La 'mesa de la sequía' en Euskadi, oficialmente denominada Mesa de Agricultura y Cambio Climático, se ha reunido este viernes por primera vez en un intento de buscar soluciones al problema de la escasez de precipitaciones y del cambio climático, la mayoría de ellas con efecto a largo plazo. La primera toma de contacto entre representantes del Gobierno vasco y el sector primario y otros agentes relacionados con el tema ha servido para poner de manifiesto que la sequía está afectando con fuerza agricultores y ganaderos, especialmente en este caso por las dificultades para alimentar a los animales por elevado precio de los forrajes. En este sentido, se ha puesto de manifiesto la posibilidad de arbitrar ayudas por parte del Gobierno vasco para la compra de forraje para alimentar al ganado, promover el cultivo local de ese forraje para no depender tanto del exterior como ocurre ahora, y en cuanto a al falta de agua optimizar el riego para evitar pérdidas.
Según han constatado aunque en el abastecimiento de agua de personas “no va a haber problema”, sí los puede haber desde el punto de vista agrario y ganadero. En este sentido, tanto el regadío como el secano se ven afectados por la falta de agua que ya provocó el año pasado una merma del 30% en las cosechas de grano. En la ganadería la pérdida de producción de hierba en relación con un año normal podría alcanzar el 50%, agravada por la situación negativa de mercados cercanos como Navarra, Aragón o Lleida, y los altos precios en mercados internacionales.
La consejera Arantxa Tapia ha señalado que será necesario “establecer ayudas complementarias directas desde el Gobierno vasco, como se hizo el año pasado” con motivo de la guerra de Ucrania, para financiar la compra de forraje, pero ha puntualizado que es necesario hacer análisis detallado de las diferentes situaciones. “Ayudas directas, por principio, porque sí, para todo el mundo... Creo que tenemos que ser conscientes, y el propio sector lo decía, que tenemos que hacer un análisis mucho más preciso y mucho más cuidado. Yo creo que el sector está precisamente en eso. Y como siempre lo hemos hecho, si hacen falta esas ayudas directas, las ponemos”, ha asegurado.
Por otra parte, en la reunión se ha decidido promover el cultivo de forraje para alimento de los animales para no depender tanto del exterior. En este sentido, se plantea sembrar forrajes como cultivos secundarios y se tomarán medidas de siega en verde para forrajes de cultivos que tradicionalmente se destinan a grano (cereales, guisantes, cultivos fijadores de nitrógeno, etc.). También se incentivará la implantación de cultivos forrajeros en terrenos pertenecientes a áreas abastecidas por balsas en las que hay más agua que las necesidades de los cultivos implantados actualmente.
Tapia ha insistido tras la reunión que es necesario adoptar medidas “más estructurales” desde el punto de vista de la gestión del agua para “ser más eficientes, analizar las infraestructuras actuales, mejorarlas, adaptarlas y tratar de que todos esos abastecimientos, sea para animales, para riego o para personas, no tengan pérdidas de agua o tengan las mínimas” y también trabajar en la “agricultura de precisión”.
La consejera ha explicado que Euskalmet y el servicio de Emergencias les han trasladado una previsión del tiempo que se espera para los próximos 15 días y cómo ha afectado los últimos días de lluvia en el campo. También se ha analizado lo que ocurrió el verano pasado en situaciones de mucho calor, con mucha temperatura, cuando se estaba utilizando maquinaria cosechadora y se podían producir chispas que generaban algunos incendios, y las medidas a adoptar en ese caso, y a introducir protocolos “de forma adecuada”.
Tapia ha explicado que han analizado y valorado la situación hidrológica de Euskadi en este momento, cómo se encuentran los pantanos, las balsas de agua y ha avanzado que “desde el punto de vista de abastecimiento de personas, no se va a tener problemas inicialmente al menos con ese abastecimiento, aunque puede haber casos puntuales”. No obstante, respecto a algunos caseríos que se alimentan de manantiales particulares, ha señalado que “habrá que hacer un seguimiento concreto”. “En general, la población no va a tener problemas de abastecimiento”, ha subrayado.
Desde el sindicato agrario EHNE Bizkaia, Andoni García ha destacado que esta reunión ha sido “importante” porque el sector considera “imprescindible” abordar la situación y “ responder a lo inmediato pero también en la perspectiva de cómo va a afectar el cambio climático hacia futuro, qué adaptaciones se deben hacer en el sector agrario para responder a este reto”. Ha defendido que las medidas que se adopten tienen que servir para “ganar en autosuficiencia en la producción, y que el modelo de agricultura tenga mayor capacidad de sostenibilidad, de resiliencia”. Además, ha indicado que la producción de alimentos es “un reto y un problema”, tanto por los precios y por “lo que va a pasar en el futuro”, ya que se necesitan “más agricultores y agricultoras en el agro vasco para responder desde el modelo de agricultura al reto del cambio climático, al reto de la alimentación”.
García ha explicado que la situación en el conjunto del País Vasco es “diversa” y ha explicado que se han registrado “alguna pérdida de producción en los primeros cortes de hierba en Bizkaia y en Gipuzkoa” pero ha indicado que con las lluvias de los últimos días “lo que se necesita es que también haya sol para poder tener cosechas en condiciones”.
Un 32% menos de lluvia en 2022
Según el informe que se ha trasladado a la mesa, en Bizkaia, salvo en septiembre y noviembre, el resto de los meses de 2022 la precipitación fue menor que en la media de los 30 años de referencia. De media, el total anual de precipitación se sitúa en 1.214,10mm, sin embargo, en 2022 cayeron 819,6mm, es decir un 32% menos. Este año comenzó muy lluvioso, muy por encima de la media, no obstante, en febrero y marzo las precipitaciones han sido un 52% y 72% menores respectivamente en comparación con la media.
En Gipuzkoa, la situación y evolución es idéntica a la plasmada en Bizkaia. La diferencia de 2022 sobre un año medio es del -25% y -19% a lo largo de 2023. De igual manera, enero fue un mes más lluvioso de lo habitual, pero febrero y marzo no alcanzan ni siquiera el 50% de un año medio.
La situación en Álava es diferente ya que las precipitaciones han sido más escasas y por zonas las afecciones también varían. En el caso de la Llanada Alavesa, prácticamente en todos los meses del 2022 la precipitación ha sido menor que en la media de los 30 años de referencia. De media, en el total anual precipitan 824.70mm, sin embargo, en 2022 sólo llegó a los 480.5mm. En montaña Alavesa la situación es similar que en la llanada y en la comarca de Rioja Alavesa, también la precipitación ha sido bastante menor que la media, pasando de 499.70mm de media a los 231.9mm este año. Por último, los Valles Alaveses (Ribera Baja y Ribera Alta), además de la afección de la sequía, han sido afectados por las heladas primaverales.