El exjefe del Estado, Juan Carlos I, ha abandonado ya Vitoria. Hacia las 10.00 horas de este martes, ha embarcado en el mismo avión privado que le trajo a la capital este domingo por la tarde, al que ha accedido a pie por la escalerilla tras bajarse de un monovolumen Mercedes-Benz. Durante las menos de 48 horas que ha permanecido en la ciudad ha tenido un comportamiento de perfil bajo, sin apariciones públicas ni declaraciones. Se ha alojado en una clínica privada de una urbanización residencial e incluso ha realizado allí las comidas, encargadas a un restaurante de la zona. No consta que haya salido de allí, donde en las últimas horas había una gran concentración de medios de comunicación.
La estancia en Vitoria, en la que ha tenido varios acompañantes de su equipo de seguridad, viene justificada por la amistad del rey emérito con los doctores locales Eduardo Anitua, dueño de la clínica donde ha pernoctado domingo y lunes, y Mikel Sánchez, traumatólogo. Ambos han tratado al exmonarca tanto durante su reinado como tras la abdicación de 2014. Las visitas a Vitoria de Juan Carlos I no eran muy conocidas pero sí recurrentes y desde aquí también hacía excursiones a otras localidades vascas. Se da la circunstancia de que es también la ciudad de la familia Urdangarin. Su exyerno, Iñaki Urdangarin, también ha regresado a Vitoria para completar su condena por corrupción y reiniciar su vida personal y profesional.
Ha sido la primera estancia de Juan Carlos I en Vitoria y en Euskadi tras su salida de España en 2020 fruto de las investigaciones por irregularidades económicas que le han rodeado en los últimos años. El todavía alcalde de la capital vasca, Gorka Urtaran, del PNV, decidió también ese año y por los mismos motivos retirar el nombre del exrey a una de las avenidas principales del barrio de Salburua, al este de la ciudad. Ahora se llama “8 de marzo”. Sofía de Grecia sí ha mantenido su bulevar, ubicado en la otra punta, en Zabalgana.
El viaje de Juan Carlos I por España, el segundo tras su exilio, se inició la pasada semana. Después haber asistido al partido del Real Madrid en Londres y a otros eventos -'El Mundo' informa incluso de una conversación con el soberano del Reino Unido, Carlos III-, ha estado cinco días en Galicia, en Sanxenxo, con el ánimo de navegar con el Bribón. A diferencia de lo ocurrido en 2021, no consta ningún encuentro con el actual jefe del Estado, su hijo Felipe VI, y tampoco ha realizado declaraciones públicas.