Fumata blanca en Metro Bilbao. La dirección de la empresa ha llegado un acuerdo este martes con la mayoría de la representación del comité para la firma del convenio, lo que supondrá la vuelta a la normalidad y la desconvocatoria de las huelgas. El paro de este martes ha sido el último, pese a que en la firma del acuerdo no estarán, en principio, ni ELA, ni UGT ni CIM, -convocantes de los paros- aunque consultarán a sus respectivas afiliaciones si se suman al convenio. Sí ha decidido firmar el sindicato de maquinistas Semaf, -que también convocaba los paros- ya que tras atender la empresa parte de sus reivindicaciones se ha sumado al bloque de CCOO, LAB, EGIE y ESK, que eran proclives al acuerdo y que se han mantenido al margen de las huelgas desde el principio.
El acuerdo permite garantizar el servicio durante la Aste Nagusia, en la que se habían convocado paros durante toda las noches coincidiendo con los fuegos artificiales y pone fin a un periodo de conflictividad que arrancó a finales de junio.
El pacto ha sido complicado por la división en el seno del comité, con dos bloques diferenciados, sin que ninguno tuviera mayoría para firmar el pacto, y con Semaf que ha ejercido de bisagra desequilibrando las fuerzas hacia la firma del convenio.
El acuerdo, para tres años, hasta 2024, incluye una subida salarial del 2%, que se incrementará con el pago del ejercicio de determinadas funciones a los trabajadores que tengan horarios irregulares o tengan que asumir tareas que no les corresponden. Aunque no ha trascendido de momento todos los puntos del acuerdo, también incluye la regulación de lo relacionado con la desconexión digital de los trabajadores, especialmente para los maquinistas, de forma que no se les pueda cambiar el turno sin previo aviso.
La dirección de Metro Bilbao ha destacado que el acuerdo ha llegado después de más de 7 meses de negociación y múltiples reuniones. “Finalmente, se ha logrado consensuar un texto que ha conciliado los intereses de 5 centrales sindicales y que ha incorporado mejoras adicionales en las condiciones laborales de la plantilla, así como cambios organizativos que buscan continuar avanzando en la prestación de un servicio profesional, responsable y de calidad para la clientela del metropolitano”.
Uno de los puntos de mayor discrepancia para ELA, UGT y CIM es que el convenio no garantiza la subida del IPC en un entorno de fuerte subida de la inflación. De hecho, critican que sumados los complementos al 2% de subida salarial fijada “no hay ningún colectivo que llegue de manera estructural al IPC de 2021, hay algunos que se aproximan y otros se quedan muy lejos de alcanzar ese 6,5%, mientras en el resto de los ejercicios no se garantiza el IPC, con otra más que segura pérdida del poder adquisitivo”. Además, afirman que mantiene una “doble escala salarial” con los eventuales, ni se regula suficientemente el calendario laboral.
Estos tres sindicatos anunciaron este lunes que han formalizado una denuncia contra la dirección de Metro Bilbao “por incumplimiento del derecho a huelga durante las movilizaciones” que se han llevado a cabo desde el 29 de junio.
ELA critica el “acuerdo por mayoría mínima y más barato”
A través de un comunicado, ELA ha reprochado que la firma del acuerdo suma la mayoría “por la mínima y solamente han buscado el acuerdo más barato, sin tener en cuenta sus consecuencias”. Sobre los contenidos del acuerdo, además de la pérdida de poder adquisitivo las dobles escalas salariales de los eventuales critica que no se da “solución al coeficiente reductor y nuevamente se genera otra nueva escala”. “Los futuros maquinistas no tendrán la simulación al coeficiente reductor, que además está vinculado a la vigencia del convenio más un año, cuando es un derecho que se venía teniendo desde que Metro Bilbao existe”, ha precisado.
Por otra parte, ha denunciado que “no se plantea tocar la Valoración de Puestos de Trabajo, cuando hay colectivos que ya han sobrepasado los puntos para la escala superior; se aumenta la obligatoriedad de realizar horas extras en la plantilla de mantenimiento, colisionando de pleno con la conciliación en tiempos de descanso; sigue habiendo colectivos sin tener los calendarios regulados y además en algunos colectivos se desregularizan aún más su indefinición”.
También ha reprochado que “no se garantiza la presencia de personal en las estaciones, aumentando más la flexibilidad y movilidad del colectivo de atención en estaciones, desatendiendo aún más las estaciones; se aumentan las brechas entre colectivos, en los que por los mismos hechos hay personas que cobran diferentes conceptos y otros no; se elimina la cesta de navidad por el importe equivalente; y se fomenta la división de la plantilla y la marginación de las condiciones de diferentes colectivos”. En su opinión, se ha priorizado la consecución de intereses particulares de diversos firmantes “en vez de buscar el bien común y el beneficio de toda la plantilla”.