“Te bajas el Tinder, le das a 'like' y ya está, has ligado. Aunque no sabes la última vez que se ha duchado”. Así ha arrancado el mitin vespertino de este sábado del PNV en Getxo, el segundo en el que ha participado el lehendakari, Iñigo Urkullu, como guardaespaldas de su sucesor, Imanol Pradales, al que cada vez más encuestas dan como perdedor frente a Pello Otxandiano. La frase es de dos actores que han hecho un teatrillo aparentemente banal para los asistentes. Sin embargo, también han dicho que les gustaban los yogures griegos, con sustancia, y no los Vitalínea, que, textualmente, “sólo sirven pa' cagar”. “Aquí no se toca el yogur, ¿eh? Queremos el yogur de siempre”, han dicho. Se da la circunstancia de que Andoni Ortuzar, en el Aberri Eguna, comparó a su gran rival, a EH Bildu, con esa marca concreta de yogures. “Lo nuevo está sobrevalorado”, han terminado los actores del PNV antes de los discursos políticos como tales.
Después, con tono serio e institucional, ha tomado la palabra Urkullu. Ha explicado que era su primera intervención en la campaña tras el fallecimiento de José Antonio Ardanza, el más longevo en Ajuria Enea, y ha querido empezar con unas palabras de alabanza para una persona que ha calificado de “honesta”, “pacifista”, “abertzale” o “euskaldun”. Ha pedido para él “respeto y máximo reconocimiento”. También ha mencionado que Getxo, donde se celebraba el mitin, fue la localidad de nacimiento del primer lehendakari, José Antonio de Aguirre, designado en plena Guerra Civil y una referencia habitual en sus discursos en estas tres legislaturas que ahora poco a poco se agotan.
Acto seguido, Urkullu ha hecho una larguísima enumeración de sus logros en el Gobierno. Han sido varios minutos de “hechos”. Cifras y cifras. Una detrás de otra. Rapidísimo. Ahí van algunas: 121 leyes, 14 transferencias, 3 hospitales, 12 centros de salud, 26 colegios o 20 veces más de ayudas a la juventud y 36.000 euros de renta media, “por encima de Europa”. Y también ha clamado: “Hemos recuperado las listas de espera previas a la pandemia”. Pero, inmediatamente, ha avisado: “¡Cuidado! ¡Esto no está garantizado!”. Según Urkullu, hay que dar un “voto de confianza” al PNV y a Pradales el 21 de abril porque la alternativa son “populismos de los extremos”, desde el “neoliberalismo” hasta el “marxismo internacionalista”.
A Urkullu le ha seguido en el uso de la palabra Maitane Ipiñazar y, a continuación, se ha proyectado el vídeo de Pradales con una vaca llamada Bittori, que dice a todo que no. “Elige la Euskadi del sí”, le replica el candidato, que pregunta en las imágenes al animal a ver si tiene propuestas para mejorar la zona. Era el preámbulo al discurso del candidato. ¿Era otra metáfora de EH Bildu? Ortuzar también ha hablado mucho en el pasado de una vaca, la de su aitite, que le daba patadas al balde de leche después de ordeñada. Pero, por si hubiera dudas, 'Deia' ha confirmado que la vaca era, de nuevo, el gran rival del PNV en estas elecciones.
Como Urkullu, Pradales también ha tirado de cifras. Ha señalado que su programa tiene 575 medidas concretas y que esta semana ha detalle más de 125. Ha admitido que la batalla electoral “está muy abierta” y ha apelado a “ganar con fuerza en Bizkaia” porque esta circunscripción, la de más población y gran feudo 'jeltzale', “tiene que marcar la diferencia”.
Y ha añadido en euskera y, de nuevo, sin citar a las claras a EH Bildu: “Hoy vivimos bien. Tenemos cosas que mejorar, por supuesto que sí. Pero tenemos que estar con la cabeza alta. Porque no todos en este país han tenido las mismas actitudes y la misma trayectoria. Cuando hemos promovido proyectos, hay quienes solo han conjugado el no. No al Guggenehim, no al metro, no a la autovía de Donostia a Iruñea, no a San Mamés barria, no a Zubieta, no al Basque Culinary Center. La política del no. ¿Alguien se imagina qué Euskadi tendríamos hoy? Hoy siguen con el no. No al túnel bajo la ría, no a la ampliación del Basque Culinary Center, no al Guggenheim de Urdaibai, ... ¡No al progreso de Euskadi! Eso es el modelo que hay que comparar con nuestro modelo. Y lo que me parece más grave: en los tiempos más duros de este país nunca han arrimado el hombro”. “Han cambiado el 'look', pero no es dejéis embaucar. Son los mismos de siempre. La sociedad vasca tiene memoria. Aquí nos conocemos todos”, ha remachado Pradales.
Ortuzar, que ha cerrado el mitin, ha pedido “coger con pinzas” las encuestas que, una tras otra, alimentan la posible victoria de la coalición abertzale y la derrota del PNV. El dato fundamental para él es el de los indecisos, que pueden cambiar todas las previsiones. “Estamos en un momento decisivo”, ha subrayado el presidente del Euzkadi Buru Batzar. Y, con otra metáfora más sobre EH Bildu, ha querido explicar que todos los votos no son iguales aunque lo parezcan. Ha bromeado con que él y la candidata Ipiñazar comparten una gran tripa, ya que ella está embarazada. “Pero la tripa de Andoni es un peso muerto y la de Maitane trae el futuro de Euskadi”, ha bromeado. Los asistentes han terminado como han empezado tras el teatrillo de los yogures, aplaudiendo.