazu ha considerado que el principal escollo para que los fondos MRR asignados lleguen definitivamente al tejido social y productivo vasco se encuentra en los proyectos estratégicos de transformación. En su opinión los denominados PERTE ·no responden a las necesidades del tejido social y productivo vasco. En la actualidad están identificados 12 PERTE y las cifras reflejan la magnitud del reto que queda por delante: de los 24.496,2 millones en subvenciones que se tiene previsto destinar a estos proyectos estratégicos de transformación, quedan todavía 18.141,63 millones de euros por distribuir y ejecutar en los próximos tres años.
En concreto, los ámbitos de aplicación de los PERTE regionales vascos presentados en la propuesta del Gobierno vasco son Longevidad, bienestar y resiliencia; Redes de Distribución inteligentes; Energías renovables de origen marino; Capacitación científica y tecnológica; Big Data, Cloud, Inteligencia Artificial y Ciberseguridad; Euskadi Creativa; Ciudades Sostenibles; Resiliencia al cambio climático, ecosistemas y biodiversidad; Ecoinnovación y Basque Mobily.
El Instituto Vasco de Finanzas como intermediario
Euskadi quiere participar activamente en la gestión de los préstamos del Fondo de Resiliencia Autonómica incluido en la adenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español, a través del Instituto Vasco de Finanzas (IVF) como ha señalado el consejero ya en varias ocasiones. Este fondo está dotado con hasta 20.000 millones de euros e irá destinado a financiar proyectos privados, públicos y público-privados en los ámbitos vivienda social y asequible y regeneración urbana; transporte sostenible; competitividad industrial y de las pymes; investigación, desarrollo innovación; turismo sostenible; economía de los cuidados y gestión de aguas y residuos y transición energética.
El fondo estará gestionado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y se plantea que el Instituto Vasco de Finanzas, que ya tiene experiencia en canalizar a las empresas financiaciones junto con el BEI, pueda ejercer de intermediario con las pymes vascas. Para ello el consejero ha instado a que “sin dilación, se firmen los acuerdos que sean necesarios entre el IVF, el BEI y la Administración General del Estado en los que se establezcan las condiciones de esta relación”.