Un juzgado de lo contencioso-administrativo de Vitoria ha desestimado cautelarmente la petición de los sindicatos de la Ertzaintza para que agentes en prácticas de la academia de Arkaute se sumasen al dispositivo especial de seguridad con motivo de las primeras etapas del Tour de Francia de 2023, que recorrerán un centenar de municipios vascos. El dispositivo, que obligará a movilizar a todas las comisarías y unidades de la Policía vasca y que cuenta con la colaboración de cuerpos locales e incluso franceses, que ya están desplegados uniformados en Euskadi, ya se hizo visible este jueves en la presentación la carrera en Bilbao pero será especialmente intenso desde este sábado.
En realidad, la resolución no es definitiva y no entra al fondo del asunto, ya que es la denegación de medidas cautelares. Pero, en la práctica, con los corredores a punto de echarse a la carretera, da una victoria al Departamento de Seguridad. Indica la sala que no hay “perjuicios concretos” y que la Administración ha aportado un “prolijo” informe con los motivos para la oportunidad de que los estudiantes de Arkaute hagan unas “prácticas interdisciplinares” con motivo de la prueba. Salir a la calle este fin de semana es un “beneficio”, no un “perjuicio”. Recalca que harán no una labor de agente de la autoridad sino de “aprendizaje”. Estarán siempre asignados a funcionarios.
En un comunicado, los cuatro sindicatos con representación legal en la Policía vasca, Erne, Esan, Euspel y Sipe, habían justificado el recurso a los tribunales para parar esta salida al considerar un “abuso” ordenar que “alumnos” de Arkaute “cubran servicios” cuando “cobran por debajo del Salario Mínimo Interprofesional”. “Todavía no tiene la capacitación suficiente ni la autoridad requerida para ejercer la labor policial, adujeron sobre ese personal. Creen Erne, Esan, Euspel y Sipe que se vulnera los derechos de estos jóvenes y que se les somete a un ”riesgo innecesario“. No creen que haya ”ni un solo argumento“ para justificar la ”pertinencia“ o la ”legalidad“ de semejante medida.
Este pleito se enmarca, además, en un gran conflicto en la Ertzaintza. A los sindicatos con representación legal se ha unido un nuevo movimiento llamado 'Ertzainas en lucha', teóricamente “asindical”, que tiene como gran lema “Sin convenio no hay Tour”. Buscan el altavoz de este gran evento internacional para denunciar que llevan más de una década sin actualizar sus condiciones laborales. De hecho, centenares de agentes protestaron antes de que los corredores fuesen presentados junto al Guggenheim. Las posturas están enconadas porque centrales y “asindicales” piden una subida salarial lineal para equiparar la nómina con la de la Policía local mejor pagada de Euskadi mientras el Gobierno se enroca en que no es posible con la ley en la mano y se limita a ofrecer mejoras en complementos, dietas y otros conceptos similares.
En la resolución judicial, se lee también: “Conocemos la necesidad de negociar un nuevo acuerdo regulador de las condiciones de trabajo de la Ertzaintza, y es posible que un sector asindical de este cuerpo haya anunciado un huelga encubierta bajo el lema 'Sin acuerdo regulador no hay Tour', pero no se ha querido hasta ahora hacer aprecio de estos extremos. Si no lo hicimos en el auto de 20 de junio, y queremos seguir sin hacerlo, es porque ni presumimos que esa amenaza de huelga rija la decisión del director de la Ertzaintza, ni presumimos que, con esta medida cautelar, el sindicato demandante persiga coadyuvar a las medidas de presión. La finalidad de la decisión administrativa no parece que se relacione con la garantía de prestar seguridad al evento, pese a una eventual huelga, tanto como con dar la más completa formación a los alumnos. Esta es la idea directriz que late en la decisión combatida, pues la práctica aparece mencionadas en actas de reuniones del Consejo Rector de la Academia de un lejano 10 de diciembre de 2021. Un argumento final nos proporciona la propia Administración, cual es que no es la primera vez que alumnos en prácticas participan en una acción formativa de este género. Ya sucedió con ocasión de la Novena Triatlón de Vitoria de julio de 2015. Con ocasión del Tour del año 1992, que también transcurrió por la comunidad del País Vasco. Y años antes, en noviembre de 1982, con ocasión de la visita del Papa Juan Pablo II al santuario de Loiola, en Gipuzkoa”.