Si hace diez años alguien les hubiera dicho a los integrantes de El Rincón Solidario del café Lepanto en Bilbao que en 2014 iban a lanzar su décimo proyecto social, probablemente no lo hubiesen creído posible. Sin embargo, el empuje diario de todos sus miembros junto al apoyo de la Fundación Vicente Ferrer (FVF) ha permitido que esta semana se diera el pistoletazo de salida a este último trabajo denominado ‘Nervión-Nerbioi’, que tiene como objetivo construir un embalse en Anantapur, una de las zonas más desérticas y por tanto más desfavorecidas de la India.
“Cuando Ana y Vicente Ferrer llegaron a este distrito, existía un plan gubernamental para la evacuación de la gente debido a la extrema escasez de agua. Pero ellos dijeron que había posibilidades de hacer cosas porque existía agua debajo de la tierra y así empezaron”, cuenta Xabier Orueta, delegado de la fundación en Euskadi y Cantabria, desde la que han implantado un modelo integral donde trabajan con mujeres, niños, personas con discapacidad y vivienda. Un trabajo que no sería posible sin la supervivencia de la ciudadanía hindú y para vivir es necesario el agua. “El agua es vital, sin agua no podríamos hacer nada porque no hay vida”, remarcaba Orueta. Es por ello que en enero inauguraron una planta depuradora para que cerca de 2700 personas de las poblaciones cercanas tuvieran acceso a un agua “con unas calidades óptimas y no insalubres, que hacen que las condiciones de desarrollo suyas y las de sus hijos sean peores. Porque no queremos que la gente sobreviva, sino que crezca bien y sea dueña de su futuro”, aseguraba el delegado.
Los promotores de esta iniciativa han sido Celia García y Manu Orozco, que desde que viajaran a Anantapur por primera vez en 2005 y conocieran de primera mano la realidad de pobreza extrema que se vive en la India rural, concretamente en el estado de Andhra Pradesh, no han dejado de promover actividades en Bilbao y alrededores para conseguir mejorar la vida de aquellas personas. Tras la construcción de la depuradora, el proyecto ‘Nervión-Nerbioi’ impulsará la creación de un embalse en la localidad de J. Rampuran, que permitirá mejorar la disponibilidad de recursos hídricos y cubrir las necesidades agrícolas y ganaderas de los habitantes de la zona.
Un proyecto que beneficia a todos
Los 17000 euros donados por el Ayuntamiento de Etxebarri, gracias a la concienciación de su ciudadanía, han sido los que han posibilitado dar luz verde a este trabajo solidario que tiene un coste de más de 40000 euros. Del importe restante se harán cargo los integrantes de El Rincón Solidario del bilbaíno bar Lepanto, que llevan ya diez años colaborando con causas sociales de la India. Para ello, se han puesto a la venta 2600 aireadores, que colocados en los grifos de los hogares permiten economizar hasta 4 litros por persona diarios. “De esta forma vamos a ser beneficiarios todos, eso es lo más importante porque el agua es un bien común para todos, por eso tenemos que economizarla y llevarla a otro punto del planeta. Hoy toca en Anantapur, mañana puede tocar en Senegal o donde sea porque el agua es para todos”, subrayaba Manu Orozco que recordaba la frase del poeta y ensayista Wystan Hugh Auden que rezaba: “Miles de personas han sobrevivido sin amor pero ninguna sin agua”.
Una realidad que no es perceptible en nuestra sociedad, pero que atraviesan millones de personas en el planeta. Para conocer de primera mano la situación en Anantapur, Sujatha Baddi, trabajadora de la FVF en la India, ha ofrecido varias charlas en Bilbao en las que ha querido transmitir de primera mano su experiencia personal y el trabajo que vienen desarrollando desde 1969. La vida de Baddi está vinculada a la fundación. Su madre trabajó en ella durante 30 años y eso fue lo que le hizo aproximarse a la organización, gracias a la cual se licenció en Historia y donde lleva desarrollando durante más de 20 años su carrera profesional.
“En el distrito de Anantapur solo caen cada año 540 mm de lluvia. Las lluvias siempre juegan con las cosechas de los campesinos y a veces llegan a tiempo y otras no. Si no hay agua pierden la cosecha que allí está centrada en el cacahuete. El monzón llega en junio y en esta época los campesinos están muy contentos porque aran el terreno y lo cultivan; pero ellos dicen que tiene que llover 2 veces al año y si no lo hace, pierden la cosecha”, cuenta la cooperante hindú en castellano, que aprendió a hablar alentada por el propio Ferrer. “Vicente quería hacer embalses para almacenar el agua, no quería perder ni una gota de agua, agua de lluvia. Hasta ahora hemos hecho más de 2800 embalses que son muy útiles para los campesinos porque desde la fundación se les motiva a plantar frutales”, detalla. Precisamente, son ellos mismos quienes participan en la construcción, “así paramos la emigración porque en el distrito rural de Anantapur solo tienen trabajo tres meses al año, el resto de meses emigran a las ciudades, por eso construimos casas y embalses para que también trabajen y no se vayan”, asegura Baddi sobre este proyecto que Orueta califica como “multiplicador porque es una gran inversión”. “Que nadie caiga en el error de pensar que ‘como solo puedo hacer muy poco, no hago nada’ porque la suma de muchos muy pocos es mucho. Y de esto en la India saben todavía más”, señalaba el delegado de la fundación en la presentación del proyecto.