La transición hacia el vehículo eléctrico es ya una realidad imparable, aunque todavía está por ver la velocidad que tendrá ese cambio en nuestra forma de movilidad. La decisión del Parlamento Europeo de prohibir la venta de coches nuevos de gasolina y diésel a partir de 2035 no ha gustado por igual a todo el mundo, ya que desde algunos sectores se considera una fórmula de transición apresurada. El propio Gobierno vasco se ha manifestado en esta misma dirección. “El coche eléctrico tiene grandes defensores, pero muchísimos detractores”, asegura Mikel Agirregabiria, presidente de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE), que cree que hay “muchos bulos” entorno a la electrificación que hay que desmontar, porque se trata de un proceso que ya no tiene vuelta atrás. AUVE celebra entre los días 24 y 27 de marzo, entre Bilbao y Vitoria, el primer congreso nacional de usuarios de estos vehículos en el que intentarán despejar, “desde la base de la ciencia y la ingeniería”, las dudas sobre la movilidad eléctrica.
¿Hay muchos mitos sobre el coche eléctrico?
Hay que desmentir muchos bulos, porque es un tema que está de actualidad pero con un debate muy polarizado. Hay grandes defensores, pero muchísimos detractores. Queremos que sea la ingeniería, la inteligencia artificial o la ecología las que hablen de esta realidad. De ahí el congreso de usuarios que vamos a celebrar. La realidad es que se trata de una transformación que es inevitable y que se va a producir muy pronto. El ritmo es la única incógnita que puede haber.
Voy a hacer un poco de 'abogado del diablo'. ¿Un eléctrico no es demasiado caro para estar al alcance de cualquier ciudadano medio?
Es verdad que todavía en el vehículo eléctrico, comparado con su espejo convencional, como es el de gasolina o el diésel, aún en las gamas más económicas, hay un sobrecoste de adquisición al que no todas las familias, por desgracia, a día de hoy pueden optar. Es lo que estamos pidiendo desde AUVE, que para conseguir que la primera opción de compra sea un eléctrico, se utilicen fórmulas de subvención, que en vez de ser iguales para quien compra un coche de 30.000 euros que para el que lo compra de 60.000, sean fiscalmente más progresivas, de forma que haya una grandísima ayuda en los coches muy económicos, y que incluso el IVA pudiese ser súper reducido o nulo, como se ha hecho en países centroeuropeos y ha funcionado.
Pero hoy en día no se fabrican muchos eléctricos económicos.
Así es. Pedimos por eso a los fabricantes que hagan vehículos más económicos, con marcas más económicas, como está sucediendo con algunos con origen de fabricación en China. Y por eso pedimos a la industria española y a la industria europea que actúen, porque si no, se va a perder un mercado que es importante en estas gamas. El precio es uno de los obstáculos que queremos que nos ayuden a solventar. Pero luego también hay que tener claro que los costes de operación y el mantenimiento de un vehículo eléctrico es casi nulo, y el coste de la energía es mucho más barato que en sus equivalentes de combustión.
¿Quiere decir que es una inversión que se amortiza rápidamente?
Así es. Un vehículo eléctrico no tiene revisión, no hay nada, no hay fluidos, no hay aceites. Un motor de combustión tiene del orden de 2.000 piezas que se mueven cuando está funcionando. Un motor eléctrico tiene apenas 15 o 20 piezas que no rozan unas con otras. Son motores mucho más compactos, de durabilidad grande y donde no caben reparaciones, en todo caso, sustituciones.
Ahora todos los eléctricos tienen autonomía suficiente, no hay que planificar el viaje en función de la recarga
Pero, hoy por hoy todavía no tienen suficiente autonomía como para ser rentables ¿no?
También se ha exagerado esto. Es verdad que los más bataratos tienen que ahorrar en capacidad de batería, pero casi todos los vehículos eléctricos de cualquier gama actual, que con las ayudas que pueden ser de hasta 7.000 euros pueden suponer un coste de 22.000 euros después de cobrar la ayuda, tienen autonomías suficientes. Otra cosa son los que se vendían diez años u ocho años. Pero ahora son coches que tienen en carretera unos 350, 400 kilómetros de autonomía y en ciudad más. Porque un vehículo eléctrico consume solamente por resistencia al aire, cuando va a alta velocidad. Es también un concepto diferente a los de los coches de combustión. La autonomía puede ser algo menor que con la combustión, pero desde siempre está recomendado parar cada cierto tiempo cuando se conduce. Y nuestros usuarios, casi 6.000 usuarios, nos dicen que ya no hay que planificar como antes los viajes en función de la recarga. Antes había algo que se llamaba el 'síndrome de la avioneta', que cuando despega, tiene que saber a dónde va. Ahora ya no hace falta. Hay puntos de recarga y se puede cargar a gran velocidad, en sólo 15 minutos. Aunque lo normal es que un vehículo eléctrico esté recargando varias horas en el domicilio donde se vive, en el parking propio o alquilado, o bien en los puntos de trabajo y recargar a lo largo de la noche. No hay que cambiar la potencia contratada del hogar, no hay que modificar los contratos de la compañía. Y sales de casa con el coche cargado.
Pero hay una queja generalizada de que no hay suficientes puntos de carga como para que haya un despliegue.
