La consejera de Educación, Begoña Pedrosa, ha informado este miércoles en el Parlamento Vasco de que la denominada “matrícula viva”, el alumnado que se incorpora al sistema durante el curso, se ha cuadruplicado desde el curso 2021/2022, cuando se firmó un pacto educativo en la Cámara que incorporaba exigencias contra la segregación y de mejor atención al alumnado vulnerable. Según sus datos, en aquel curso eran 3.000 los estudiantes que se acogieron a la “matrícula viva”, unos 300 por mes lectivo. En todo el curso 2023/2024 ya fueron 7.902 alumnos y, en lo que va del 2024/2025, son ya 4.675 en apenas cuatro meses, unos 1.300 mensuales. “Cada día llegan muchísimos niños y niñas a nuestro sistema”, ha remarcado.
“Tenemos un reto. Vamos a ser más diversos que nunca”, ha señalado también Pedrosa en una larguísima comparecencia en la Cámara en la que EH Bildu le había pedido un balance del cumplimiento de aquel acuerdo de 2022 y que coincide también con el primer aniversario de la aprobación de la ley para la reforma educativa derivada de aquel pacto. Pedrosa, en un tono muy optimista, ha destacado que Euskadi es “pionera” en la gestión de la “complejidad” educativa y que esto supone una oportunidad para imbricar nuevas lenguas y culturas con las propias.
La consejera no ha mencionado en ningún momento qué porcentaje de esas llegadas han sido asumidas por la red pública. Euskadi es la comunidad autónoma con más peso de la concertada, que acapara casi el 50% del total de las matrículas. Históricamente, ha sido la pública la que ha cubierto el grueso de las “matrículas vivas”. Pero hace ya dos cursos que se modificó la normativa de admisión para fijar un cupo de alumnado vulnerable obligatorio para todos los centros que reciben fondos públicos, también los privados. Esto incluía la “matrícula viva”.
Ello acarreó algunas quejas, particularmente de la patronal de las ikastolas, que llegó a decir que se le privaba de parte de 'su' clientela para dar cabida a otros. Pedrosa ha indicado que la Administración va a “mantener” este sistema de cara al futuro, aunque admite que pueden llegar “adaptaciones”. Expertos externos y el ISEI/IVEI lo están “monitorizando”. Pedrosa ha llegado a decir que se han contratado consultoras externas para otras tareas relacionadas con el desarrollo de la reforma educativa.
La consejera ha agregado que el del alumnado vulnerable es un tema “delicado” que requiere discreción y ha citado incluso la posibilidad de que haya fusiones de centros muy segregados con otros con menos incidencia de esta problemática. “Nos debemos al alumnado. A los ciudadanos del futuro”, ha dicho en otro momento de su discurso.
Pedrosa ha explicado que, dentro de los desarrollos del pacto educativo y de la ley, habrá también un decreto específico para fijar los “compromisos” que han de asumir los centros de titularidad privada que quieran financiación pública. En Euskadi se siguen cobrando cuotas, ilegales desde hace años. Políticamente, el compromiso de Educación es que se les ponga fin de un modo “progresivo”. Sin muchas concreciones, Pedrosa ha indicado que la nueva “disposición normativa” tiene que “traducir” el artículo 26 de la nueva ley, que habla de requisitos comunes para colegios públicos y privados. Ahí aparecerá también “en qué casos puede haber copago”, que tendrá que estar “justificado” y para “actividades complementarias”, nunca para la enseñanza como tal, que es gratuita. El plan específico sobre la escuela pública será presentado en el primer semestre de 2025, ha dicho.
La comparecencia estaba pensada para hacer balance tanto del acuerdo de 2022 como de la ley de 2023. Pedrosa, durante bastante más de hora y media, ha detallado muchas iniciativas. Pero no ha mencionado que la primera -y hasta este jueves única- ley del Gobierno de Imanol Pradales ha sido una modificación presupuestaria para inyectar 67 millones de euros a las patronales de la concertada. Se puede leer aquí más sobre ella.
Para Pedrosa, el “titular” que tendrían que recoger los medios de comunicación de su intervención en el Parlamento es que “hay propuestas” para mejorar la enseñanza vasca. “No me quiero venir arriba. Pero hay que decir las cosas que hacemos bien. Es superimportante”, ha reseñado quien entró como consejera este verano pero que antes era la 'número dos' del anterior titular de Educación, Jokin Bildarratz. Como “gran logro” ha aportado, asimismo, las cifras de matrícula en las guarderías del consorcio Haurreskolak. En el curso del pacto, el 2021/2022, había 3.373 inscritos. Este septiembre eran 5.033.