PNV y PSE-EE buscan retener su mayoría absoluta en las comisiones del Parlamento Vasco
Los partidos del Gobierno vasco, PNV y PSE-EE, han diseñado ya un modelo de gestión de las comisiones en el Parlamento Vasco que compartirán este jueves con la oposición en busca de un consenso amplio. Será este viernes cuando se constituyan todas ellas, de modo que las conversaciones tendrán que ser necesariamente breves y ejecutivas. Son dos propuestas. Por un lado, se ha elaborado un listado de 20 comisiones, tres más que en la pasada legislatura en consonancia con el incremento de las áreas del nuevo Ejecutivo de Imanol Pradales, el más grande de la historia. Nacionalistas y socialistas están dispuestos a que cuatro de ellas las dirija la oposición, incluida la simbólica de Presupuestos que en el último cuatrienio fue presidida por el PP, que podría repetir. Por otro lado, se ha establecido que esos grupos de trabajo tengan quince escaños y el Gobierno desea reproducir ahí su mayoría absoluta con ocho, cinco del PNV y tres del PSE-EE, aunque este modelo pondría al PP al nivel del grupo mixto, de Sumar y de Vox.
En la cascada de trámites propios del arranque de cualquier legislatura, los partidos están ahora enfrascados en configurar las comisiones, que son los grupos de trabajo sectoriales del día a día de la Cámara, donde se celebran las comparecencias de los consejeros, se debaten asuntos de modo más ágil que en el pleno o se trabajan leyes y proyectos. El deseo es crear 20 comisiones de trabajo. Hay algunas propias del Parlamento, como la del estatuto parlamentario, la de incompatibilidades o la de reglamento y Gobierno y el resto, más o menos, se acomodan a las nuevas carteras del Gobierno, aunque se mantendrá la tradición de mantener unidas Instituciones y Seguridad, las carteras de María Ubarretxena y Bingen Zupiria, y de habilitar un foro propio para Igualdad y Cooperación o para el control de EiTB.
Las de tipo interno las preside la propia Mesa de la Cámara. Para el resto, PNV y PSE-EE no cierran la puerta a que, como en la pasada legislatura, cuatro estén en manos de la oposición, dos de EH Bildu y dos del PP. En pura teoría, podrían practicar el rodillo en las votaciones y quedarse con todas ellas. Un matiz muy relevante es que, a diferencia de en las Cortes Generales o en las Juntas Generales, no hay remuneración adicional por esta labor. Pero es un puesto de cierta importancia, por ejemplo en el caso de la gestión anual de los presupuestos. En el resto de casos, más o menos, el PNV llevaría las que afectan a sus consejeros y el PSE-EE lo mismo con los suyos. También hay que repartir las vicepresidencias. Hace cuatro años la extinta Elkarrekin Podemos-IU tuvo seis.
Por otro lado, hay ya una propuesta en firme para que las comisiones tengan quince integrantes con mayoría absoluta para el Gobierno, como en el pleno. Sin embargo, la fórmula para lograrlo ha levantado algunas ampollas. El PNV tendrá cinco asientos y el PSE-EE tres, ocho de quince en conjunto. En frente, EH Bildu tendrá cinco también -los mismos que los nacionalistas, con quienes empataron en las elecciones- pero se ha asignado al PP un único representante, como al grupo mixto. El PP tiene siete escaños por doce de los socialistas. En el caso del grupo mixto, donde cohabitan Sumar y Vox, habrán de repartirse a su vez su participación. Si no llegaren a un acuerdo, la Mesa lo asignaría de modo salomónico. Es técnicamente posible que más miembros de los partidos acudan a las comisiones con voz aunque sin voto.
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