Se ha exacerbado este problema. Lo cierto es que España es el tercer país europeo por número de puntos de recarga respecto a la flota de vehículos eléctricos, porque, lamentablemente, hay pocos coches. De manera que esto que se dice de que hay colas en las electrolineras o en los puntos de recarga, no es cierto. El despliegue de puntos de recarga es vertiginoso, se está instalando puntos rápidos de una forma muy rápida. Y además, hay una serie de normativas y un real Decreto, que dicho sea de paso, no se está sancionando su incumplimiento, que obliga a todos los aparcamientos no residenciales, de centros comerciales, de colegios, de restaurantes, de todo lo que no sea viviendas, a tener puntos de carga, lo que van a generar un despliegue que debiera estar siendo cumplido desde el 1 de enero de este año. Y por ello, va a ver muchas soluciones de recarga lenta, en dónde vive la ciudadanía y también a lo largo de la itinerancia, cuando se viaja en todas las vías principales. Incluso en la España más despoblada .Hay multitud de infraestructuras específicamente destinadas a este negocio porque, aunque de momento aún no tiene suficiente volumen porque no hay muchos coches, es una apuesta de inversión muy importante.
¿De cuántos eléctricos hablamos en España y en Euskadi?
Aproximadamente hay 230.000 vehículos eléctricos bien familiares o bien de reparto de última milla. No hablamos de autobuses ni de transporte pesado. El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico prevé que para el año 2030 haya cinco millones de vehículos eléctricos en España, y tres de ellos en manos de usuarios particulares. Es algo que va a crecer. Y en Euskadi aproximadamente puede haber un 6% o un 5% de este total de vehículos, unos 10.000.
Las zonas de bajas emisiones en las ciudades darán un impulso al eléctrico, porque no te podrás mover por la ciudad con otro vehículo
¿Cuánta es la vida útil de un coche eléctrico?
Un coche eléctrico tiene una capacidad de duración mayor que un coche convencional. Su motorización es sumamente simple, no necesita mantenimiento, es algo muy robusto. Es cierto que las baterías hace una década todavía no estaban debidamente climatizadas, no eran tan eficientes y se producía una cierta degradación. Pero hoy en días las baterías suelen tener unas garantías de al menos ocho años, y cuando acaba la garantía, no quiere decir que el coche no siga siendo válido. Casi nadie se desprende de un vehículo eléctrico, a menos que necesite otro más potente y con más autonomía, o más moderno o de más capacidad. Y esos coches que se dejan prácticamente no se han reciclado ninguno, porque todos tienen segundos o terceros usos. Que esa es una idea que hay que trasladar, la reutilización. Hoy en día es un error comprar un motor de combustión, incluso un híbrido, porque no va a tener ningún valor de reventa. Y otra cosa, desde el 1 de enero de este año también se deberían poner en marcha en 149 municipios de España de más de 50.000 habitantes, es decir en Getxo, en Irún, en Barakaldo, en las capitales vascas y en muchos puntos de España, las zonas de bajas emisiones, que restringen la capacidad de circular o de aparcar prácticamente para tres de cada cuatro coches actuales, porque no tienen la etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico. Como estas zonas de bajas emisiones quedan bajo regulación municipal y han coincidido unas elecciones municipales en este año, nadie se ha dado mucha prisa. Pero hemos visto que el impacto que han tenido en los pocos municipios en torno a Barcelona o a Madrid, ha hecho que el motor eléctrico hayan tenido un impulso increíble. Hay que tener en cuenta que estos 149 municipios pueden parecer pocos en la inmensidad de España, pero es donde reside el 53% de la población española. Esto hace que, además de los que fuimos pioneros por razones ecológicas y por razones tecnológicas también, se sumen ahora al eléctrico muchas personas por pura economía y por pura reflexión pragmática, de que es necesario porque si no no te podrás mover por la ciudad con otro motor. Nosotros no insistimos en estas medidas coercitivas, pero la Organización Mundial de la Salud dice que el 90% de la humanidad estamos respirando mal.
Ya se está probando que en zonas de California, donde la electrificación ha ido muy rápida, han disminuido los casos de asma en toda la población
Entonces entiendo que está de acuerdo con con la decisión del Parlamento Europeo de prohibir que se vendan vehículos de combustión en 2035.
Por supuesto. Demuestra estar bien informado, más allá de colores políticos. La emergencia climática requiere medidas que unas van dirigidas a reducir el CO2, que es lo que produce el efecto invernadero, y otras van dirigidas a salvaguardar la salud de quienes vivimos en las zonas urbanas. Ya se está probando que en zonas, por ejemplo de California, donde la electrificación ha ido muy rápida, los porcentajes de incidencia de ataques de asma en toda la población, no sólo infantil, sino de toda la población, han decrecido. Esto no va de que afecte al planeta o a las generaciones venideras, que también. Afecta en primer lugar a quien adquiere ese coche y a sus propios hijos, sus nietos. Hay que despertar a la ciudadanía para decir esto no puede ser así.
Pues aquí en Euskadi ni la consejera Tapia ni el lehendakari Urkullu están de acuerdo con esa prohibición.
Bueno, nosotros somos neutrales, con marcas y también con opiniones políticas. Somos conscientes también de que hay que preservar la industria y el empleo, y hay que saber la estructura de cada comunidad autónoma. Que se pida una transición ordenada, pues bien, pero esto es algo que es inevitable y hay que vivirlo como una oportunidad. Seguir hablando de la combustión es un error e incluso de los híbridos. Solo cabe el eléctrico. Nosotros recomendamos no comprar ahora ningún vehículo que tenga combustión. Entiendo que es un difícil equilibrio salvar la situación actual, los talleres de reparación, la industria... pero no se puede correr el riesgo de perder el tren del futuro.