La presidenta del PP vasco rompe su silencio, denuncia el “triste” resultado de Iturgaiz y pide mirar al ejemplo de Galicia
“¡Vaya hostia!”. En el PP es recordada la imagen de Rita Barberá lamentando los resultados electorales de 2015, que la sacaron de la alcaldía de Valencia. En las filas de los 'populares' vascos no pocos pensaban exactamente eso mismo y justamente con las mismas palabras al conocer que la candidatura de Carlos Iturgaiz se queda en solamente 5 escaños, uno de los cuales recaerá en José Manuel Gil, un guipuzcoano de Ciudadanos empotrado en Álava. Sin embargo, ovacionado y con un cierto tono triunfalista, Iturgaiz ha orillado toda autocrítica en su valoración de los resultados. Como si nada hubiera ocurrido.
A juicio de Iturgaiz, los datos del 12 de julio son una “meta volante para acabar con el Gobierno de Sánchez e Iglesias”. “Esto es una carrera de fondo”, ha indicado Iturgaiz, que ha dado a entender que liderará un “grupo constitucionalista” en el Parlamento Vasco “con más fuerza que nunca”. “Esta coalición va a ser el referente”, ha clamado. Él mismo, en 1998, llevó a su partido a ser segunda fuerza en Euskadi. Logró 250.000 votos que ahora se han quedado en 60.000. Hay que remontarse a la prehistoria del PP, a una coalición liderada por AP en 1986, para ver un número peor, 55.000. El pasado año, en las elecciones municipales y forales que siguieron al batacazo de Pablo Casado en las generales de abril, el PP en solitario logró 80.000 papeletas más las que pudo lograr su ahora socio naranja.
Iturgaiz regresó al frente del PP en febrero tras la abrupta salida de Alfonso Alonso, que ya había sido proclamado candidato y que abanderaba un proyecto más moderado y centrado. Pero Génova le quiso imponer sus nombres y sus condiciones y darle peso al inexistente Ciudadanos en Euskadi hasta acabar rompiendo una cuerda que ya llevaba tensa varios meses. Iturgaiz, con la protección expresa de Pablo Casado y de sus más estrechos colaboradores, tomó las riendas del discurso, de la comunicación y de la campaña y orilló a la presidenta del PP vasco, Amaya Fernández, la 'número dos' de Alonso y que asumió la dirección tras su salida. Incluso se barruntó con una operación para darle también las llaves del partido a Iturgaiz.
Fernández no ha ofrecido ni un solo mitin en esta campaña. Su línea, que es la de Alonso, ha quedado completamente desplazada. Iturgaiz ha intentado seducir a los votantes de Vox y el resultado es que Vox ha crecido en votos -y logrado un escaño en Álava- y que las fugas a otros caladeros más moderados no se han detenido. En los últimos años ha sido el PNV el gran beneficiario de la paulatina pérdida de peso de los 'populares'. “No se puede emprender una huida hacia adelante como si no hubiera ocurrido”, ha declarado Fernández lejos del optimismo de Iturgaiz y calificando de “triste” lo ocurrido este 12 de julio.
Significativamente, Fernández ha hecho en Europa Press el siguiente diagnósitico de lo ocurrido no en Euskadi, sino en Galicia: “Alberto Núñez Feijóo es un ejemplo para todos de que un proyecto de moderación y centralidad, pegado a la singularidad de Galicia es lo que verdaderamente aglutina el centro derecha y se convierte en el mejor antídoto frente a los nacionalismos”. “No por esperada deja de ser una noche electoral triste para quienes sentimos y queremos al PP vasco, tanto para quienes formamos parte desde hace lustros como para quienes se han sumado de forma más reciente”, ha agregado Fernández, que ha roto su silencio para rescatar también el espíritu de la convención de septiembre, la misma que organizó Alonso para acentuar el foralismo y vasquismo del PP y la misma que torpedeó Cayetana Álvarez de Toledo. “Toca fortalecer un PP vasco con acento propio que sea reconocible por su defensa de la foralidad, de los intereses de los vascos por encima de todo y de la moderación. Nuestras banderas deben ser el arraigo, la centralidad y la utilidad, y han de ser izadas por equipos humanas que las hagan creíbles”, ha reflexionado.
La dirección nacional del PP ha obviado este domingo el fracaso en Euskadi, señalaba en rueda de prensa, el secretario general del PP, Teodoro García Egea.
“Los ciudadanos han premiado las propuestas del PP, que hayan puesto la salud por encima de la ideología. Ese equipo unido que tiene el PP ha permitido que el modelo Casado-Feijóo se haya impuesto al modelo Sánchez-Iglesias”, ha señalado. Respecto al resultado en Euskadi, García Egea ha asegurado que “en el País Vasco es importante que las personas del centro derecha tengan un espacio en el que unirse”, por lo que se ha comprometido a “construir una alternativa”. “Todo nuestro apoyo a Carlos Iturgaiz, que ahora tiene que liderar la alternativa al PNV”, ha dicho, apuntando a una posible designación del candidato como nuevo presidente del PP vasco.
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